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Jeremías 2:18 - Biblia Castilian 2003

18 Y ahora, ¿a qué tienes tú que ir a Egipto a beber las aguas del Nilo? y, ¿a qué tienes que ir a Asiria a beber las aguas del R o?

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Biblia Reina Valera 1960

18 Ahora, pues, ¿qué tienes tú en el camino de Egipto, para que bebas agua del Nilo? ¿Y qué tienes tú en el camino de Asiria, para que bebas agua del Éufrates?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 »¿Qué provecho has sacado de tus alianzas con Egipto y de tus pactos con Asiria? ¿En qué te benefician las corrientes del Nilo o las aguas del río Éufrates?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 ¿Para qué llamas a Egipto?, ¿acaso te sanarán las aguas del Nilo? ¿Y para qué llamas a Asur?, ¿apagarán acaso tu sed las aguas del río?

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Y ahora, ¿qué buscas rumbo a Egipto? ¿Beber agua del Nilo?° ¿Qué buscas rumbo Asiria? ¿Beber agua del Éufrates?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Y ahora, ¿a qué tienes tú que ir a Egipto a beber las aguas del Nilo? y, ¿a qué tienes que ir a Asiria a beber las aguas del Río?

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Jeremías 2:18
18 Referans Kwoze  

Por aquel tiempo envió el rey Ajaz a pedir auxilio a los reyes de Asiria;


a través de las aguas caudalosas. Los granos de Sijor, la cosecha del Nilo, era su riqueza y fue el emporio de los pueblos.


¡Ay de los que bajan a Egipto por ayuda y buscan apoyo en su caballer a! Conf an en los carros, que son muchos; en los jinetes, que son muy numerosos, y no miran al Santo de Israel, a Yahveh no consultan.


Yahveh afeitará, aquel d a, con navaja alquilada al otro lado del r o - con el rey de Asiria -, la cabeza y el vello del cuerpo y aun la barba también le rapará.


¡Qué a la ligera tomas el cambiar tu camino! También de Egipto tendrás que avergonzarte, como de Asiria quedaste avergonzada.


¿Hasta cuándo andarás errando, hija rebelde? Pues Yahveh crea una novedad en la tierra: la mujer ronda al varón.


Todav a se consumen nuestros ojos Ain esperando en vano el socorro. Desde nuestra atalaya oteábamos a una nación incapaz de salvarnos.


Hacia Egipto tendimos la mano, hacia Asiria, para hartarnos de pan.


Te prostituiste también a los asirios, porque no estabas aún saciada; te prostituiste a ellos y ni aun entonces te saciaste.


Pero se rebeló contra él y envió mensajeros a Egipto, para que le diera caballos y numerosas tropas. ¿Tendrá éxito? ¿Se salvará el que hizo estas cosas? Rompió la alianza ¡y se va a salvar!


te han tra do estas cosas, por haber practicado la prostitución con las naciones y por haberte contaminado con sus dolos.


Cuando Efra n vio su enfermedad y Judá su llaga, Efra n acudió a Asiria y Judá al rey de Yareb; pero él no podrá sanaros ni curará vuestra llaga.


Efra n es como una paloma incauta y sin seso: acuden a Egipto, llaman a Asiria.


desde Sijor, que está frente a Egipto, hasta la frontera de Ecrón, al norte, que se considera de los cananeos; más los cinco pr ncipes filisteos: el de Gaza, el de Asdod, el de Ascalón, el de Gat y el de Ecrón; además, los avitas,


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