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Isaías 43:1 - Biblia Castilian 2003

1 Pero ahora, as dice Yahveh, que te creó, Jacob, que te formó, Israel: 'No temas, pues te redimo, te llamo por tu nombre, eres m o.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Pero ahora, oh Jacob, escucha al Señor, quien te creó. Oh Israel, el que te formó dice: «No tengas miedo, porque he pagado tu rescate; te he llamado por tu nombre; eres mío.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Y ahora, así te habla Yavé, que te ha creado, Jacob, o que te ha formado, Israel. No temas, porque yo te he rescatado; te he llamado por tu nombre, tú eres mío.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Y ahora Jacob, así dice YHVH, el que te creó, El que te formó, oh Israel: No temas, porque Yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Pero ahora, así dice Yahveh, que te creó, Jacob, que te formó, Israel: 'No temas, pues te redimo, te llamo por tu nombre, eres mío.

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Isaías 43:1
49 Referans Kwoze  

Le preguntó: '¿Cuál es tu nombre?'. Él respondió: 'Jacob'.


Sabed bien que él es Dios: él nos ha hecho y somos suyos, su nación y reba o de sus pastos.


escuchando la oración del despojado, no despreciando su plegaria.


Guiaste con tu gracia al pueblo que rescataste, con poder lo has conducido a tu santa morada.


Cayeron sobre ellos el terror y el pánico; enmudecieron como piedras ante el poder de tu brazo, hasta que tu pueblo pasó, ¡oh Yahveh!, hasta que pasó este pueblo que tú te has adquirido.


Yahveh respondió a Moisés: 'Haré también esto que pides, pues gozas de mi favor y te conozco por tu nombre'.


Al secarse, se romperá su ramaje; vendrán las mujeres y lo quemarán. Porque no es un pueblo inteligente, por eso su hacedor no le tendrá compasión, y su creador no le concederá gracia.


No temas, gusanillo de Jacob, larva de Israel. 'Yo te ayudo', dice Yahveh; tu redentor es el Santo de Israel.


Yo, Yahveh, te llamé en justicia, te tomo de la mano, te formo y te destino para alianza del pueblo, para luz de las naciones,


El pueblo que formé para m contará mi alabanza.


No temas, que yo estoy contigo: De oriente traeré tu estirpe, y de occidente te recogeré.


a todo el que me llame por mi nombre a los que creé para mi gloria, a los que hice y formé'.


As dice Yahveh, tu creador, tu formador desde el seno, que te ayuda: no temas, siervo m o Jacob, Yesurún, a quien eleg.


As dice Yahveh, el Santo de Israel y su modelador: '¿Me pediréis cuentas acerca de mis hijos, y sobre la obra de mis manos me daréis órdenes?


(17a) as dice Yahveh, tu redentor, el Santo de Israel: (16b) 'No hablé en secreto desde el principio, desde el tiempo en que esto sucedió, all estaba yo. (17b) Yo, Yahveh, soy tu Dios, que te ense a lo que te es provechoso, que te encamina por la senda que recorres.


¡Salid de Babel! ¡Huid de Caldea! Con voz jubilosa anunciad, proclamad esto, hacedlo llegar al conf n de la tierra, decid: 'Redimió Yahveh a su siervo Jacob'.


¡Islas, escuchadme! ¡Atended, pueblos lejanos! Yahveh desde el seno materno me llamó, desde las entra as de mi madre recordó mi nombre.


A tus opresores daré a comer su propia carne, y como de mosto se embriagarán con su sangre, para que sepan todos los mortales que yo, Yahveh, soy tu salvador y tu redentor, el fuerte de Jacob'.


Olvidabas a Yahveh, que te hizo, que extendió el cielo y fundó la tierra, y siempre temblabas todo el d a ante el furor del opresor cuando intentaba perderte. Pero ¿dónde está el furor del opresor?


Prorrumpid a una en gritos de júbilo, ruinas de Jerusalén, porque Yahveh consoló a su pueblo, redimió a Jerusalén.


Los llamarán 'Pueblo santo', 'Redimidos de Yahveh'. A ti te llamarán 'Buscada', 'Ciudad no abandonada''.


Porque tú eres nuestro padre; Abrahán no sabe de nosotros, ni Israel nos reconoce. Tú, Yahveh, eres nuestro padre; tu nombre desde siempre 'Nuestro redentor'.


en todas sus angustias. No fue un mensajero ni un ángel: él en persona los salvó. Por su amor y su piedad, él mismo los redimió, los levantó y los llevó todos los d as de anta o.


de lejos se le apareció Yahveh. Con amor eterno te amé por eso te prolongué mi favor.


'¿No ves lo que dice este pueblo: 'Las dos familias que Yahveh hab a escogido, las ha rechazado', y menosprecian as a mi pueblo, de modo que para ellos ya no es una nación?


tanto más cierto es que no rechazaré la descendencia de Jacob y de mi siervo David, ni dejaré de tomar de entre sus descendientes gobernantes para la estirpe de Abrahán, de Isaac y de Jacob, pues voy a cambiar su suerte y tendré compasión de ellos'.


Pero su redentor es poderoso, Yahveh Sebaot es su nombre. Juzga con acierto su causa, para tranquilizar al mundo e intranquilizar a los habitantes de Babel.


Te acercaste el d a que te invoqué; me dijiste: '¡No temas!'.


Pasé junto a ti y te vi. Era tu edad, la edad de los amores. Tend entonces sobre ti el borde de mi manto y cubr tu desnudez; te hice juramento, contraje una alianza contigo - oráculo del Se or Yahveh - y fuiste m a.


y me dijo: 'No temas, hombre apreciado. La paz sea contigo. ¡Vamos, ten ánimo!'. Mientras me hablaba, me sent fortalecido y le dije: 'Hable mi se or, puesto que me has fortalecido'.


Meteré ese tercio en el fuego: los purificaré como se purifica la plata y los probaré como se prueba el oro. Él invocará mi nombre, y yo lo escucharé y diré: 'Éste es mi pueblo'. Y él dirá: 'Yahveh es mi Dios'.'


Ellos serán para m - dice Yahveh Sebaot - propiedad particular, el d a en que yo actúe. Seré indulgente con ellos, como un hombre es indulgente con el hijo que le sirve.


A medida que pasaban más y más d as sin que aparecieran el sol ni las estrellas y sin que la tempestad amainara, se iba perdiendo toda esperanza de salvación.


¡Ánimo, pues, amigos! Porque yo conf o en Dios que sucederá tal como se me ha dicho.


Porque de él somos hechura, creados en Cristo Jesús para las obras buenas que Dios nos preparó de antemano como norma de conducta.


Yesurún engorda y cocea. Te pusiste gordo, macizo, cebado. Rechazó al Dios que lo hizo, despreció a la Roca, su salvación.


¿As pagas a Yahveh, pueblo necio e insensato? ¿No es él tu padre, el que te creó, el que te hizo y te dio consistencia?


la parte de Yahveh fue su pueblo, Jacob, la porción de su heredad.


Sin embargo, el sólido cimiento de Dios permanece firme y tiene sellada esta inscripción: El Se or conoce a los suyos; y esta otra: apártese de la maldad todo el que invoca el nombre del Se or.


el cual se entregó por nosotros, para rescatarnos de toda iniquidad y para purificarnos, haciendo de nosotros un pueblo que fuera su patrimonio, dedicado a buenas obras.


Y cantan un cántico nuevo, diciendo: 'Digno eres de tomar el rollo y de abrir sus sellos, porque fuiste degollado, y rescataste para Dios con tu sangre a hombres de toda tribu y lengua y pueblo y nación.


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