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Hechos 23:9 - Biblia Castilian 2003

9 Se alzó, pues, un griter o inmenso. Se pusieron en pie algunos escribas del partido de los fariseos y declararon con firmeza: 'No encontramos nada malo en este hombre. ¿Y si le ha hablado un esp ritu o un ángel?'.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Y hubo un gran vocerío; y levantándose los escribas de la parte de los fariseos, contendían, diciendo: Ningún mal hallamos en este hombre; que si un espíritu le ha hablado, o un ángel, no resistamos a Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Así que hubo un gran alboroto. Algunos de los maestros de la ley religiosa que eran fariseos se levantaron de un salto y comenzaron a discutir enérgicamente. «Nosotros no encontramos nada malo en él —gritaban—. Tal vez algún espíritu o ángel le habló».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Se armó, pues, un enorme griterío. Algunos maestros de la Ley que eran del partido de los fariseos se pusieron en Pie, afirmando: 'Nosotros no hallamos nada malo en este hombre. Tal vez le haya hablado un espíritu o un ángel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Se produjo entonces un griterío enorme. Se levantaron algunos de los escribas de la secta de los fariseos y protestaban violentamente, diciendo: No hallamos nada malo en este hombre. ¿Y si acaso le ha hablado° un espíritu o un ángel?°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Se alzó, pues, un griterío inmenso. Se pusieron en pie algunos escribas del partido de los fariseos y declararon con firmeza: 'No encontramos nada malo en este hombre. ¿Y si le ha hablado un espíritu o un ángel?'.

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Hechos 23:9
23 Referans Kwoze  

Si Yahveh se complace en la conducta de un hombre, lo reconciliará hasta con sus mismos enemigos.


Los pr ncipes y todo el pueblo dijeron entonces a los sacerdotes y a los profetas: 'Este hombre no merece pena de muerte, porque nos ha hablado en nombre de Yahveh, vuestro Dios.


Los escribas y fariseos, al ver que com a con pecadores y publicanos, dec an a sus disc pulos: '¿Pero es que come con publicanos y pecadores?'.


Insistió Pilato por tercera vez.'¿Pues qué mal ha hecho éste? Yo no he encontrado en él ningún delito de muerte; as que le daré un escarmiento y lo pondré en libertad'.


Dijo luego Pilato a los pont fices y al pueblo: 'Yo no encuentro delito alguno en este hombre'.


Los fariseos y sus escribas murmuraban y dec an a los disc pulos: '¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores?'.


Al o rla, la gente que all estaba dec a que hab a sido un trueno. Otros dec an: 'Es que un ángel le ha hablado'.


Si, pues, Dios les otorgó el mismo don que a nosotros cuando cre mos en el Se or Jesucristo, ¿quién era yo para poder imped rselo a Dios?


Pero me sucedió que, mientras iba de camino y me acercaba a Damasco, a eso del mediod a, súbitamente me rodeó una gran luz del cielo.


Ca a tierra y o una voz que me dec a: 'Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?'.


Hallé que era acusado por cuestiones de su ley, pero que no ten a delito alguno digno de muerte o de cárcel.


Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángeles, ni esp ritus, mientras que los fariseos creen en todo eso.


Yo no he descubierto que haya cometido nada digno de muerte; pero, como él mismo ha apelado al César, he decidido enviarlo.


y, al retirarse, comentaban unos con otros: 'Nada digno de muerte o de cárcel ha hecho este hombre'.


Pues esta noche se me ha aparecido un ángel del Dios a quien pertenezco y doy culto,


pero, si es cosa de Dios, no lograréis destruirlos. Y no vayáis a encontraros con que estáis en lucha contra Dios'. Siguieron este parecer.


ca do en tierra, oyó una voz que le dec a: 'Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?'.


¿O es que vamos a provocar a celos al Se or? ¿Somos acaso más fuertes que Él?


Él les dijo: 'Yahveh es testigo contra vosotros mismos, y su ungido también es testigo hoy, de que no habéis hallado nada en mis manos'. Y ellos respondieron: '¡Es testigo!'.


Cuando terminó David de decir estas palabras a Saúl, Saúl exclamó: '¿Es tuya esta voz, hijo m o David?'. Y Saúl levantó la voz, y rompió a llorar.


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