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Jeremías 30:18 - Biblia Castilian 2003

18 As dice Yahveh: mirad: voy a cambiar la suerte de las tiendas de Jacob, y de sus moradas voy a compadecerme. Se reedificará la ciudad sobre su escombrera, y el palacio en su justo lugar se asentará.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

18 Así ha dicho Jehová: He aquí yo hago volver los cautivos de las tiendas de Jacob, y de sus tiendas tendré misericordia, y la ciudad será edificada sobre su colina, y el templo será asentado según su forma.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Esto dice el Señor: «Cuando del cautiverio traiga a Israel de regreso a casa y cuando restablezca su bienestar, Jerusalén será reedificada sobre sus ruinas y el palacio reconstruido como antes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Yavé lo asegura: Volverán los cautivos a las carpas de Jacob, pues me compadeceré de estas moradas; la ciudad será reedificada sobre sus ruinas, y el fuerte se levantará en su antiguo lugar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Así dice YHVH: He aquí Yo hago volver los cautivos de las tiendas de Jacob, Y de sus tiendas tendré misericordia, Y la ciudad será edificada sobre sus ruinas, Y el palacio será asentado en su emplazamiento habitual.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Así dice Yahveh: mirad: voy a cambiar la suerte de las tiendas de Jacob, y de sus moradas voy a compadecerme. Se reedificará la ciudad sobre su escombrera, y el palacio en su justo lugar se asentará.

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Jeremías 30:18
38 Referans Kwoze  

Dijo luego el rey David a toda la asamblea: 'Mi hijo Salomón, el único que ha sido elegido por Dios, es joven e inexperto, y la obra es grande, porque no se trata de un palacio para un hombre sino para Yahveh Dios.


Y a mi hijo Salomón concédele un corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, preceptos y leyes, los ponga todos por obra y edifique el templo cuyos preparativos yo he hecho'.


La ciudad era espaciosa y grande, pero estaba poco poblada, porque no estaban reedificadas las casas.


Pero tú, Se or, permaneces para siempre, por todas las edades tu memoria.


Tú te levantarás, te apiadarás de Sión, pues es tiempo de tener piedad de ella, ha llegado ya la hora.


haya paz en tus muros, contento en tus palacios'.


Dad la vuelta a Sión, girad en torno, contad sus fortalezas,


Hermosa altura, alegr a de la tierra, la colina de Sión, en el extremo norte, la ciudad del gran rey.


Construyó como una altura el santuario y lo afirmó como la tierra, para siempre.


Del director. De los hijos de Coré. Salmo.


quien confirma las palabras de sus siervos y el proyecto de sus mensajeros realiza; quien dice a Jerusalén: 'Serás habitada', y a las ciudades de Judá: 'Seréis reconstruidas', pues sus ruinas las levanto yo;


quien dice a Ciro: 'Pastor m o', pues todo mi querer cumplirá cuando digo a Jerusalén: 'Serás reedificada', y al templo: 'Serás restablecido'.


Yo mismo, sin embargo, reuniré el resto de mis ovejas de todos los pa ses adonde las he expulsado, las volveré a su pradera; y as serán fecundas y se multiplicarán.


Porque yo sé los planes que tengo trazados acerca de vosotros - oráculo de Yahveh -, planes de bienestar y no de desgracia, de daros un porvenir y una esperanza.


cuando me busquéis con todo vuestro corazón, me dejaré hallar por vosotros - oráculo de Yahveh -, cambiaré vuestra suerte, os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os he expulsado - oráculo de Yahveh - y os volveré al lugar de donde os he desterrado.


Porque mira que vienen d as - oráculo de Yahveh - en que cambiaré la suerte de mi pueblo, Israel y Judá, dice Yahveh, y lo volveré al pa s que di a sus padres para que lo poseyeran'.


As dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: 'Todav a se volverá a decir en el pa s de Judá y en sus ciudades, cuando cambie su suerte: '¡Que Yahveh te bendiga, morada de justicia, monta a santa!'.


Mirad que vienen d as - oráculo de Yahveh -, en que se reedificará la ciudad para Yahveh desde la torre de Jananel hasta la Puerta del Ángulo.


Volveré a edificarte y serás reedificada, virgen de Israel; volverás a adornarte con tus tambores y saldrás al corro de gentes jubilosas.


Y todo el valle de los cadáveres y de la ceniza, y todos los campos hasta el torrente Cedrón, hasta el ángulo de la Puerta de los Caballos, al este, serán cosa santa para Yahveh. No se arrancará ni se destruirá nunca más.


Porque as dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: 'Se seguirán comprando casas, campos y vi as en este pa s'.


Se comprarán campos con dinero, se escribirán contratos y se sellarán y se requerirán testigos en el territorio de Benjam n y en los alrededores de Jerusalén, en las ciudades de Judá, en las ciudades de la monta a, en las ciudades de la llanura y en las ciudades del Negueb, pues cambiaré su suerte - oráculo de Yahveh -.


el grito de gozo y el grito de alegr a, el canto del esposo y el canto de la esposa, el canto de los que dicen: '¡Alabad a Yahveh Sebaot, porque Yahveh es bueno, porque su misericordia es eterna!', cuando traigan el sacrificio de alabanza al templo de Yahveh, porque voy a restablecer la situación del pa s como era al principio' - dice Yahveh -.


Voy a cambiar la suerte de Judá y la suerte de Israel, y a restablecerlos como al principio.


Pero tú no temas, siervo m o Jacob, no tengas miedo, Israel, porque yo voy a salvarte del pa s lejano; y a tu estirpe del pa s de su cautiverio. Volverá Jacob y reposará, descansará sin que nadie le moleste.


Pero después de esto cambiará la suerte de los hijos de Amón' - oráculo de Yahveh -.


Multiplicaré en vosotras hombres y animales: serán muchos y fecundos; haré que seáis habitadas como en los tiempos antiguos, os trataré mejor que en vuestros comienzos y sabréis que yo soy Yahveh.


Cambiaré la suerte de mi pueblo Israel: reedificarán las ciudades destruidas y habitarán en ellas, plantarán vi as y beberán su vino, cultivarán huertos y comerán sus frutos.


El ángel de Yahveh tomó la palabra y dijo: 'Yahveh Sebaot, ¿hasta cuándo seguirás sin apiadarte de Jerusalén y de las ciudades de Judá? Son ya setenta los a os que estás airados contra ellas'.


Por eso, as dice Yahveh: me vuelvo hacia Jerusalén con piedad, en ella será reedificado mi templo - oráculo de Yahveh Sebaot -, y se tenderá sobre Jerusalén la cuerda de medir.


Aquel d a haré de los jefes de Judá como brasero encendido en el bosque y como antorcha encendida entre gavillas: devorarán a derecha y a izquierda a todos los pueblos de alrededor, pero Jerusalén permanecerá donde se encuentra: en Jerusalén.


Yahveh salvará en primer lugar las tiendas de Judá, para que no medre el orgullo de la casa de David ni el orgullo de los habitantes de Jerusalén a costa Judá.


Todo el pa s se cambiará en llanura, desde Gueba hasta Rimón en el Negueb. Pero Jerusalén se elevará y permanecerá en su lugar: desde la puerta de Benjam n hasta el emplazamiento de la puerta vieja, o sea, hasta la puerta del Ángulo, y desde la torre de Jananel hasta los lagares del rey.


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