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Jeremías 27:6 - Biblia Castilian 2003

6 Pues bien, ahora entrego todos estos pa ses en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia mi siervo, y hasta las bestias salvajes le entrego para que le sirvan.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Y ahora yo he puesto todas estas tierras en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y aun las bestias del campo le he dado para que le sirvan.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Ahora entregaré estos países al rey Nabucodonosor de Babilonia, quien es mi siervo. He puesto todo bajo su control, aun los animales salvajes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Ahora bien, acabo de entregar todos estos países a mi mayordomo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y le he entregado hasta las bestias del campo para que le sirvan.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y ahora Yo he entregado todas estas tierras en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, siervo mío, e incluso le he entregado las bestias del campo para que le sirvan.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Pues bien, ahora entrego todos estos países en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia mi siervo, y hasta las bestias salvajes le entrego para que le sirvan.

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Jeremías 27:6
19 Referans Kwoze  

Le habló benévolamente y le dio un asiento superior a los asientos de los otros reyes que estaban con él en Babilonia.


'As habla Ciro, rey de Persia: Yahveh, el Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha encargado que le edifique un templo en Jerusalén de Judá. Quien de vosotros pertenezca a su pueblo, ¡que Yahveh, su Dios, sea con él, y suba!'.


quien dice a Ciro: 'Pastor m o', pues todo mi querer cumplirá cuando digo a Jerusalén: 'Serás reedificada', y al templo: 'Serás restablecido'.


Después de esto - oráculo de Yahveh -, entregaré a Sedec as, rey de Judá, a sus servidores y a la gente que en esta ciudad haya sobrevivido a la peste, a la espada y al hambre, en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en mano de sus enemigos y en mano de quienes atentan contra su vida. Él los pasará a filo de espada, sin compadecerse de ellos, sin apiadarse, sin tener misericordia'.


Te entregaré en mano de quienes atentan contra tu vida y en mano de aquellos a quienes temes, en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia y en mano de los caldeos.


Yahveh me hizo ver dos cestas de higos colocadas delante del templo de Yahveh. Fue después de haber deportado Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jecon as, hijo de Joaqu n, rey de Judá, a los pr ncipes de Judá, a los herreros y cerrajeros, y haberlos llevado de Jerusalén a Babilonia.


mirad que yo mando a buscar a todas las tribus del norte - oráculo de Yahveh - y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y las traeré contra este pa s y sus habitantes y contra todas estas naciones de su entorno, los entregaré al exterminio y haré de ellos horror, rechifla y ruinas perpetuas.


porque Yahveh Sebaot, Dios de Israel, dice as: voy a poner un yugo de hierro sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia. Y le servirán. Hasta los animales del campo le entrego'.


y diles: as dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: mirad que voy a enviar a buscar a mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, para que ponga su trono sobre estas piedras que he escondido y para que extienda sobre ellas su baldaquino.


Huid, marchad a toda prisa, buscad refugio en cavernas, habitantes de Jazor - oráculo de Yahveh -, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, proyecta contra vosotros un proyecto, planea contra vosotros un plan:


Haré del pa s de Egipto una desolación en medio de tierras desoladas y sus ciudades serán una desolación en medio de ciudades derruidas durante cuarenta a os. Dispersaré a los egipcios entre las naciones y los esparciré por los pa ses.'


Fortaleceré los brazos del rey de Babilonia y le pondré mi espada en la mano; romperé los brazos del Faraón, que gemirá delante de él con gemidos de hombre herido de muerte.


Dejad sólo en la tierra el tocón y las ra ces, atado con cadenas de hierro y de bronce, entre la hierba de los campos; que se empape del roc o del cielo, y comparta con las bestias el forraje.


'Te expulsarán de entre los hombres, y con las bestias del campo tendrás tu morada; de hierba, como los bueyes, te alimentarás y del roc o del cielo serás empapado; siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que sepas que el Alt simo domina sobre el reino de los hombres y lo da a quien le place.'


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