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Jeremías 44:17 - Biblia Castilian 2003

17 antes al contrario, estamos decididos a cumplir todas esas palabras que han salido de nuestra boca, a saber: incensar a la Reina de los Cielos y ofrecerle libaciones, como hac amos nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros pr ncipes, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, pues entonces nos hartábamos de pan, éramos felices y no ve amos desgracia alguna.

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Biblia Reina Valera 1960

17 sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y tuvimos abundancia de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Haremos lo que se nos antoje. Quemaremos incienso y derramaremos ofrendas líquidas a la reina del cielo tanto como nos guste, tal como nosotros, nuestros antepasados, nuestros reyes y funcionarios han hecho siempre en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. ¡Pues en aquellos días teníamos comida en abundancia, estábamos bien económicamente y no teníamos problemas!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 pues nosotros continuaremos haciendo lo que hemos decidido: ofreceremos incienso a la reina del cielo y derramaremos vino en su honor como lo hacíamos nosotros, nuestros padres, nuestros reyes y príncipes en las ciudades de Judá y en los barrios de Jerusalén. Entonces teníamos harto pan, éramos felices y en todo nos iba bien.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Al contrario, cumpliremos resueltamente toda promesa salida de nuestra boca, respecto a quemar incienso en honor de la reina de los cielos, y derramar libaciones a ella, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalem, con lo cual tuvimos abundancia de pan, y éramos felices, y no veíamos mal alguno.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 antes al contrario, estamos decididos a cumplir todas esas palabras que han salido de nuestra boca, a saber: incensar a la Reina de los Cielos y ofrecerle libaciones, como hacíamos nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, pues entonces nos hartábamos de pan, éramos felices y no veíamos desgracia alguna.

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Jeremías 44:17
32 Referans Kwoze  

Abandonaron todos los preceptos de Yahveh, su Dios, y se hicieron dolos fundidos, los dos becerros, y también aserás, se postraron ante todo el ejército del cielo y dieron culto a Baal.


Por haberme abandonado y por haber quemado incienso a dioses extra os, provocándome a ira con todas las obras de sus manos, se ha encendido mi cólera contra este lugar y no se apagará'.


pues ofrec a sacrificios a los dioses de Damasco que lo hab an derrotado, diciéndose: 'Puesto que los dioses de los reyes de Aram les ayudan a ellos, les ofreceré sacrificios, para que también me ayuden a m '. Pero ellos fueron la causa de su ruina y de la de todo Israel.


Nuestros reyes y jefes, nuestros sacerdotes y padres no guardaron tu ley, no atendieron a tus mandamientos, ni a las invitaciones que tú les hiciste.


Pecadores nosotros, igual que nuestros padres, somos reos de culpa y de maldad.


Cercene el Se or todos los labios lisonjeros las lenguas contadoras de grandezas,


Los israelitas les dec an: '¡Ojalá hubiéramos muerto a manos de Yahveh en tierra de Egipto, cuando nos sentábamos en torno a las ollas de carne y com amos pan en abundancia! ¡Nos habéis tra do a este desierto para matar de hambre a toda esta muchedumbre!'.


te lo anuncié con tiempo, antes de que sucediera te lo declaré, para que no dijeras: 'Lo hizo mi dolo, mi estatua tallada o fundida lo ordenó'.


Pronunciaré mis sentencias contra ellos por toda su maldad, pues me abandonaron, incensaron a dioses extra os y adoraron las obras de sus manos.


Las ciudades de Judá y los habitantes de Jerusalén irán entonces a clamar a los dioses a quienes incensaron, pero no podrán salvarlos en la hora de su desgracia.


Pues a m me olvidó mi pueblo, incensaron a la nada. Los han hecho tropezar en sus caminos, en los antiguos senderos, para que anduvieran por veredas, por caminos no pisados;


Y las casas de Jerusalén y las casas de los reyes de Judá serán, como el lugar de Tófet, impuras; as serán todas esas casas en cuyas terrazas se incensó a todo el ejército del cielo y se libaron libaciones a otros dioses'.


'El incienso que habéis quemado en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, vosotros y vuestros padres, vuestros reyes y vuestros pr ncipes y la población del pa s, ¿no lo ha recordado Yahveh y no ha pensado en ello?


as dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: vosotros y vuestras mujeres habéis dicho con vuestra propia boca, y lo habéis realizado con vuestras propias manos, lo siguiente: 'Cumpliremos fielmente los votos que hemos hecho de incensar a la Reina de los Cielos y de ofrecerle libaciones'. ¡Cumplid bien vuestros votos! ¡Haced bien vuestras libaciones!


¿Olvidasteis las maldades de vuestros padres, las maldades de los reyes de Judá, las maldades de sus mujeres, vuestras propias maldades y las maldades de vuestras mujeres, cometidas en el pa s de Judá y en las calles de Jerusalén?


¿No estás viendo lo que hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?


Los hijos amontonan la le a, los padres encienden el fuego y las mujeres amasan la pasta para hacer pasteles en honor de la Reina del Cielo y ofrecen libaciones a otros dioses, para ofenderme.


ni se realizará jamás lo que os viene a la mente cuando pensáis: 'Seremos como las naciones, como las tribus de los otros pa ses, que adoran el le o y la piedra'.'


Pero ellos se rebelaron contra m y no quisieron escucharme; nadie arrojó los monstruos abominables que deleitaban sus ojos, ni abandonaron los dolos de Egipto. Pensé entonces volcar mi furor sobre ellos, para desahogar del todo mi ira contra ellos en el pa s mismo de Egipto.


te reclinaste en un suntuoso diván, aderezaste una mesa y sobre ella pusiste mi incienso y mi perfume.


Me llevó entonces al atrio interior del templo de Yahveh. Y vi que all, a la entrada del santuario de Yahveh, entre el vest bulo y el altar, hab a unos veinticinco hombres, de espaldas al santuario de Yahveh y de cara al oriente, adorando al Sol en dirección al oriente.


ofrece sacrificios a su red quema incienso a su nasa, pues por ellas es pingüe su porción y suculenta su comida.


y su marido, al saberlo, no objetó nada ni lo desaprobó, todos sus votos serán válidos, y es válida asimismo la obligación contra da.


Habló Moisés a los jefes de las tribus de los israelitas, diciéndoles: 'Esto es lo que ha mandado Yahveh:


El rey se puso muy triste; pero, por los juramentos y los comensales, no se atrevió a faltarle a su palabra.


Si te abstienes de hacer un voto no cometes ningún pecado,


cuyo término es la perdición, cuyo Dios es el vientre y cuya gloria se funda en sus vergüenzas. Estos tales centran su atención en lo terreno.


sabiendo que habéis sido rescatados de vuestra vana manera de vivir, recibida de vuestros padres, no con cosas corruptibles, plata u oro,


Ella le respondió: 'Padre m o: si pronunciaste un voto ante Yahveh, haz conmigo conforme a lo que salió de tu boca, ya que Yahveh te ha concedido vengarte de tus enemigos, de los amonitas'.


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