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Hechos 8:27 - Biblia Castilian 2003

27 Se levantó y partió. Un et ope, eunuco, alto funcionario de Candace, reina de los et opes, que estaba al frente de todos sus tesoros, hab a venido a Jerusalén a adorar.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

27 Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Entonces él emprendió su viaje y se encontró con el tesorero de Etiopía, un eunuco de mucha autoridad bajo el mando de Candace, la reina de Etiopía. El eunuco había ido a Jerusalén a adorar

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Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Felipe se levantó y se puso en camino. Y justamente pasó un etíope, un eunuco de Candaces, reina de Etiopía, un alto funcionario al que la reina encargaba la administración de su tesoro. Había ido a Jerusalén a rendir culto a Dios

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 Y levantándose, fue. Y he aquí un hombre etíope, eunuco, funcionario de Candace, reina de los etíopes, el cual estaba sobre todo su tesoro, quien había ido a adorar° a Jerusalem,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Se levantó y partió. Un etíope, eunuco, alto funcionario de Candace, reina de los etíopes, que estaba al frente de todos sus tesoros, había venido a Jerusalén a adorar.

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Hechos 8:27
25 Referans Kwoze  

La reina de Sabá tuvo noticia de la fama de Salomón y fue para ponerlo a prueba con enigmas.


Ordena, oh Dios, conforme a tu potencia - la potencia, Se or, con que has obrado por nosotros,


Amenaza tú a la bestia de las ca as, la banda de los búfalos, los toros de los pueblos, que se sometan como vasallos tributarios; dispersa las naciones que se complacen en la guerra.


'Yo cuento a Ráhab y a Babel entre los que me conocen; tirios y filisteos e incluso et opes han nacido all '.


En aquel tiempo se llevarán dones a Yahveh Sebaot de parte del pueblo esbelto y bronceado, de parte del pueblo temible ahora y siempre, nación vigorosa y dominante, cuya tierra atraviesan canales: al lugar del nombre de Yahveh Sebaot, al monte Sión.


¡Entrégalos! - diré al norte -. ¡No los retengas!, al sur. Traeré a mis hijos desde lejos, a mis hijas del conf n de la tierra,


As dice Yahveh: 'Las ganancias de Egipto y el tráfico de Cus, y los sabeos, de alta estatura, a ti pasarán y serán tuyos; en pos de ti irán, con cadenas pasarán, ante ti se postrarán y te suplicarán: 'Sólo en ti hay Dios y nadie más, ningún dios''.


Caminarán las naciones hacia tu luz, los reyes hacia el fulgor de tu aurora.


Un sin fin de camellos te cubrirá, dromedarios de Madián y de Efá. Todos ellos vendrán de Sabá, oro e incienso transportarán y pregonarán las alabanzas de Yahveh.


Pondré entre ellas una se al y enviaré salvados de ellas a las naciones: a Tarsis, Put y Lud, a Mésec y Ros, a Tubal y Yaván, y a las islas lejanas que no han tenido noticia de m ni han visto mi gloria. Ellos anunciarán mi gloria en las naciones.


¿Cambia un negro su piel, o una pantera sus manchas? ¡Entonces podr ais obrar bien, vosotros habituados a obrar mal!


El cusita Ebedmélec, eunuco residente en el palacio real, oyó que hab an echado a Jerem as en la cisterna. El rey se encontraba entonces en la puerta de Benjam n.


'Vete a decir al cusita Ebedmélec lo siguiente: as dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: mira: voy a cumplir mis palabras acerca de esta ciudad para mal y no para bien. Se cumplirán ante ti en aquel d a.


Desde más allá de los r os de Etiop a mis adoradores, mis hijos dispersos, me traerán sus ofrendas.


La reina del sur comparecerá en el juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino desde los confines de la tierra para o r la sabidur a de Salomón, y aqu hay uno que es más que Salomón.


Hab a all, entre los que hab an subido para adorar en la fiesta, un grupo de griegos.


Iba de regreso y, sentado sobre su carro, le a al profeta Isa as.


Tampoco están en la otra punta del mar, para que se diga: '¿Quién pasará por nosotros al otro lado del mar para que nos los traiga y nos los dé a conocer y los pongamos por obra?'.


Por la fe Abrahán obedeció cuando se le llamó para ir a un lugar que iba a recibir en herencia, y salió sin saber adónde iba.


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