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Isaías 2:11 - Biblia Castilian 2003

11 Los ojos altivos del hombre serán abajados, la altaner a de los humanos será abatida, y sólo Yahveh será ensalzado en aquel d a.

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Biblia Reina Valera 1960

11 La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 El orgullo humano será rebajado, y la arrogancia humana será humillada. Solo el Señor será exaltado en aquel día de juicio.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 El hombre bajará sus ojos orgullosos y su soberbia se irá al suelo; sólo Yavé será exaltado aquel día.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Los ojos altivos del hombre serán abatidos, Y la soberbia de los hombres será humillada, Y sólo YHVH será exaltado en aquel día.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Los ojos altivos del hombre serán abajados, la altanería de los humanos será abatida, y sólo Yahveh será ensalzado en aquel día.

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Isaías 2:11
61 Referans Kwoze  

Tú, en efecto, redimes al humilde, y humillas a los de ojos altaneros.


al sincero te muestras tú sincero, con el doble te haces tortuoso.


Tú, en efecto, redimes al humilde y humillas a los de ojos altaneros.


Los unos con sus carros, los otros con caballos, nosotros invocando el nombre del Se or, nuestro Dios.


La guerra hace cesar en todos los confines, rompe arcos, quiebra lanzas y consume los carros en el fuego.


Desistid y sabed: Yo soy Yahveh, exaltado entre las gentes, exaltado en la tierra.


Levántate, el que gobiernas en la tierra, da su merecido a los soberbios.


Yahveh abomina los corazones altaneros; jamás quedarán sin castigo.


una raza de ojos altivos y párpados altaneros;


Ahora bien, cuando Yahveh haya acabado su obra en el monte de Sión y en Jerusalén, castigará el fruto del soberbio corazón del rey de Asiria y la arrogancia de sus ojos altaneros.


Aquel d a dirás: 'Te alabo, Yahveh, pues aunque te hab as enojado contra m, se calmó ya tu ira y me has consolado.


Aquel d a diréis: 'Alabad a Yahveh, invocad su nombre, anunciad en los pueblos sus obras, proclamad que su nombre es excelso.


Castigaré en el mundo el mal, en los malvados su culpa, truncaré la soberbia de los insolentes, el orgullo de los tiranos humillaré.


¡Pero al seol has sido derribado, en el extremo más hondo del pozo!


La altivez del hombre será doblegada, la altaner a de los humanos será abatida, y sólo Yahveh será ensalzado en aquel d a.


Yahveh Sebaot lo planeó para profanar el orgullo, para envilecer toda la gloria de todos los magnates del pa s.


Sucederá en aquel d a: Yahveh castigará al ejército de la altura en la altura, a los reyes de la tierra en la tierra;


Aquel d a se dirá: 'He aqu nuestro Dios, de quien esperamos que nos salve, éste es Yahveh en quien esperamos. Exultemos y gocemos en su salvación,


Aquel d a se cantará esta canción en la tierra de Judá: 'Ciudad fuerte la nuestra; para salvarla le han puesto murallas y antemuros.


Aquel d a será Yahveh Sebaot corona gloriosa, diadema espléndida para el resto de su pueblo;


Oirán aquel d a las palabras del libro los sordos, y sin tiniebla ni oscuridad los ojos de los ciegos verán.


Pero Yahveh espera para apiadarse de vosotros. Se alza para compadeceros; pues Yahveh es un Dios justo: dichosos todos los que esperan en él.


Él dará lluvia a la semilla de la sementera; el pan de la cosecha de la tierra será rico y sabroso. Pastará tu ganado aquel d a en anchas praderas.


¿A quién has escarnecido y ultrajado? ¿Contra quién elevaste la voz y alzaste, insolente, los ojos? ¡Contra el Santo de Israel!


Siete mujeres se asirán de un hombre, aquel d a, diciendo: 'Nuestro pan comeremos, nuestro vestido vestiremos; déjanos sólo llevar tu nombre, quita nuestro oprobio'.


Reduce a la nada a los potentados, a los jueces de la tierra en vac o convierte;


Por eso, mi pueblo conocerá mi nombre, comprenderá aquel d a que yo era quien dec a: '¡Aqu estoy!''.


¿Es una hiena mi heredad para m, que en torno suyo se congregan las aves de rapi a? Id, juntad todas las fieras del campo, traedlas al banquete.


'Mirad que vienen d as - oráculo de Yahveh - en que castigaré a todos los circuncidados que siguen siendo incircuncisos:


'Profetiza, pues, hijo de hombre y di a Gog: 'As dice el Se or Yahveh: ¿no es verdad que aquel d a, cuando mi pueblo Israel viva tranquilo, te pondrás en camino?'


en mi celo, en mi ardiente cólera declaro: ciertamente, en aquel d a habrá un gran terremoto en la tierra de Israel.


'Aquel d a daré a Gog para sepultura un lugar famoso en Israel, el valle de Abar n, al oriente del mar, que cierra el paso a los viajeros. All enterrarán a Gog y a toda su horda; y se le llamará valle de la Horda de Gog.


La casa de Israel sabrá desde aquel d a en adelante que yo soy Yahveh, su Dios.


'Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, ensalzo y glorifico al rey del cielo, cuyas obras son todas verdad, sus caminos justicia y puede humillar a los que caminan con soberbia.'


Pero ahora yo la voy a seducir: la llevaré al desierto y le hablaré al corazón.


En aquel d a - oráculo de Yahveh - me llamará: 'Esposo m o', y no me llamará más: 'Baal m o'.


Yo seré tu esposo para siempre, yo seré tu esposo en justicia y derecho, en amor y misericordia;


Aquel d a levantaré la caba a ca da de David: repararé sus brechas y reconstruiré sus ruinas; la restableceré como en los d as de anta o,


¿Es que en aquel d a - oráculo de Yahveh - no destruiré a los sabios de Edom y a los prudentes de la monta a de Esaú?


Por eso, as dice Yahveh: 'Mirad que yo estoy tramando contra esta familia un mal del que no podréis apartar el cuello. No andaréis ya erguidos, pues será un tiempo de desdichas.


Aquel d a - oráculo de Yahveh - recogeré a la oveja coja, traeré a la extraviada, a la que yo hab a maltratado.


aniquilaré las ciudades de tu pa s y arrasaré todas tus fortalezas;


Aquel d a, ya no tendrás que avergonzarte de tantas rebeld as cometidas contra m, porque yo quitaré de en medio de ti a tus vanidosos fanfarrones, y no volverás ya a engre rte por mi santo monte.


Aquel d a se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión! ¡No desfallezcan tus manos!


Aquel d a, Yahveh, su Dios, los librará como a reba o de su pueblo; como piedras de diadema fulgirán en su tierra.


Os digo que éste descendió a su casa justificado, y aquél no; porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado'.


Quien quiera ufanarse, que se ufane en el Se or.


y toda altivez que se alza contra el conocimiento de Dios; apresamos todo pensamiento para someterlo a Cristo,


cuando venga, aquel d a, a recibir la gloria en medio de su pueblo santo y a ser admirado por todos los que creyeron, pues de hecho vosotros cre steis en nuestro testimonio.


De igual modo, vosotros, jóvenes, someteos a los presb teros. Revest os todos de humildad en servicio mutuo, porque Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.


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