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Hechos 3:19 - Biblia Castilian 2003

19 Arrepent os, pues, y convert os, para que sean borrados vuestros pecados,

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Biblia Reina Valera 1960

19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Ahora pues, arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios para que sus pecados sean borrados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Arrepiéntanse, pues, y conviértanse, para que sean borrados sus pecados. Así el Señor hará llegar el tiempo del alivio,

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados° vuestros pecados;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Arrepentíos, pues, y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados,

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Hechos 3:19
73 Referans Kwoze  

Cuanto dista el oriente del ocaso, as aleja él de nosotros nuestras culpas.


No me arrojes de tu vista ni retires de m tu santo aliento.


Purif came tú con el hisopo y seré puro, lávame tú y quedaré más blanco que la nieve.


Yo soy, yo soy quien borra por mi amor tus transgresiones, y de tus pecados no me acuerdo.


Disipé como niebla tus culpas, como un nublado tus pecados. Vuelve a m, que te he redimido.


Por ella volverán los salvados por Yahveh. Vendrán a Sión con júbilo, habrá eterna alegr a sobre sus cabezas. Alegr a y gozo serán su compa a, pesadumbre y gemido se alejarán.


Embrutece el corazón de este pueblo, endurece sus o dos, ciega sus o dos, para que sus ojos no vean, ni oigan sus o dos, ni entienda su corazón y no se convierta y se cure'.


para alegrar a los enlutados de Sión; para darles corona en vez de ceniza, óleo de alegr a en vez de luto, canto de alabanza en vez de apocamiento. Se les llamará terebintos de justicia, plantación de Yahveh para gloria suya.


Será conocida en las naciones su estirpe y sus vástagos en los pueblos; cuantos los vean los reconocerán, pues son una estirpe que bendijo Yahveh.


A ver si la casa de Israel atiende a todas las desgracias que proyecto hacerles, de tal manera que se convierta cada uno de su mala conducta y as les perdone su culpa y su pecado'.


En aquellos d as y en aquel tiempo - oráculo de Yahveh -, se buscará la culpa de Israel y no la habrá, y los pecados de Judá y no se hallarán, porque perdonaré al resto que yo deje.


Examinemos nuestra conducta, revisémosla Nun y convirtámonos a Yahveh.


Conviértenos a ti, Yahveh, y nos convertiremos; renueva nuestros d as como anta o,


Diles: por mi vida - oráculo del Se or Yahveh -, que no me complazco en la muerte del malvado, sino en que el malvado se convierta de su conducta y viva. Convert os, convert os de vuestra mala conducta. ¿Por qué queréis morir, casa de Israel?'


Como está escrito en la ley de Moisés, cayó sobre nosotros toda esta calamidad, y no aplacamos la faz de Yahveh, nuestro Dios, convirtiéndonos de nuestras iniquidades y prestando atención a tu verdad.


Vuelve, Israel, a Yahveh, tu Dios, porque has tropezado por tu culpa.


rasgad vuestros corazones y no vuestros vestidos, y convert os a Yahveh, vuestro Dios, porque él es clemente y misericordioso, tardo a la cólera, rico en piedad, y se arrepiente del da o que causa.


Porque el corazón de este pueblo se ha embotado, con sus o dos pesadamente oyeron, y cerraron sus ojos; no sea que vean con sus ojos y oigan con sus o dos y entiendan con su corazón y se conviertan, y que yo los sane.


y les dijo: 'Os aseguro que, si no cambiáis y os hacéis como ni os, no entraréis en el reino de los cielos.


hará que muchos hijos de Israel vuelvan al Se or, su Dios;


Pero él lo negó: 'No lo conozco, mujer'.


Los reunidos le preguntaban: 'Se or, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino a Israel?'.


Al o r esto, se tranquilizaron y glorificaron a Dios diciendo: 'Según esto, Dios ha dado también a los gentiles la conversión que conduce a la vida''.


La mano del Se or estaba con ellos y fue grande el número de los que, abrazando la fe, se convirtieron al Se or.


Ellos, pues, provistos por la iglesia de lo necesario para el viaje, atravesaron Fenicia y Samar a, refiriendo la conversión de los gentiles y proporcionando una gran alegr a a todos los hermanos.


Él hizo provenir de uno a todo el linaje humano para que poblara toda la faz de la tierra; él fijó los tiempos determinados y los l mites habitables,


Pedro les respondió: 'Convert os, y que cada uno de vosotros se bautice en el nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados, y recibiréis el don del Esp ritu Santo;


Porque el corazón de este pueblo se ha embotado, y con los o dos pesadamente oyeron, y cerraron sus ojos; no sea que vean con sus ojos y oigan con sus o dos, y entiendan con su corazón y se conviertan, y que yo los cure.


para que lleguen, de parte del Se or, los tiempos del consuelo y él os env e al Mes as que os estaba destinado, es decir, Jesús,


a quien el cielo debe retener hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas desde antiguo.


No quiero, hermanos, para que no presumáis de vosotros mismos, que ignoréis este misterio: que el endurecimiento parcial de Israel se prolongará hasta que entre la totalidad de los gentiles.


cuando venga, aquel d a, a recibir la gloria en medio de su pueblo santo y a ser admirado por todos los que creyeron, pues de hecho vosotros cre steis en nuestro testimonio.


mientras que vosotros, los atribulados, encontraréis, junto con nosotros, el debido reposo, cuando el Se or Jesús aparezca bajando del cielo con sus poderosos ángeles,


suave al instruir a los contrarios, por si acaso Dios les concede que se conviertan, reconozcan la verdad


As, pues, temamos, no sea que, aun quedando en pie la promesa de entrar en el descanso de Dios, alguno de vosotros se encuentre con que ha llegado tarde.


Estabais extraviados como ovejas, pero ahora os habéis vuelto al pastor y obispo de vuestras almas.


Una cosa no debe quedaros oculta, queridos hermanos: que un d a es ante el Se or como mil a os y mil a os como un d a.


Enjugará toda lágrima de sus ojos y la muerte ya no existirá, ni existirán ya ni llanto ni lamentos ni trabajos, porque las cosas de antes ya han pasado'.


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