Isaías 23:10 - Biblia Castilian 2003

¹⁰ Atraviesa tu tierra, como el Nilo, hija de Tarsis; ya el puerto no existe.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ Pasa cual río de tu tierra, oh hija de Tarsis, porque no tendrás ya más poder.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ Vengan, habitantes de Tarsis, arrasen la tierra como el Nilo en sus inundaciones, porque Tiro está indefensa.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ ¡Ara el campo, ahora, hija de Tarsis, no hay más puerto!

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ Vuelve° a tu tierra, oh hija de Tarsis, Que el puerto no existe más.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ Atraviesa tu tierra, como el Nilo, hija de Tarsis; ya el puerto no existe.

Isaías 23:10 Referans Kwoze

Job 12:21

Inunda a los nobles de desprecio, desata el ce idor de los fuertes.

Salmos 18:32

¿Quién es Dios, sino Yahveh, quién una roca, excepto nuestro Dios,

Isaías 19:7

las praderas junto al Nilo, a la orilla del Nilo, y toda plantación del Nilo, se secarán, se disiparán y no existirán.

Isaías 23:11

Extendió su mano sobre el mar, estremeció los reinos. Yahveh ordenó respecto a Canaán destruir sus fortalezas.

Isaías 23:14

Gemid, naves de Tarsis, que está devastado vuestro puerto.

Isaías 23:9

Yahveh Sebaot lo planeó para profanar el orgullo, para envilecer toda la gloria de todos los magnates del pa s.

Lamentaciones 1:6

Desapareció de la hija de Sión Váu toda su gloria. Sus pr ncipes eran como ciervos que no encuentran pasto; caminaban sin fuerzas delante del perseguidor.

Ezequiel 26:18

Tiemblan las islas al ver tu ca da; las islas del mar están aterradas por tu fin''.

Hageo 2:22

derribaré los tronos de los reinos y destruiré el poder de los reinos de las naciones; volcaré el carro y a quien le monta: caerán por tierra los caballos y sus jinetes, cada uno por la espada de su hermano.

Romanos 5:6

Efectivamente, estando aún nosotros desvalidos, Cristo murió, a su tiempo, por quienes estaban alejados de Dios. -

1 Samuel 28:20

Inmediatamente Saúl cayó a tierra cuan largo era; estaba aterrado sobremanera por las palabras de Samuel. Además se hallaba sin fuerzas, porque no hab a comido nada en todo el d a ni en toda la noche.