Jeremías 22:29 - Biblia Castilian 2003

²⁹ ¡Tierra, tierra, tierra: escucha la palabra de Yahveh! As dice Yahveh: 'Inscribid a este hombre como sin hijos, como hombre que en sus d as no ha de prosperar; pues nadie de su descendencia logrará sentarse en el trono de David ni reinar jamás en Judá'.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁹ ¡Tierra, tierra, tierra!, oye palabra de Jehová.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁹ ¡Oh tierra, tierra, tierra! ¡Escucha este mensaje del Señor!

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁹ ¡Tierra, tierra, tierra!, escucha esta palabra de Yavé:

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁹ ¡Tierra, tierra, tierra!,° Oye el oráculo de YHVH;

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁹ ¡Tierra, tierra, tierra: escucha la palabra de Yahveh! Así dice Yahveh: 'Inscribid a este hombre como sin hijos, como hombre que en sus días no ha de prosperar; pues nadie de su descendencia logrará sentarse en el trono de David ni reinar jamás en Judá'.

Jeremías 22:29 Referans Kwoze

Isaías 34:1

Naciones, acercaos a escuchar, pueblos, prestad atención; escuche la tierra y cuanto hay en ella, el mundo y cuanto produce:

Jeremías 6:19

Escucha, tierra: Mirad que estoy trayendo una desgracia sobre este pueblo, fruto de sus proyectos, porque no escucharon mis palabras y despreciaron mi ley.

Ezequiel 37:4

Entonces me dijo: 'Profetiza sobre estos huesos y diles: 'Escuchad, huesos secos, la palabra de Yahveh.

Miqueas 1:2

¡Escuchad, pueblos todos! ¡Atiende, tierra, y cuanto contienes! Sea testigo el Se or Yahveh contra vosotros, el Se or desde su santo templo.

Deuteronomio 31:19

'Ahora, pues, escribid este cántico; ensé aselo a los israelitas, ponlo en su boca, para que este cántico me sirva de testimonio contra los israelitas,

Deuteronomio 32:1

O d, cielos, que voy a hablar yo; y tú, tierra, escucha las palabras de mi boca.

Deuteronomio 4:26

yo pongo hoy por testigos contra vosotros al cielo y a la tierra de que desapareceréis rápidamente de la tierra por cuya posesión vais a pasar el Jordán, y no se prolongarán en ella vuestros d as, porque seréis enteramente destruidos.