Jeremías 48:3 - Biblia Castilian 2003

³ ¡Oid! Gritos desde Joronáin: devastación, desastre inmenso.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³ ¡Voz de clamor de Horonaim, destrucción y gran quebrantamiento!

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ Oigan los gritos que vienen de Horonaim, gritos de devastación y gran destrucción.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ Escuchen los gritos que se sienten desde Abarim: '¡Calamidad! ¡Desastre total! ¡Moab ha sido arrasada!'

La Biblia Textual 3a Edicion

³ ¡Voz de clamor desde Horonaim: Asolamiento y gran destrucción!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ ¡Oid! Gritos desde Joronáin: devastación, desastre inmenso.

Jeremías 48:3 Referans Kwoze

Isaías 15:2

Sube la hija de Dibón a las alturas a llorar. Por Nebó y Mádaba está gimiendo Moab. Todas sus cabezas calvas; todas sus barbas afeitadas.

Isaías 15:5

Mi corazón grita por Moab. Sus fugitivos, hasta Soar: Eglat Selisiyá. La cuesta de Lujit se la suben llorando; por el camino de Joronáin lanzan gritos desgarrados,

Isaías 15:8

Porque un grito va rodeando el territorio de Moab: hasta Egláin llega su alarido, hasta Beer El n llega su alarido.

Isaías 22:4

Por eso digo: 'No me miréis, lloraré amargamente; no porfiéis en consolarme por la ruina de la hija de mi pueblo'.

Jeremías 20:16

Sea este hombre como las ciudades que derribó Yahveh sin compasión; oiga gritos por la ma ana y alaridos al mediod a,

Jeremías 47:2

As dice Yahveh: 'Mirad: crecen aguas del norte y se convierten en torrente desbordante. Inundan el pa s y lo que contiene, las ciudades y sus habitantes. Gritan los hombres, y ululan todos los habitantes del pa s

Jeremías 48:34

El clamor de Jesbón y de Elalé llega hasta Yahas. Dan voces desde Soar hasta Joronáin y Eglat Selisiyá, pues también las aguas de Mimr n se convierten en desierto.

Jeremías 48:4

Destrozada está Moab, hasta Soar se oyen los gritos.

Jeremías 48:5

S; la subida de Lujit la suben llorando. S; en la bajada de Joronáin se oyen gritos de desastre.

Jeremías 51:54

¡Escuchad! Se oyen gritos en Babel, un desastre inmenso en el pa s de los caldeos.