Jeremías 33:9 - Biblia Castilian 20039 Y esto será para m renombre, gozo, alabanza y gloria en todas las naciones de la tierra que oigan el bien que voy a hacerles, y as teman y se estremezcan ante todo el bien y ante toda la paz que voy a procurarles. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19609 Y me será a mí por nombre de gozo, de alabanza y de gloria, entre todas las naciones de la tierra, que habrán oído todo el bien que yo les hago; y temerán y temblarán de todo el bien y de toda la paz que yo les haré. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente9 ¡Entonces esta ciudad me traerá gozo, gloria y honra ante todas las naciones de la tierra! ¡Ellas verán todo el bien que hago a mi pueblo y temblarán de asombro al ver la paz y prosperidad que le doy! Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)9 Y Jerusalén será para mí motivo de alegría, de honor y de gloria ante todas las naciones de la tierra. El mundo entero, al oír todo el bien que voy a hacer a los míos, se asustará y temblará de tanta felicidad y paz que les concederé. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion9 Y esta ciudad° me será un nombre de regocijo, de alabanza y de gloria delante de todas las naciones de la tierra, las cuales oirán de todo el bien que Yo le haré, y temerán y temblarán a causa de todo el bien y de toda la prosperidad que le voy a conceder. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19759 Y esto será para mí renombre, gozo, alabanza y gloria en todas las naciones de la tierra que oigan el bien que voy a hacerles, y así teman y se estremezcan ante todo el bien y ante toda la paz que voy a procurarles. Gade chapit la |
En cada provincia y en cada ciudad, dondequiera llegaba la orden del rey y su edicto, hab a entre los jud os regocijo y alegr a, banquete y d a de fiesta. Muchos de los habitantes del pa s se hicieron jud os, porque el temor a los jud os se hab a apoderado de ellos. En el duodécimo mes, que es el mes de Adar, el d a trece del mes, cuando deb an ser ejecutados la orden del rey y su edicto, en ese d a en que los enemigos de los jud os esperaban adue arse de ellos, la situación experimentó un vuelco radical, pues fueron los jud os quienes se adue aron de los que los odiaban.