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Isaías 6:1 - Biblia Castilian 2003

1 El a o de la muerte del rey Oz as, vi al Se or sentado en un trono alto y elevado. Las orlas de su vestido llenaban el templo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 El año en que murió el rey Uzías, vi al Señor sentado en un majestuoso trono, y el borde de su manto llenaba el templo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 El año en que murió el rey Ozías, vi al Señor sentado en un trono elevado y alto, y el ruedo de su manto llenaba el Templo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 El año de la muerte del rey Uzías vi a Adonay sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldones llenaban la Casa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado en un trono alto y elevado. Las orlas de su vestido llenaban el templo.

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Isaías 6:1
38 Referans Kwoze  

Pero Miqueas prosiguió: 'Escucha ahora el oráculo de Yahveh: he visto a Yahveh sentado en su trono. Todo el ejército del cielo estaba de pie junto a él, a su derecha y a su izquierda.


Descansó Azar as con sus padres y fue sepultado con ellos en la ciudad de David. Le sucedió en el trono su hijo Jotán.


Pero Miqueas prosiguió: 'Escuchad ahora el oráculo de Yahveh: he visto a Yahveh sentado en su trono. Todo el ejército del cielo estaba a su derecha y a su izquierda.


Tan sólo de o das te conoc a yo pero ahora mis ojos te ven.


Tus gracias son mayores que los cielos tu lealtad hasta las nubes.


¿Quién hay como el Se or y nuestro Dios, que mora en las alturas,


La guerra hace cesar en todos los confines, rompe arcos, quiebra lanzas y consume los carros en el fuego.


Luego subió Moisés, con Aarón, Nadab, Abihú y los setenta ancianos de Israel,


Visión que tuvo Isa as, hijo de Amón, acerca de Judá y de Jerusalén, en tiempos de Oz as, Jotán, Ajaz y Ezequ as, reyes de Judá.


Aquel d a diréis: 'Alabad a Yahveh, invocad su nombre, anunciad en los pueblos sus obras, proclamad que su nombre es excelso.


Que as dice el Excelso, el Sublime, que reside en la eternidad y cuyo nombre es santo: 'En lo alto y en lo santo resido, y con el quebrantado y humilde de esp ritu, para vivificar el esp ritu de los humildes, para vivificar el corazón de los quebrantados.


As dice Yahveh: 'El cielo es mi trono, y la tierra el escabel de mis pies. ¿Qué templo me edificaréis y cuál el lugar de mi descanso?


El a o treinta, el d a cinco del cuarto mes, estando yo entre los deportados, junto al r o Quebar, se abrieron los cielos y tuve visiones divinas.


Miré y vi que, sobre la plataforma situada por encima de la cabeza de los querubines, hab a una piedra como de zafiro, que ten a la apariencia de un trono que sobresal a.


Entonces la gloria de Yahveh se elevó por encima de los querubines hacia el umbral del templo y el templo se llenó de la nube, mientras el atrio estaba lleno del resplandor de la gloria de Yahveh.


¿Cómo podr a, pues, este siervo de mi se or hablar a mi se or, si ya no tengo fuerza alguna y ni aun aliento me queda?'.


Segu mirando y vi que colocaron unos tronos y un anciano se sentó. Su vestido era blanco como la nieve; los cabellos de su cabeza puros como la lana; su trono eran llamas de fuego; sus ruedas eran ascua encendida.


Hablo yo con él cara a cara, en visión directa y no en enigmas; él contempla la imagen de Yahveh. ¿Por qué, pues, os habéis atrevido a hablar contra mi siervo Moisés?'.


Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria.


A Dios nadie lo ha visto jamás; el Hijo único, Dios, el que está en el seno del Padre, él es quien lo dio a conocer.


Esto dijo Isa as, porque vio su gloria y habló de él.


el único poseedor de la inmortalidad, que habita en la región inaccesible de la luz, a quien ningún hombre vio ni puede ver. A él, honor e imperio eterno. Amén.


El santuario se llenó de humo procedente de la gloria de Dios y de su poder y nadie pod a entrar en el santuario hasta que se consumaran las siete plagas de los siete ángeles.


Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. Huyeron de su presencia la tierra y el cielo, y no se les volvió a ver en ningún lugar.


Al que venza, lo haré sentar conmigo en mi trono como yo también venc y me senté con mi Padre en su trono'.


caerán los veinticuatro ancianos ante el que está sentado en el trono, adorarán al que vive por los siglos de los siglos y arrojarán sus coronas ante el trono, diciendo:


Al punto fui arrebatado en esp ritu. Y vi un trono colocado en el cielo y sobre el trono, a uno sentado.


El que estaba sentado ten a un aspecto semejante a una piedra de jaspe y sardónice. Y el nimbo que rodeaba el trono ten a el aspecto de una esmeralda.


Y cada vez que los seres vivientes den gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,


Y vi a la derecha del que estaba sentado en el trono un rollo escrito por el anverso y por el reverso, sellado con siete sellos.


Se acercó y tomó el rollo de la derecha del que estaba sentado en el trono.


Y dicen a los montes y a los riscos: ' Caed sobre nosotros y ocultadnos de la presencia del que está sentado en el trono, y de la ira del Cordero'.


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