Isaías 1:30 - Biblia Castilian 2003

³⁰ Pues seréis como terebinto de follaje marchito, y como jard n que carece de agua.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³⁰ Porque seréis como encina a la que se le cae la hoja, y como huerto al que le faltan las aguas.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁰ Serás como un gran árbol con las hojas marchitas, como un jardín sin agua.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁰ Pues ustedes serán como una encina a la que se le caen las hojas, y como un jardín al que le falta agua.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁰ Porque seréis como encina de hoja seca, Y como huerto al que le faltan aguas.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁰ Pues seréis como terebinto de follaje marchito, y como jardín que carece de agua.

Isaías 1:30 Referans Kwoze

Génesis 12:6

atravesó Abrán la tierra hasta la localidad de Siquén, hasta la encina de Moré. En aquel entonces el pa s estaba habitado por los cananeos.

Isaías 5:6

Haré de ella un erial: no se podará ni escardará, crecerán cardos y abrojos; mandaré a las nubes que no lluevan sobre ella.

Isaías 58:11

Te guiará Yahveh continuamente y saciará en eriales tu apetito; rejuvenecerá tus huesos; y serás como jard n regado, como hontanar de aguas, cuya vena nunca falla.

Isaías 64:5

Éramos impuros todos nosotros, como ropa sucia nuestras obras justas. Como hojarasca nos marchitamos todos nosotros, nuestras culpas nos arrastran como el viento.

Isaías 64:6

Nadie invocaba tu nombre ni se animaba para asirse a ti; escondiste tu rostro de nosotros, nos hiciste tropezar por culpa nuestra.

Jeremías 31:12

Vienen y exultan en la cima de Sión, afluyen a los bienes de Yahveh, al trigo, al vino y al aceite, a los corderos y a las vacas. Su alma será como jard n regado, y ya no volverán a languidecer.

Ezequiel 17:24

Y sabrán todos los árboles del campo que yo, Yahveh, humillo al árbol elevado y elevo al árbol humilde, seco al árbol verde y reverdezco al árbol seco. Yo, Yahveh, lo he dicho y lo haré.'

Mateo 21:19

Y al ver junto al camino una higuera, se acercó a ella; pero no encontró más que hojas. Entonces le dice: '¡Nunca jamás brote de ti fruto alguno!'. Y al punto se secó la higuera.