Isaías 2:8 - Biblia Castilian 2003

⁸ Su pa s está lleno de dioses: adoran la obra de sus manos, lo que hicieron sus dedos.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁸ Además su tierra está llena de ídolos, y se han arrodillado ante la obra de sus manos y ante lo que fabricaron sus dedos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ La tierra está llena de ídolos. El pueblo rinde culto a cosas que hizo con sus propias manos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ Su país está lleno de caballos y sus carros de guerra son numerosos. Su país está lleno de ídolos, pues se inclinan ante la obra de sus manos, ante la figura que modelaron sus dedos.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Su tierra también está llena de ídolos: ¡Se postran ante la obra de sus propias manos, Delante de lo que han hecho sus mismos dedos!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Su país está lleno de dioses: adoran la obra de sus manos, lo que hicieron sus dedos.

Isaías 2:8 Referans Kwoze

1 Reyes 16:7

Yahveh hab a hablado, por medio de Jehú, hijo de Janan, contra Basá y contra su casa no sólo por todo el mal que hizo ante los ojos de Yahveh y por haberle provocado la ira con su conducta, al igual que la casa de Jeroboán, sino también por haber exterminado la casa de Jeroboán.

2 Reyes 17:10

erigieron estelas y aserás sobre todas las colinas elevadas y bajo todos los árboles frondosos;

2 Reyes 17:16

Abandonaron todos los preceptos de Yahveh, su Dios, y se hicieron dolos fundidos, los dos becerros, y también aserás, se postraron ante todo el ejército del cielo y dieron culto a Baal.

2 Crónicas 27:2

Hizo lo que es recto a los ojos de Yahveh, enteramente como lo hab a hecho su padre Oz as, excepto que no entró en el santuario de Yahveh. Pero el pueblo segu a corrompiéndose.

Isaías 17:8

No mirará a los altares, hechura de sus manos, y no verá lo que hicieron sus dedos: las aserás y las estelas solares.

Isaías 26:13

Yahveh, Dios nuestro, otros se ores distintos de ti nos dominaron; pero sólo recordamos tu nombre.

Isaías 37:19

y han entregado sus dioses al fuego, porque ésos no eran dioses, sino hechuras de manos de hombre, de madera y de piedra. Por eso los pudieron destruir.

Isaías 40:19

El dolo lo funde el artesano, el orfebre con oro lo recubre y con cadenillas de plata lo asegura.

Isaías 41:29

Mirad: son nada todos ellos, son nulidad sus obras, viento y vac o sus estatuas.

Isaías 57:5

que os enceláis entre terebintos, bajo cualquier árbol frondoso; que sacrificáis ni os en las torrenteras, bajo las grietas de las rocas?

Jeremías 1:16

Pronunciaré mis sentencias contra ellos por toda su maldad, pues me abandonaron, incensaron a dioses extra os y adoraron las obras de sus manos.

Jeremías 11:13

Pues cuantas son tus ciudades, tantos son tus dioses, Judá; y cuantas son las calles de Jerusalén, tantos son los altares que habéis erigido a la vergüenza, altares para incensar a Baal.

Jeremías 2:28

¿Dónde están tus dioses, los que te fabricaste? ¡Que se levanten, a ver si te salvan en el tiempo de tu desgracia! Pues cuantas son tus ciudades, tantos son tus dioses, Judá.

Oseas 12:11

Hablaré a los profetas, multiplicaré las visiones, y por medio de los profetas hablaré en parábolas.

Oseas 13:2

Ahora continúan pecando, se funden imágenes de plata, se inventan dolos, obras de simple artesan a. Les sacrifican corderos. ¡Hombres dan besos a becerros!

Oseas 14:3

Llevad preparadas las palabras y volved a Yahveh. Decidle: 'Perdona toda iniquidad, para que recibamos tus bienes, y te ofrezcamos el fruto de nuestros labios.

Oseas 8:6

Porque el becerro es obra de Israel: un art fice lo hizo, y no es Dios. Por eso será roto en pedazos el becerro de Samar a.

Miqueas 5:12

aniquilaré tus estatuas y tus estelas de en medio de ti, y ya no te postrarás ante la obra de tus manos;

Hechos 17:16

Mientras Pablo los esperaba en Atenas, se consum a su esp ritu en su interior al ver la ciudad repleta de dolos.

Deuteronomio 4:28

All serviréis a dioses de madera y piedra, hechos por mano de hombre, que no ven ni oyen, ni comen ni huelen.

Apocalipsis 9:20

El resto de los hombres, los que no fueron exterminados por estas plagas, no se convirtieron de las obras de sus manos, de modo que no dejaron de adorar a los demonios y a los dolos de oro y de plata y de bronce y de piedra y de madera, que no pueden ver ni o r ni andar.