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Isaías 41:2 - Biblia Castilian 2003

2 ¿Quién suscitó del Oriente a aquel a quien la victoria le sale al paso, le entrega naciones para que a reyes impere? Los reduce a polvo su espada, a tamo fugitivo su arco.

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Biblia Reina Valera 1960

2 ¿Quién despertó del oriente al justo, lo llamó para que le siguiese, entregó delante de él naciones, y le hizo enseñorear de reyes; los entregó a su espada como polvo, como hojarasca que su arco arrebata?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 »¿Quién ha incitado a ese rey del oriente, llamándolo en justicia para el servicio de Dios? ¿Quién le da victoria a ese hombre sobre muchas naciones y permite que pisotee a los reyes? Con su espada, reduce a polvo a los ejércitos y con su arco los esparce como la paja ante el viento.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 ¿Quién ha mandado desde el Oriente a aquel que se topa con la victoria a cada paso? ¿Quién le entrega las naciones y le somete los reyes? Su espada los convierte en polvo y las flechas de su arco los dispersan como paja.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¿Quién lo° ha levantado de oriente, y le convoca la victoria a su paso, Y le entrega pueblos, y le somete reyes? Los dio como polvo a su espada, y como hojarasca arrebatada a su arco.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 ¿Quién suscitó del Oriente a aquel a quien la victoria le sale al paso, le entrega naciones para que a reyes impere? Los reduce a polvo su espada, a tamo fugitivo su arco.

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Isaías 41:2
22 Referans Kwoze  

Tomó Téraj a Abrán, su hijo; a su nieto Lot, el hijo de Harán, y a Saray, su nuera, la mujer de su hijo Abrán, salieron de Ur de los caldeos, y se dirigieron a la tierra de Canaán. Llegados a Jarán, se establecieron all.


Ten a Abrán noventa y nueve a os cuando se le apareció Yahveh y le dijo: 'Yo soy El - Sadday; anda en mi presencia y sé perfecto.


Como polvo ante el viento, tal he de triturarles, cual basura en la calle he de barrerlos.


Por eso no le quedó a Joacaz más ejército que cincuenta jinetes, diez carros y diez mil infantes, porque el rey de Aram los hab a destruido y los hab a dejado como polvo de trilla.


'As habla Ciro, rey de Persia: Yahveh, el Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha encargado que le edifique un templo en Jerusalén de Judá. Quien de vosotros pertenezca a su pueblo, ¡que Yahveh, su Dios, sea con él, y suba!'.


'As habla Ciro, rey de Persia: Yahveh, el Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha encargado que le edifique un templo en Jerusalén de Judá.


apenas plantados, apenas sembrados, apenas arraigado en la tierra su tallo, sopla sobre ellos y se secan, y el huracán los lleva como tamo.


Lo suscité del norte y vino, del sol naciente lo llamé por su nombre. Pisoteó gobernadores como barro, como pisa la arcilla el alfarero.


Los persigue, atraviesa en paz, el camino con sus pies no roza.


Yo, Yahveh, te llamé en justicia, te tomo de la mano, te formo y te destino para alianza del pueblo, para luz de las naciones,


As dice Yahveh a su ungido, a Ciro, a quien tomé por la diestra, para someter ante él naciones y desatar cinturas de reyes, para abrir ante él los batientes y las puertas no queden cerradas:


Yo lo he suscitado en justicia y allano todos sus caminos. Él reconstruirá mi ciudad y pondrá en libertad mis cautivos sin rescates ni recompensas', dice Yahveh Sebaot.


Llamo del oriente a un ave, de tierra lejana al hombre de mi plan. No sólo lo dispongo, sino que lo realizo, lo planeo y lo ejecuto.


Yo mismo lo dije y lo llamé, lo traje y saldrá bien su empresa.


El Se or rechazó lejos de m Sámek a todos mis guerreros. Convocó contra m una asamblea para aplastar a mis jóvenes. El Se or pisó en el lagar a la virgen, hija de Judá.


Este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios alt simo, salió al encuentro de Abrahán, cuando éste regresaba de derrotar a los reyes, y lo bendijo;


El sexto derramó su copa sobre el gran r o Éufrates. Su agua se secó, de modo que quedó expedito el camino de los reyes que vienen de oriente.


Vi a otro ángel que sub a de la parte del oriente y ten a el sello de Dios vivo. Y gritó con gran voz a los cuatro ángeles a quienes fue dado poder para da ar a la tierra y al mar,


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