Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Isaías 2:2 - Biblia Castilian 2003

2 Sucederá al fin de los d as que la monta a del templo de Yahveh estará asentada en la cumbre de los montes y se elevará por encima de los collados. Afluirán a ella todas las naciones,

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 En los últimos días, el monte de la casa del Señor será el más alto de todos, el lugar más importante de la tierra. Se levantará por encima de las demás colinas, y gente del mundo entero vendrá allí para adorar.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Al fin de los tiempos, el cerro de la Casa de Yavé será puesto sobre los altos montes y dominará los lugares más elevados.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Acontecerá en los postreros días Que el Monte de la Casa de YHVH será establecido en la cima de los montes, Y se alzará sobre los collados y acudirán° a él todas las naciones.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Sucederá al fin de los días que la montaña del templo de Yahveh estará asentada en la cumbre de los montes y se elevará por encima de los collados. Afluirán a ella todas las naciones,

Gade chapit la Kopi




Isaías 2:2
56 Referans Kwoze  

Jacob llamó a sus hijos, y les dijo: 'Reun os, y os anunciaré lo que sucederá en los tiempos venideros.


Yo sé que vive mi Defensor y que se alzará el último sobre el polvo.


al congregarse en uno los pueblos y los reinos para el servicio del Se or.


P deme y te daré por herencia las naciones, por posesión los confines de la tierra.


Los pobres comerán hasta saciarse, los que buscan al Se or lo alabarán: su corazón ha de vivir por siempre.


Recordarán y volverán hacia el Se or todos los confines de la tierra: ante él se postrarán las familias todas de las gentes.


Grande es el Se or y digno de alabanzas en la ciudad de nuestro Dios, su monte santo.


¿por qué miráis con ojos rudos, monta as de altos picos, al monte que el Se or eligió por su morada? ¡El Se or se estará en ella eternamente!


Desde un mar a otro mar dominará, desde el r o hasta el extremo de la tierra.


Los pueblos todos que has creado acudirán a postrarse ante ti y a dar gloria a tu nombre.


De los hijos de Coré. Salmo. Canto. Su fundamento está sobre los montes santos:


el Se or ama las puertas de Sión sobre todas las moradas de Jacob.


Sucederá en aquel d a; la ra z de Jesé se erguirá como estandarte de los pueblos, la buscarán las naciones, y gloriosa será su morada.


Yahveh Sebaot dará para todos los pueblos en este monte un banquete de manjares suculentos, un fest n de vinos generosos: manjares sabrosos, enjundiosos; vinos exquisitos, depurados.


Sucederá aquel d a: se tocará la trompeta gigante, y vendrán los perdidos en tierra de Asiria y los dispersos en tierra de Egipto, y adorarán a Yahveh en el monte santo, en Jerusalén.


Vosotros cantaréis como en noche de fiesta sagrada; será la alegr a de vuestro corazón como la de quien va con la flauta entrando por el monte de Yahveh a la Roca de Israel.


'No basta con que seas mi siervo, para levantar a las tribus de Jacob y hacer volver a los preservados de Israel. Voy a hacerte luz de las naciones, para que llegue mi salvación hasta los confines de la tierra'.


les daré en mi casa y en mis muros una marca y un nombre mejor que el de los hijos y las hijas. Un nombre les daré, que no se borrará.


los llevaré a mi santa monta a y los alegraré en mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptados sobre mi altar; porque mi casa es casa de oración, y as la llamarán todos los pueblos.


Caminarán las naciones hacia tu luz, los reyes hacia el fulgor de tu aurora.


Pero a vosotros, los que abandonáis a Yahveh, los que olvidáis mi santa monta a, los que preparáis una mesa a la Fortuna, los que lleváis vino aromático al Destino,


Traerán a todos vuestros hermanos de todas las naciones, como oblación a Yahveh en caballos, en carros y en literas, en mulos y en dromedarios, a mi santa monta a, a Jerusalén - dice Yahveh -, como traen los hijos de Israel la oblación en vasos puros al templo de Yahveh.


Y de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado vendrá todo mortal a postrarse ante m - dice Yahveh -.


Yahveh, mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en el d a de angustia, a ti vendrán naciones de los confines de la tierra y dirán: Sólo mentira heredaron nuestros padres, vanidad que de nada sirve.


La ira de Yahveh no cede hasta que realice y ejecute los planes de su corazón. Al fin de los d as lo comprenderéis.


'Miqueas de Moréset, que profetizó en tiempo de Ezequ as, rey de Judá, habló a todo el pueblo de Judá, diciendo: As habla Yahveh Sebaot: Sión será arada como un campo, Jerusalén reducida a un montón de ruinas, y el monte del templo a un cerro de maleza.


En aquel tiempo llamarán a Jerusalén trono de Yahveh, y en ella, en Jerusalén, se congregarán todas las naciones en nombre de Yahveh, y no seguirán más la obstinación de su malvado corazón.


La ira furibunda de Yahveh no cede hasta que realice y ejecute los planes de su corazón. Al fin de los d as lo comprenderéis'.


Vienen y exultan en la cima de Sión, afluyen a los bienes de Yahveh, al trigo, al vino y al aceite, a los corderos y a las vacas. Su alma será como jard n regado, y ya no volverán a languidecer.


Pero también cambiaré la suerte de Moab al fin de los d as' - oráculo de Yahveh -. Hasta aqu el juicio de Moab.


Visitaré a Bel en Babel y le sacaré de la boca lo que traga. Nunca más afluirán a él las naciones, hasta la muralla de Babilonia se desploma.


Avanzarás contra mi pueblo Israel como un nublado que cubre la tierra. Será en los últimos d as. Te traeré contra mi pa s, para que me conozcan las naciones cuando muestre mi santidad ante sus ojos por medio de ti, Gog'.


Me llevó en visiones divinas al pa s de Israel y me situó sobre un monte muy alto, encima del cual hab a, por la parte del mediod a, una construcción a manera de ciudad.


He venido para darte a conocer lo que le sucederá a tu pueblo al final de los tiempos, porque se trata aún de una visión para aquellos d as'.


pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios, y él ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá al fin de los d as. Tu sue o y las visiones de tu mente, las que tuviste mientras estabas en el lecho, son las siguientes:


Entonces se desmenuzaron también el hierro, la arcilla, el bronce, la plata y el oro, y quedaron como tamo de las eras en verano. El viento se los llevó sin dejar rastro alguno; mas la piedra que chocó contra la estatua se convirtió en una gran monta a que llenó toda la tierra.


tal como viste que una piedra, desprendida de la monta a sin intervención de mano alguna, pulverizó el hierro, el bronce, la arcilla, la plata y el oro. El Dios grande ha dado a conocer al rey lo que sucederá en el futuro. El sue o es verdadero y correcta su interpretación'.


Después se convertirán los hijos de Israel, buscarán a Yahveh, su Dios, y a David, su rey, y acudirán temerosos a Yahveh y a sus bienes, al fin de los tiempos.


Todo el pa s se cambiará en llanura, desde Gueba hasta Rimón en el Negueb. Pero Jerusalén se elevará y permanecerá en su lugar: desde la puerta de Benjam n hasta el emplazamiento de la puerta vieja, o sea, hasta la puerta del Ángulo, y desde la torre de Jananel hasta los lagares del rey.


Y Yahveh será rey sobre toda la tierra. Aquel d a Yahveh será único, y único será su nombre.


Vendrán pueblos numerosos y naciones poderosas a buscar a Yahveh Sebaot en Jerusalén y a aplacar la faz de Yahveh.


As dice Yahveh Sebaot: quiero volver a Sión y habitar en Jerusalén. Jerusalén se llamará Ciudad Fiel, y el monte de Yahveh Sebaot Monte Santo.


Entonces las naciones todas os llamarán dichosos, porque seréis un pa s de delicias - dice Yahveh Sebaot -.


Ahora, pues, que me voy a mi casa, ven y te anunciaré lo que este pueblo ha de hacer al tuyo en d as venideros'.


Y sucederá en los últimos d as - dice Dios - que derramaré mi esp ritu sobre toda carne. Profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas, y vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos so arán sue os.


Ten en cuenta que en los últimos d as se presentarán coyunturas dif ciles.


En estos últimos d as nos ha hablado por medio del Hijo, al que nombró heredero de todas las cosas, y por medio del cual creó también los mundos y los tiempos.


Ante todo, sabed que en los últimos d as vendrán hombres sarcásticos, que caminarán según sus propios deseos


Tocó el séptimo ángel. Y hubo grandes voces en el cielo que dec an: 'El reino del mundo ha pasado a nuestro Se or y a su Cristo. Él reinará por los siglos de los siglos'.


Luego vi tronos. A los que se sentaron en ellos se les dio poder de juzgar. Y vi las almas de los que hab an sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la Palabra de Dios, y a cuantos no hab an adorado la bestia ni su imagen, ni hab an recibido la marca en la frente ni en la mano. Volvieron a la vida y reinaron con Cristo por mil a os.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite