Jeremías 45:3 - Biblia Castilian 2003

³ A pesar de que has dicho: '¡Ay de m ! pues Yahveh a ade pena a mi dolor; estoy agotado de tanto gemir y no encuentro reposo',

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³ Tú dijiste: ¡Ay de mí ahora!, porque ha añadido Jehová tristeza a mi dolor; fatigado estoy de gemir, y no he hallado descanso.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ “Tú has dicho: ‘¡Estoy repleto de dificultades! ¿No he sufrido ya lo suficiente? ¡Y ahora el Señor ha añadido más! Estoy agotado de tanto gemir y no encuentro descanso’”.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ Ya que tú has dicho: 'Pobre de mí, porque Yavé añade más penas a mis sufrimientos, estoy cansado de tanto llorar sin encontrar consuelo.

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Tú dijiste: ¡Ay de mí, porque YHVH ha añadido tristeza a mi dolor! ¡Estoy cansado de gemir, y no hallo descanso!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ A pesar de que has dicho: '¡Ay de mí! pues Yahveh añade pena a mi dolor; estoy agotado de tanto gemir y no encuentro reposo',

Jeremías 45:3 Referans Kwoze

Job 23:2

Hoy también mi queja es rebelión; su mano pesa sobre mis gemidos.

Salmos 120:5

¡Ay de m, que debo en Mésec residir, en las tiendas de Quedar hacer morada!

Salmos 27:13

¡Oh, yo espero he de gustar los bienes del Se or en la tierra de los vivos!

Salmos 42:7

a él, mi Dios. Mi alma está abatida en m; por eso te recuerdo desde la tierra del Jordán, desde los Hermones y el monte de Mizar.

Salmos 6:6

No se tiene de ti memoria entre los muertos, y en el seol, ¿quién puede darte gracias?

Salmos 6:7

Yo me consumo en medio de gemidos, inundo de llanto mi cama cada noche y humedezco de lágrimas mi lecho:

Salmos 69:3

que me estoy anegando en el cieno del abismo, sin poder hacer pie; que me estoy sumergiendo en las aguas profundas, envuelto en las corrientes.

Proverbios 24:10

Si te muestras débil en el d a aciago, escasa es tu fuerza.

Jeremías 45:2

as dice Yahveh, Dios de Israel, acerca de ti, Baruc:

Jeremías 8:18

Mi alegr a es para m pesadumbre, mi corazón dentro de m languidece.

Jeremías 9:1

¡Quién me diera en el desierto un albergue de caminantes! Abandonar a a mi pueblo, me marchar a de su lado, pues todos son adúlteros, una banda de traidores.

Lamentaciones 1:13

De lo alto mandó fuego Mem que ha penetrado en mis huesos. Tendió una red a mis pies, me obligó a retroceder. Desolada me dejó, enferma todo el d a.

Lamentaciones 1:22

¡Llegue toda su maldad ante ti, Tau y pórtate con ellos como te portaste conmigo, a causa de todas mis maldades! Porque son muchos mis gemidos y mi corazón desfallece.

Lamentaciones 3:32

Si aflige, también se apiada, por su inmensa bondad.

2 Corintios 4:1

Por lo tanto, investidos por la misericordia [de Dios] de este ministerio, no perdemos el ánimo.

2 Corintios 4:16

Y, por eso, no perdemos el ánimo sino todo lo contrario. Pues aun cuando nuestro hombre exterior se va desmoronando, nuestro hombre interior se va renovando d a tras d a.

Gálatas 6:9

No nos cansemos de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos.

2 Tesalonicenses 3:13

Vosotros, hermanos, no os canséis de hacer el bien.