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Isaías 57:1 - Biblia Castilian 2003

1 Perece el justo, y nadie hace caso. Se llevan a los hombres leales sin que nadie lo advierta. Por culpa del malvado se llevan al justo

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Perece el justo, y no hay quien piense en ello; y los piadosos mueren, y no hay quien entienda que de delante de la aflicción es quitado el justo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 La gente buena se muere; muchas veces, los justos mueren antes de que llegue su hora. Pero a nadie parece importarle el porqué; tampoco se lo preguntan a sí mismos. Parece que nadie entiende que Dios los está protegiendo del mal que vendrá.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 El hombre honrado es asesinado y nadie toma la cosa en serio. Los hombres fieles son eliminados, y nadie entiende que si desaparecen, es para que no vean las desgracias:

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Perece el justo, y nadie repara en ello; Mueren los piadosos, y nadie comprende Que delante de la aflicción es quitado el justo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Perece el justo, y nadie hace caso. Se llevan a los hombres leales sin que nadie lo advierta. Por culpa del malvado se llevan al justo

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Isaías 57:1
17 Referans Kwoze  

Todo Israel lo llorará, y le darán sepultura. Pero será el único de los de Jeroboán que entrará en un sepulcro, porque es el único de la casa de Jeroboán en quien se ha hallado algo bueno ante Yahveh, Dios de Israel.


Por eso voy a reunirte con tus padres, y serás recogido en paz en tu sepulcro. No verán tus ojos toda esa desventura que voy a traer sobre este lugar''. Y ellos llevaron la respuesta al rey.


Descansó Ezequ as con sus padres y fue sepultado en la subida que hay camino de las tumbas de los hijos de David. A su muerte, todos los de Judá y los habitantes de Jerusalén le rindieron honores. Reinó en su lugar su hijo Manasés.


Por eso voy a reunirte con tus padres, y serás recogido en paz en tu sepulcro. No verán tus ojos toda esa desventura que voy a traer sobre este lugar y sobre sus habitantes''. Y ellos llevaron la respuesta al rey.


Sus servidores lo sacaron de su carro, lo pasaron al segundo carro que ten a y lo llevaron a Jerusalén, donde murió. Fue sepultado en las tumbas de sus padres y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Jos as.


Del director, con el octacordio. Salmo. De David.


Conserva la inocencia y mira rectamente, Sin pues hay un porvenir para el perfecto;


Y volcó sobre él su ardiente ira y la violencia de la guerra, que lo abrasó por todas partes, y no lo supo, le quemaba, y no le dio importancia.


Pero te vendrá una desgracia que no sabrás conjurar; te caerá una calamidad que no podrás alejar. Te vendrá de repente un desastre que no te imaginas.


Dijiste: 'Siempre seré soberana, por siempre jamás'. No consideraste estas cosas, no recordaste su desenlace.


¿Ante quién temblabas y tem as cuando ment as? De m no te acordabas ni te lo tomabas a pecho. ¿No soy yo quien calla y disimula? Por eso a m no me tem as.


Ahora, pues, habla a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén en estos términos: As dice Yahveh: 'Mirad: estoy preparando contra vosotros un mal y planeando contra vosotros un plan. Convert os, pues, cada uno de su mala conducta, y enmendad vuestro proceder y vuestras obras'.


No lloréis por el muerto, ni tengáis pena por él. Llorad más bien por el que se va, porque no volverá más a ver el pa s en que nació.


Di al bosque del Negueb: escucha la palabra de Yahveh. As dice el Se or Yahveh: 'Mira: voy a prenderte fuego, que devorará en ti todo árbol verde y todo árbol seco; no se apagará la abrasadora llama, de tal modo que arderá toda la superficie desde el sur hasta el norte'.


Desapareció de la tierra el piadoso, no queda un justo entre los hombres: todos acechan para derramar sangre, unos a otros se tienden redes,


Si no escucháis y no hacéis la intención firme de dar gloria a mi nombre - dice Yahveh Sebaot -, lanzaré contra vosotros la maldición y maldeciré vuestras bendiciones. Las maldeciré porque ninguno de vosotros lo hacéis de corazón.


¿Quién podrá calcular el polvo de Jacob? ¿Quién contará la arena de Israel? ¡Muera yo con la muerte de los justos! ¡Sea mi fin como el suyo!'.


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