Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Jeremías 46:21 - Biblia Castilian 2003

21 También sus mercenarios son como novillos cebados; pero también ellos se vuelven, huyen a una, no resisten, pues les llega el d a de su ruina, el tiempo de su castigo.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

21 Sus soldados mercenarios también en medio de ella como becerros engordados; porque también ellos volvieron atrás, huyeron todos sin pararse, porque vino sobre ellos el día de su quebrantamiento, el tiempo de su castigo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Los mercenarios de Egipto se han vuelto como becerros engordados. Ellos también se darán vuelta y huirán, porque este es el día del gran desastre para Egipto, un momento de enorme castigo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Los mercenarios que se veían en ella, eran como novillos de engorde, pero ellos también vuelven la espalda y huyen todos juntos, sin oponer resistencia. Pues éste es para ellos el día de su desgracia, la hora de su castigo.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

21 También sus mercenarios eran novillos cebados, Pero ahora dan la espalda y huyen juntos sin parar; No resisten en sus puestos, Pues les llega el día de su calamidad, El día de su visitación.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 También sus mercenarios son como novillos cebados; pero también ellos se vuelven, huyen a una, no resisten, pues les llega el día de su ruina, el tiempo de su castigo.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 46:21
25 Referans Kwoze  

Cuando vieron los amonitas que se hab an hecho odiosos a David, mandaron contratar a sueldo a veinte mil infantes de los arameos de Bet Rejob y de los de Sobá, a mil hombres del rey de Maacá y a doce mil hombres de Tob.


El Se or hab a hecho que en el campamento de los arameos se oyera un gran estruendo de carros, de caballos y de poderoso ejército, y se dijeron unos a otros: 'El rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los hititas y de los egipcios y vienen a atacarnos'.


pero el Se or se r e ante sus cuentas, viendo llegar su d a.


Más vale plato de legumbres con amor que buey cebado donde reina el odio.


¿Qué haréis el d a del castigo, ante el desastre que llega de lejos? ¿A quién acudiréis en busca de auxilio y dónde dejaréis vuestra riqueza?


Caerán búfalos con ellos, novillos junto con toros. Se empapará de sangre su tierra, su polvo se impregnará de grasa.


Como viento solano los dispersaré ante el enemigo. La espalda y no la cara les mostraré el d a de su desastre'.


Su voz es como silbido de serpiente que camina, mientras ellos avanzan con fuerza, vienen hacia ella con hachas, como le adores


Pero ¿qué veo? Están consternados, vuelven la espalda; sus guerreros, batidos, emprenden la huida sin mirar atrás. ¡Pavor por doquier! - oráculo de Yahveh -.


¡Arriba, caballos! ¡Al asalto, carros! Avancen los guerreros, los de Cus y los de Put, que embrazan el escudo, y los de Lud que tensan el arco.


Quien huya del terror caerá en la trampa; quien suba de la trampa será prendido en la traba, pues traeré esto a Moab el a o de su castigo - oráculo de Yahveh -.


¡Huid! ¡Volved! ¡Morad en las cavernas, habitantes de Dedán! Porque la ruina de Esaú yo se la traigo, el tiempo de su castigo.


Exultad, pues; s, regocijaos, expoliadores de mi heredad; brincad como becerros en la oto ada, relinchad como los sementales.


Haced matanza en sus toros: bajen todos al matadero ¡ay de ellos!, pues ha llegado su d a, el tiempo de su castigo.


Por eso, as dice el Se or Yahveh: 'Aqu estoy yo contra el Faraón, rey de Egipto, para romperle los brazos, el sano y el fracturado, y hacer que se le caiga la espada de la mano.


'Porque has tenido un odio secular contra los israelitas y los entregaste a la espada cuando ocurrió su desastre, en el momento de su último castigo,


Llegan los d as del castigo, llegan los d as de la venganza. ¡Que lo sepa la gente de Israel! ¡Es un loco el profeta, desvar a este inspirado! Por la magnitud de tus iniquidades, por tu gran hostilidad en contra de él.


Se recuestan en divanes de marfil, se tumban indolentes en sus lechos, comen corderos del reba o y terneros escogidos del establo,


No entres por la puerta de mi pueblo en el d a de su infortunio; no te deleites también tú viendo sus males en el d a de su angustia; no alargues la mano a sus riquezas en el d a de su desgracia.


Su bondad es como una zarza, su justicia como un seto de espinas. Es el d a que anunciaron tus centinelas: tu castigo ha llegado. ¡Ahora será el momento de su confusión!


Volvió a enviar a otros criados con este encargo: 'Decid a los convidados: ya tengo preparado el banquete; he sacrificado mis terneros y reses cebadas, todo está a punto. Venid al banquete'.


Yesurún engorda y cocea. Te pusiste gordo, macizo, cebado. Rechazó al Dios que lo hizo, despreció a la Roca, su salvación.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite