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Jeremías 38:28 - Biblia Castilian 2003

28 Jerem as quedó en el patio de la guardia hasta el d a en que Jerusalén fue tomada.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

28 Y quedó Jeremías en el patio de la cárcel hasta el día que fue tomada Jerusalén; y allí estaba cuando Jerusalén fue tomada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

28 Así que Jeremías permaneció encarcelado en el patio de la guardia hasta el día en que Jerusalén fue conquistada.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 Así, pues, Jeremías quedó en el patio de la guardia hasta el día en que fue tomada Jerusalén.

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 Y Jeremías permaneció en el atrio de la guardia hasta el día que Jerusalem fue tomada. Y estaba allí cuando Jerusalem fue conquistada.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 Jeremías quedó en el patio de la guardia hasta el día en que Jerusalén fue tomada.

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Jeremías 38:28
12 Referans Kwoze  

Aunque hubiera de ir por los valles sombr os de la muerte, ningún mal temer a, pues conmigo estás tú: tu bastón y tu cayado me confortan.


De nuevo le fue dirigida la palabra de Yahveh a Jerem as, mientras se hallaba recluido en el patio de la guardia, en estos términos:


Ahora escucha, por favor, rey, mi se or. Por favor, que llegue mi súplica ante ti: no me hagas volver a la casa de Jonatán, el secretario, no sea que yo muera all '.


El rey Sedec as ordenó entonces que se custodiase a Jerem as en el patio de la guardia y se le diera diariamente una hogaza de pan de la calle de los panaderos, mientras no se acabara todo el pan en la ciudad. As Jerem as quedó en el patio de la guardia.


Tiraron entonces de Jerem as con las cuerdas y lo subieron de la cisterna. Jerem as quedó en el patio de la guardia.


Vinieron, efectivamente, todos los jefes a Jerem as y le preguntaron; y él les informó en todo de acuerdo con las palabras que el rey le hab a ordenado. As lo dejaron tranquilo, pues la conversación no hab a trascendido.


Entonces Nabuzardán, jefe de la escolta, Nebusasbán, el alto dignatario, Nergal Sareser, el oficial mayor, y todos los jefes del rey de Babilonia,


enviaron gente para sacar a Jerem as del patio de la guardia y se lo entregaron a Godol as, hijo de Ajicán, hijo de Safán, para que lo llevara a casa. As quedó entre la población.


Mientras Jerem as estaba arrestado en el patio de la guardia, le hab a sido dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:


mis persecuciones y mis sufrimientos, como los que me sobrevinieron en Antioqu a, en Iconio y en Listra. ¡Qué persecuciones tuve que sufrir! Pero de todas ellas me libró el Se or.


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