Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Jeremías 24:2 - Biblia Castilian 2003

2 Una cesta ten a higos muy buenos, como brevas, la otra cesta, higos muy malos, que de tan malos no se pod an comer.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Una cesta tenía higos muy buenos, como brevas; y la otra cesta tenía higos muy malos, que de malos no se podían comer.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Una canasta estaba llena de higos frescos y maduros, mientras que la otra tenía higos malos, tan podridos que no podían comerse.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Un canasto tenía higos muy buenos, como son los primeros que maduran; el otro tenía higos podridos, tan malos que no se podían comer.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Una cesta tenía higos muy buenos, como brevas, y la otra cesta tenía higos tan malos, que de malos no se podían comer.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Una cesta tenía higos muy buenos, como brevas, la otra cesta, higos muy malos, que de tan malos no se podían comer.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 24:2
11 Referans Kwoze  

¿qué más puedo hacer a mi vi a que no haya hecho? ¿Por qué cuando esperaba que diera uvas, ha dado agraces?


La vi a de Yahveh Sebaot es la casa de Israel; y los hombres de Judá el plantel de sus delicias. Esperaba justicia y mirad: ¡iniquidad! Esperaba honradez y mirad: ¡lamentos!


as dice Yahveh Sebaot: 'Mirad: voy a enviar contra ellos la espada, el hambre y la peste, y les haré como a los higos podridos, que de tan malos no se pueden comer.


Como uvas en el desierto encontré a Israel; como breva en higuera vi a vuestros padres. Llegaron a Baal Peor y a la infamia se entregaron; se hicieron abominables como las cosas que amaron.


¡Ay de m ! Pues soy como espigador en oto o, como rebuscador en la vendimia. No hay un racimo que comer, ni una breva de las que tanto ans o.


Todas tus fortalezas son higueras cargadas de brevas; si las sacuden, caen en la boca de quien se las va a comer.


Las primicias de cuanto hay en sus campos y que ellos traen a Yahveh serán para ti. Todo el de tu casa que esté puro podrá comerlo.


Vosotros sois la sal de la tierra; pero, si la sal pierde su sabor, ¿con qué salarla? Para nada vale ya, sino para arrojarla fuera y que la pise la gente.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite