Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Jeremías 26:2 - Biblia Castilian 2003

2 as dice Yahveh: 'Ponte en el atrio del templo de Yahveh y di a todas las ciudades de Judá que vienen a adorar en el templo de Yahveh todas las palabras que te he mandado decirles, sin omitir una sola.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Así ha dicho Jehová: Ponte en el atrio de la casa de Jehová, y habla a todas las ciudades de Judá, que vienen para adorar en la casa de Jehová, todas las palabras que yo te mandé hablarles; no retengas palabra.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 «Esto dice el Señor: “Ponte de pie en el atrio que está delante del templo del Señor y haz un anuncio a la gente que ha venido de toda Judá a adorar. Dales mi mensaje completo sin que falte una sola palabra.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Yavé me dijo: 'Párate en el patio de la Casa de Yavé para decir mis advertencias a todas las ciudades del país de Judá que vienen aquí a postrarse ante mí. Tú les dirás cuanto yo te mande, sin suprimir nada.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Así dice YHVH: Ponte en el atrio de la Casa de YHVH, y habla a todas las ciudades de Judá que vienen a postrarse en la Casa de YHVH, todas las palabras que Yo te he mandado hablarles, sin omitir una sola.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 así dice Yahveh: 'Ponte en el atrio del templo de Yahveh y di a todas las ciudades de Judá que vienen a adorar en el templo de Yahveh todas las palabras que te he mandado decirles, sin omitir una sola.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 26:2
32 Referans Kwoze  

As pues, c ete la cintura, levántate y diles todo lo que te mando. No tengas miedo ante ellos, no sea que yo te haga temerlos.


Yahveh me dijo: No digas: 'Soy un ni o', pues irás a todos a quienes yo te env e, y todo lo que yo te mande dirás.


Después Jerem as regresó de Tófet, adonde lo hab a enviado Yahveh a profetizar, se paró en el atrio del templo y dijo a todo el pueblo:


El profeta que tenga un sue o, que cuente su sue o; pero el que tenga mi palabra, que diga de verdad mi palabra. ¿Qué tiene que ver la paja con el grano? - oráculo de Yahveh -.


y que el profeta Jerem as dirigió a todo el pueblo de Judá y a todos los habitantes de Jerusalén.


El profeta Jerem as replicó al profeta Janan as en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo que estaba en el templo de Yahveh;


Baruc leyó entonces en el libro las palabras de Jerem as en el templo de Yahveh, en la sala de Guemar as, hijo de Safán, el secretario, en el atrio superior, a la entrada de la Puerta Nueva del templo de Yahveh, y todo el pueblo escuchaba.


'Os escucho - respondió el profeta Jerem as -. Ahora mismo voy a rogar a Yahveh, vuestro Dios, según vuestros deseos. Ahora bien, todo lo que Yahveh os responda, os lo comunicaré, sin ocultaros nada'.


'Ponte en la puerta del templo de Yahveh y anuncia all esta palabra y di: escuchad la palabra de Yahveh, todos los de Judá, que entráis por estas puertas para adorar a Yahveh.


Les dirás estas cosas, y no te escucharán; los llamarás y no te responderán.


Luego me dijo: 'Hijo de hombre, todas las palabras que yo te diga rec belas en tu corazón y óyelas con tus o dos;


'Pues bien, hijo de hombre, yo te he nombrado centinela de la casa de Israel, para que, cuando oigas una palabra de mi boca, les avises de mi parte.


Aquel hombre me dijo: 'Hijo de hombre, mira y escucha atentamente y f jate bien en todo lo que te voy a mostrar, porque para hacértelo ver has sido tra do aqu. Comunica a la casa de Israel todo lo que veas'.


y ense ándoles a observar todo cuanto yo os he mandado. Y mirad: yo estoy con vosotros todos los d as hasta el final de los tiempos'.


Todos los d as estaba ense ando en el templo. Los pont fices, los escribas y los principales del pueblo intentaban acabar con él;


Jesús le respondió: 'Yo he hablado públicamente a la vista de todo el mundo; siempre he ense ado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los jud os, y no he dicho nada en la clandestinidad.


Pero, al amanecer, se presentó de nuevo en el templo. Todo el pueblo acud a a él, y él, all sentado, los instru a.


cómo nada callé que pudiera seros de provecho ni dejé de predicaros e instruiros tanto en público como en privado,


porque ningún temor me impidió anunciaros todo el designio completo de Dios.


Llegó entonces uno anunciándoles: 'Los hombres que metisteis en la cárcel andan sueltos por el templo, ense ando al pueblo'.


Y no cesaban de ense ar y anunciar el evangelio de Cristo Jesús todos los d as en el templo y por las casas.


sino que frecuentaréis el lugar que Yahveh, vuestro Dios, elija entre todas vuestras tribus para poner en él su nombre y su morada; es all adonde habrás de ir.


Nada a adiréis a lo que yo os mando, ni de ello quitaréis nada, sino que guardaréis los mandamientos de Yahveh, vuestro Dios, que yo os ordeno.


No quedó disposición de cuantas hab a ordenado Moisés que no leyera Josué delante de toda la asamblea de Israel, incluidos mujeres y ni os, y los extranjeros que moraban entre ellos.


Y si alguno quita algo de las palabras del libro de esta profec a, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa descritos en este libro'.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite