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Jeremías 11:17 - Biblia Castilian 2003

17 Yahveh Sebaot, que te hab a plantado, decretó contra ti la desgracia, por la maldad de la casa de Israel y la casa de Judá, que cometieron en su propio da o, irritándome al incensar a Baal.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Porque Jehová de los ejércitos que te plantó ha pronunciado mal contra ti, a causa de la maldad que la casa de Israel y la casa de Judá han hecho, provocándome a ira con incensar a Baal.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 »Yo, el Señor de los Ejércitos Celestiales, el que plantó ese olivo, he ordenado que lo destruyan. Pues los pueblos de Israel y de Judá han hecho lo malo, y despertaron mi enojo al quemar incienso a Baal».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Y Yavé de los cielos, que te había plantado, te ha condenado a la desgracia, a causa del mal que se hizo a sí misma la gente de Israel y la de Judá por haber quemado incienso a Baal, haciendo que me enojara por esto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 YHVH Sebaot, que te plantó, ha decretado una calamidad contra ti, a causa de la maldad que para sí mismos hicieron los de la casa de Israel y de la casa de Judá, provocándome al ofrecer sacrificios a Baal.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Yahveh Sebaot, que te había plantado, decretó contra ti la desgracia, por la maldad de la casa de Israel y la casa de Judá, que cometieron en su propio daño, irritándome al incensar a Baal.

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Jeremías 11:17
33 Referans Kwoze  

Fijaré un lugar para mi pueblo Israel: all lo plantaré y all morará, sin que sea ya turbado, pues los hijos de la iniquidad no volverán a afligirlo como antes,


Y en cada una de las ciudades de Judá erigió lugares altos para quemar incienso a los dioses extranjeros, con lo que provocó la ira de Yahveh, el Dios de sus padres.


Con los propios o dos, Se or, hemos o do, los padres nos contaron la obra que en sus d as acabaste, en los tiempos antiguos.


Vuelve, pues, oh Dios de los ejércitos, observa desde el cielo y considera. Atiende a esta vid,


Restáuranos, oh Dios de los ejércitos: haz esplender tu rostro y seremos liberados.


La cavó y despedregó, la plantó de cepa selecta. Construyó una torre en su centro, e incluso excavó un lagar. Esperaba que diera uvas, pero dio agraces.


para alegrar a los enlutados de Sión; para darles corona en vez de ceniza, óleo de alegr a en vez de luto, canto de alabanza en vez de apocamiento. Se les llamará terebintos de justicia, plantación de Yahveh para gloria suya.


Yahveh me dijo: Del norte se desencadenará la desgracia sobre todos los habitantes del pa s,


Por eso, as dice Yahveh: mirad: voy a traer sobre ellos una desgracia de la que no podrán escapar, y entonces clamarán a m, pero no los escucharé.


Pues cuantas son tus ciudades, tantos son tus dioses, Judá; y cuantas son las calles de Jerusalén, tantos son los altares que habéis erigido a la vergüenza, altares para incensar a Baal.


Los plantas, y echan ra ces, crecen y dan fruto. Estás cerca tú de su boca, pero lejos de sus corazones.


Pues a m me olvidó mi pueblo, incensaron a la nada. Los han hecho tropezar en sus caminos, en los antiguos senderos, para que anduvieran por veredas, por caminos no pisados;


pero si esta nación contra la cual yo hab a hablado se convierte de su maldad, entonces me arrepiento del mal que hab a planeado hacerle.


'As dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: mirad: voy a traer sobre esta ciudad y sobre todas sus vidas toda la desgracia que he anunciado contra ella, porque han endurecido su cerviz y no han escuchado mis palabras'.


Yo te hab a plantado como cepa escogida, toda ella de semilla genuina. ¿Cómo, pues, para m te has cambiado en sarmientos silvestres de vi a bastarda?


fijo en ellos mis ojos con complacencia, los volveré a este pa s, los reedificaré y no los destruiré, los plantaré y no los arrancaré,


Ahora, pues, enmendad vuestra conducta y vuestras obras y escuchad la voz de Yahveh, vuestro Dios, para que Yahveh se arrepienta del mal que ha predicho contra vosotros.


¿Lo condenó a muerte Ezequ as, rey de Judá, y todo Judá? ¿No temió a Yahveh y aplacó la faz de Yahveh, y as se arrepintió Yahveh del mal que hab a predicho contra ellos? ¿Y nosotros bamos a cargarnos con un delito tan grande?'.


Los caldeos que combaten contra esta ciudad entrarán, la pasarán a fuego y la quemarán, junto con las casas en cuyas terrazas incensaron a Baal y libaron libaciones a otros dioses para ofenderme.


Porque los hijos de Israel y los hijos de Judá, desde su juventud, no han hecho sino lo que es malo a mis ojos, ya que los hijos de Israel no han hecho más que ofenderme con las obras de sus manos - oráculo de Yahveh -.


Por eso, as dice Yahveh, el Dios Sebaot, el Dios de Israel: voy a traer sobre Judá y sobre todos los habitantes de Jerusalén todo el mal que les he predicho, puesto que les he hablado y no me han escuchado, los he llamado y no me han respondido'.


A ver si elevan sus plegarias a Yahveh, y se convierte cada uno de su mala conducta; porque es grande la ira y el furor que Yahveh ha predicho contra este pueblo'.


El jefe de la escolta tomó a Jerem as y le dijo: 'Yahveh, tu Dios, hab a predicho esta desgracia contra este lugar.


Yahveh ha hecho venir y ha realizado lo que hab a predicho. Porque pecasteis contra Yahveh y no escuchasteis su voz, por eso os ha sucedido esto.


Si os quedáis en este pa s, os edificaré y no os arrasaré, os plantaré y no os arrancaré, porque me arrepiento del mal que os he hecho.


Pero no escucharon ni aplicaron su o do para convertirse de su maldad y para no incensar a otros dioses.


al ofenderme con las obras de vuestras manos, por incensar a otros dioses en el pa s de Egipto, adonde habéis venido a residir, resultando as que os extermináis y os convert s en una maldición y un oprobio en todas las naciones de la tierra?


esto le has de decir: 'As dice Yahveh: mira: lo que yo edifiqué, yo mismo lo derribo, y lo que yo planté, yo mismo lo arranco, as por todo el pa s'.


Los hijos amontonan la le a, los padres encienden el fuego y las mujeres amasan la pasta para hacer pasteles en honor de la Reina del Cielo y ofrecen libaciones a otros dioses, para ofenderme.


¡Cómo! ¡Conque robáis, matáis, cometéis adulterio, juráis en falso, incensáis a Baal, vais tras otros dioses que no conocéis,


Tomó luego una semilla del pa s y la echó en un campo de sembrado; la puso junto a aguas caudalosas, como un sauce la plantó.


Israel era vi a frondosa que daba fruto; cuanto más abundante era su fruto, tanto más multiplicaba los altares; cuanto más fecunda era su tierra más ricas estelas constru a.


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