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Jeremías 26:21 - Biblia Castilian 2003

21 Pero cuando Joaqu n, todos sus guerreros y todos los pr ncipes tuvieron noticia de sus palabras, el rey trató de darle muerte. Al enterarse Ur as tuvo miedo, huyó y se refugió en Egipto.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

21 y oyeron sus palabras el rey Joacim y todos sus grandes, y todos sus príncipes, y el rey procuró matarle; entendiendo lo cual Urías, tuvo temor, y huyó a Egipto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Cuando el rey Joacim junto con los oficiales militares y los demás funcionarios escucharon lo que dijo, el rey envió a alguien para matarlo. Sin embargo, Urías se enteró del plan y escapó a Egipto atemorizado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 El rey Joaquim, con todos sus oficiales y magistrados, al oír sus palabras, trató de darle muerte. Al tener noticia de eso, Urías, aterrorizado, huyó a Egipto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Y cuando el rey Joacim y todos sus poderosos y todos los príncipes oyeron sus palabras, el rey procuró matarlo, pero cuando Urías se enteró, tuvo temor y huyó a Egipto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Pero cuando Joaquín, todos sus guerreros y todos los príncipes tuvieron noticia de sus palabras, el rey trató de darle muerte. Al enterarse Urías tuvo miedo, huyó y se refugió en Egipto.

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Jeremías 26:21
15 Referans Kwoze  

¡Por vida de Yahveh, tu Dios! No hay nación ni reino adonde mi se or no haya mandado a buscarte. Y cuando le dec an: 'No está aqu ', hac a jurar a aquel reino y a aquella nación que no te hab an encontrado.


Asá se irritó contra el vidente y lo puso en prisión, pues sus palabras le hab an indignado Por aquel tiempo, Asá oprimió también a algunos del pueblo.


Pero ellos conspiraron contra él y lo lapidaron por orden del rey en el atrio del templo de Yahveh.


Mi vida está en mi mano expuesta de continuo, mas no me olvido de tu ley.


El temor a los hombres es una trampa; quien conf a en Yahveh vive seguro.


Cuando los pr ncipes de Judá tuvieron noticia de estas cosas, subieron desde el palacio real al templo de Yahveh y se sentaron a la entrada de la puerta nueva del templo de Yahveh.


sino que el rey ordenó a Yerajmeel, hijo del rey; a Serayas, hijo de Azriel, y a Selem as, hijo de Abdel, que prendieran a Baruc, el secretario, y a Jerem as, el profeta; pero Yahveh los escondió.


Los jefes dijeron al rey: 'Hay que matar a este hombre, porque de este modo debilita las manos de los combatientes que quedan en esta ciudad y las manos de toda la población, diciéndoles semejantes cosas. Es claro que este hombre no busca el bien de este pueblo, sino el mal'.


Cuando os persigan en una ciudad huid a otra; porque os aseguro: antes de que acabéis de recorrer las ciudades de Israel vendrá el Hijo del hombre.


No tengáis miedo a los que matan el cuerpo; que al alma no pueden matarla. Temed más bien a quien tiene poder para hacer que perezcan cuerpo y alma en la gehenna.


El que haya encontrado su vida, la perderá; y el que haya perdido su vida por mi causa, la encontrará.


Y aunque quer a matarlo, tem a al pueblo, porque lo ten an por profeta.


Por ello Herod as lo odiaba y quer a matarlo, pero no pod a,


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