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Jeremías 6:1 - Biblia Castilian 2003

1 Buscad un refugio, benjaminitas, fuera de Jerusalén. Tocad la trompeta en Tecoa, encended una almenara en Bet Queren, porque asoma por el norte una desgracia, un desastre inmenso.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Huid, hijos de Benjamín, de en medio de Jerusalén, y tocad bocina en Tecoa, y alzad por señal humo sobre Bet-haquerem; porque del norte se ha visto mal, y quebrantamiento grande.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 »”¡Corran y salven sus vidas, habitantes de Benjamín! ¡Salgan de Jerusalén! ¡Toquen alarma en Tecoa! ¡Levanten señales en Bet-haquerem! Un ejército poderoso viene del norte y trae calamidad y destrucción.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Salgan de Jerusalén, a refugiarse,hijos de Benjamín. Que resuene la trompeta en Tecoa; coloquen una señal en Betqueren, pues por el Norte se asoma una desgracia como una inmensa catástrofe.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 ¡Huid de Jerusalem, Oh hijos de Benjamín! ¡Soplad el shofar en Tecoa; Alzad señal sobre Bet-haquerem, Porque una calamidad, Una gran destrucción se asoma del norte!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Buscad un refugio, benjaminitas, fuera de Jerusalén. Tocad la trompeta en Tecoa, encended una almenara en Bet Queren, porque asoma por el norte una desgracia, un desastre inmenso.

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Jeremías 6:1
19 Referans Kwoze  

mandó gente a Tecoa para que le trajeran una mujer perspicaz, a la que le dijo: 'Finge que estás de duelo, ponte ropas de luto y no te perfumes con óleo, como si fueras una mujer que de mucho tiempo atrás guarda luto por un difunto.


Reconstruyó Belén, Etán, Técoa,


Restauró la puerta del Muladar Malqu as, hijo de Recab, jefe del distrito de Bet Queren; él la reconstruyó y colocó las hojas, los cerrojos y los goznes.


También trabajaban a su lado los de Técoa, cuyos notables, sin embargo, no doblegaron su cuello al servicio de su se or.


¡Escuchad! ¡Una noticia! ¡Mirad! ¡Ya llega un estruendo enorme del pa s del norte, para hacer de las ciudades de Judá un desierto, una guarida de chacales!


mirad que yo mando a buscar a todas las tribus del norte - oráculo de Yahveh - y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y las traeré contra este pa s y sus habitantes y contra todas estas naciones de su entorno, los entregaré al exterminio y haré de ellos horror, rechifla y ruinas perpetuas.


Al grito de ¡jinetes y arqueros!, huye toda ciudad; se van a las selvas, escalan las rocas; todas las ciudades son evacuadas, y no queda en ellas ni un solo habitante.


As dice Yahveh: Mirad: un pueblo viene de la región del norte, una gran nación avanza desde los confines de la tierra.


Palabras de Amós, que fue uno de los pastores de Tecoa. Visiones que tuvo acerca de Israel en tiempos de Oz as, rey de Judá, y en tiempo de Jeroboán, hijo de de Joás, rey de Israel, dos a os antes del terremoto.


¿Suena la trompeta en la ciudad sin que la gente se alarme? ¿Hay en la ciudad una desgracia que no haya dispuesto Yahveh?


Los caballos rojos salen hacia el pa s del oriente; los negros salen hacia el pa s del norte; los blancos salen hacia el pa s de occidente y los bayos salen hacia el pa s del sur'.


Los hijos de Judá no pudieron expulsar a los jebuseos que habitaban en Jerusalén; y as, los jebuseos siguen en Jerusalén junto a los hijos de Judá hasta el d a de hoy.


En cambio, los benjaminitas no pudieron echar a los jebuseos que habitaban en Jerusalén, los cuales hasta el d a de hoy moran con los benjaminitas en Jerusalén.


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