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Isaías 14:1 - Biblia Castilian 2003

1 Yahveh se compadecerá de Jacob, elegirá de nuevo a Israel y los asentará en su pa s. El forastero se les unirá y se asociará a la casa de Jacob.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Porque Jehová tendrá piedad de Jacob, y todavía escogerá a Israel, y lo hará reposar en su tierra; y a ellos se unirán extranjeros, y se juntarán a la familia de Jacob.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Pero el Señor tendrá misericordia de los descendientes de Jacob y una vez más elegirá a Israel como su pueblo especial. Lo hará regresar para que se establezca otra vez en su propia tierra. Y gente de varias naciones vendrá para encontrarse con ellos y unirse al pueblo de Israel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Sí, Yavé se compadecerá de Jacob, dará su preferencia a Israel y volverá a instalarlo en su patria. El extranjero seguirá también sus pasos y se juntará a los de la familia de Jacob.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Sí, YHVH tendrá misericordia de Jacob, Él volverá a escoger a Israel. Y los hará reposar en su propia tierra; Los extranjeros se juntarán a ellos, Y se unirán a la casa de Jacob.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Yahveh se compadecerá de Jacob, elegirá de nuevo a Israel y los asentará en su país. El forastero se les unirá y se asociará a la casa de Jacob.

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Isaías 14:1
65 Referans Kwoze  

En cada provincia y en cada ciudad, dondequiera llegaba la orden del rey y su edicto, hab a entre los jud os regocijo y alegr a, banquete y d a de fiesta. Muchos de los habitantes del pa s se hicieron jud os, porque el temor a los jud os se hab a apoderado de ellos. En el duodécimo mes, que es el mes de Adar, el d a trece del mes, cuando deb an ser ejecutados la orden del rey y su edicto, en ese d a en que los enemigos de los jud os esperaban adue arse de ellos, la situación experimentó un vuelco radical, pues fueron los jud os quienes se adue aron de los que los odiaban.


Pero tú, Se or, permaneces para siempre, por todas las edades tu memoria.


Tú te levantarás, te apiadarás de Sión, pues es tiempo de tener piedad de ella, ha llegado ya la hora.


Por tu lealtad, suprime a mi enemigo, destruye al que me acosa, pues yo soy tu servidor.


Tiene en cuenta su amor y lealtad a la casa de Israel. Los confines todos de la tierra son testigos del triunfo liberador de nuestro Dios.


Aquel d a, habrá cinco ciudades en el pa s de Egipto que hablarán la lengua de Canaán y que jurarán por Yahveh Sebaot. A una de ellas se la llamará Ciudad del Sol.


Oráculo contra el desierto del mar. Como torbellinos que atraviesan el Négueb, vienen del desierto, de tierra horrible.


En el futuro arraigará Jacob, germinará y florecerá Israel y llenarán de fruto la faz del mundo.


Pero tú, Israel, siervo m o, Jacob a quien eleg, estirpe de Abrahán, mi amigo,


tú, a quien tomé de los confines de la tierra, a quien llamé desde sus extremos más remotos, a quien dije: 'Eres mi siervo', yo te eleg y no te he rechazado:


Ahora escucha, Jacob, siervo m o, Israel, a quien eleg.


As dice Yahveh: 'Las ganancias de Egipto y el tráfico de Cus, y los sabeos, de alta estatura, a ti pasarán y serán tuyos; en pos de ti irán, con cadenas pasarán, ante ti se postrarán y te suplicarán: 'Sólo en ti hay Dios y nadie más, ningún dios''.


Baja, siéntate en el polvo, virgen, hija de Babel; siéntate en el suelo, sin trono, hija de los caldeos; que ya no te llamarán la mimada, la delicada.


No tendrán hambre ni sed, no los herirá el bochorno ni el sol, pues quien se apiada de ellos los gu a, y a los manantiales de agua los conduce.


Aclama, cielo, exulta, tierra, prorrumpid, montes, en júbilo; porque Yahveh consuela a su pueblo y de sus pobres se apiada.


¿Olvida una mujer a su ni o, una madre al hijo de sus entra as? Pues aunque ellas lo olvidaran, yo no me olvidar a de ti.


Pues as dice Yahveh: 'Incluso el prisionero se le arrebatará al héroe y el bot n se le escapará al tirano. Pero yo contenderé con tus contendientes y a tus hijos yo mismo salvaré.


(7a) As dice Yahveh, redentor de Israel, su Santo, al despreciado en el alma, al aborrecido de las gentes, al siervo de los tiranos:


que a derecha y a izquierda te extenderás, tu estirpe poseerá naciones, y ciudades desiertas poblará.


Abandone el imp o su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vuelva a Yahveh, que se apiada de él, y a nuestro Dios, que perdona continuamente.


Que no diga el extranjero que se ha asociado a Yahveh: 'Me separará totalmente Yahveh de su pueblo'. Que no diga el eunuco: '¡Ay! Soy un le o seco'.


Extranjeros construirán tus murallas, y sus reyes se pondrán a tu servicio; pues en mi furor te golpeé, pero en mi clemencia me apiado de ti.


Caminarán hacia ti encorvados los hijos de tus opresores, se postrarán a las plantas de tus pies todos los que te despreciaban, y te llamarán ciudad de Yahveh, Sión del Santo de Israel.


Traerán a todos vuestros hermanos de todas las naciones, como oblación a Yahveh en caballos, en carros y en literas, en mulos y en dromedarios, a mi santa monta a, a Jerusalén - dice Yahveh -, como traen los hijos de Israel la oblación en vasos puros al templo de Yahveh.


sino: '¡Por vida de Yahveh, que sacó a los israelitas del pa s del norte y de todos los pa ses adonde los hab a expulsado!'. Pues los volveré al territorio que di a sus padres.


cuando me busquéis con todo vuestro corazón, me dejaré hallar por vosotros - oráculo de Yahveh -, cambiaré vuestra suerte, os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os he expulsado - oráculo de Yahveh - y os volveré al lugar de donde os he desterrado.


Sucederá en aquel d a - oráculo de Yahveh Sebaot - que romperé el yugo de su cuello y quebraré sus coyundas. No lo esclavizarán ya extranjeros;


Volveré a edificarte y serás reedificada, virgen de Israel; volverás a adornarte con tus tambores y saldrás al corro de gentes jubilosas.


As dice Yahveh Sebaot: 'Están oprimidos los hijos de Israel, y con ellos los hijos de Judá. Todos los que los deportaron los retienen, se niegan a soltarlos.


Estamos avergonzados, porque hemos o do el ultraje, la ignominia ha cubierto nuestros rostros, porque entraron extranjeros en los santos lugares del templo de Yahveh.


Pero recordaré mi alianza, la que hice contigo en los d as de tu juventud, y estableceré en favor tuyo una alianza eterna.


Lo sortearéis como propiedad hereditaria entre vosotros y entre los forasteros que residen con vosotros y que hayan engendrado hijos entre vosotros, porque serán para vosotros como israeltias nativos. Junto con vosotros participarán en las suertes de la propiedad hereditaria entre las tribus de Israel.


Proclama además: as dice Yahveh Sebaot: volverán a rebosar de bienes mis ciudades, Yahveh se compadecerá aún de Sión y elegirá otra vez a Jerusalén'.


Porque desde el lugar por donde sale el sol hasta el lugar de su ocaso, mi nombre es grande entre las naciones; y en todo lugar, un sacrificio humeante, una oblación pura, se ofrece a mi nombre, porque grande es mi nombre entre las naciones - dice Yahveh Sebaot -.


Tomó bajo su amparo a su siervo Israel, acordándose de su misericordia,


luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel'.


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