Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Jeremías 4:10 - Biblia Castilian 2003

10 Diré entonces: '¡Ah, Se or Yahveh!'. De verdad has enga ado por completo a este pueblo y a Jerusalén, cuando dec as: 'Tendréis paz', y la espada ha penetrado hasta el fondo del alma.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 Y dije: ¡Ay, ay, Jehová Dios! Verdaderamente en gran manera has engañado a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: Paz tendréis; pues la espada ha venido hasta el alma.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Entonces dije: «Oh Señor Soberano, el pueblo ha sido engañado por lo que dijiste, porque prometiste paz para Jerusalén. ¡Sin embargo, la espada está en su cuello!».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Y dirán: '¡Ah, Señor Yavé! ¡Mira cómo nos has engañado, cuando afirmabas: Ustedes vivirán en paz; mientras que ahora estamos con la espada al cuello!'

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

10 (Dije yo entonces: ¡Ah, Adonay YHVH!, ciertamente permitiste° que este pueblo y Jerusalem fuera engañado, cuando les decían: ¡Tendréis paz!, pues tenemos la espada al cuello.)

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Diré entonces: '¡Ah, Señor Yahveh!'. De verdad has engañado por completo a este pueblo y a Jerusalén, cuando decías: 'Tendréis paz', y la espada ha penetrado hasta el fondo del alma.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 4:10
21 Referans Kwoze  

Entonces Moisés se volvió a Yahveh y dijo: 'Se or m o, ¿por qué maltratas a este pueblo? ¿Para qué me has enviado?


Porque esta vez enviaré todas mis plagas contra ti mismo, contra tus servidores y contra tu pueblo, para que sepas que nadie hay como yo en toda la tierra.


que dicen a los videntes: 'No veáis', y a los profetas: 'No nos profeticéis verdades, decidnos cosas halagüe as profetizad ilusiones;


Yo ampararé a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David, mi siervo'.


¿Por qué nos dejaste errar, Yahveh, lejos de tus caminos; endurecerse nuestros corazones de modo que no te tem amos? Vuelve por amor de tus siervos, de las tribus de tu herencia.


Pero yo dije: '¡Ah, Se or Yahveh! Mira que no sé hablar, que soy un ni o'.


Se atreven a decir a quienes me desprecian: 'Yahveh ha dicho: os irá bien'. Y a cuantos siguen la obstinación de su corazón les dicen: 'No vendrá sobre vosotros la desgracia''.


'¡Ay, Se or Yahveh! Mira: tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido. Para ti nada hay imposible;


Tu conducta y tus obras te causan estas cosas. Ésta es tu desgracia. ¡Qué amarga! ¡Cómo te llega al corazón!


Renegaron de Yahveh y dijeron: 'Él no existe; no nos vendrá mal alguno, ni espada ni hambre veremos.


Curan a la ligera la herida de mi pueblo, diciendo: 'Va todo muy bien', cuando todo va mal.


Curan a la ligera la herida de mi pueblo, diciendo: 'Va todo muy bien', cuando todo va mal.


Yacen por tierra en las calles Sin ni os y viejos; mis doncellas y mis jóvenes cayeron a espada. Has matado en el d a de tu ira, has degollado sin piedad.


Mientras yo estaba profetizando, cayó muerto Pelat as, hijo de Bena as. Yo entonces ca de bruces y a grandes voces grité diciendo: '¡Ay, Se or Yahveh! ¿Vas a exterminar lo que queda de Israel?'.


Por eso, Dios los entregó a tal impureza, a causa de sus ntimos torpes deseos, que llegaron a envilecer sus propios cuerpos.


Por eso, Dios los entregó a pasiones que envilecen: sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza;


Y como no se dignaron retener el conocimiento verdadero de Dios, Dios los entregó a la reprobable mentalidad de realizar cosas nefandas:


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite