Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Hechos 2:24 - Biblia Castilian 2003

24 Pero Dios lo resucitó rompiendo las ataduras de la muerte, pues no era posible que la muerte lo retuviera en su poder.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

24 pero Dios lo liberó de los terrores de la muerte y lo volvió a la vida, pues la muerte no pudo retenerlo bajo su dominio.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Pero Dios lo libró de los dolores de la muerte y lo resucitó, pues no era posible que quedase bajo el poder de la muerte.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

24 al cual Dios levantó,° sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuera retenido por ella.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Pero Dios lo resucitó rompiendo las ataduras de la muerte, pues no era posible que la muerte lo retuviera en su poder.

Gade chapit la Kopi




Hechos 2:24
45 Referans Kwoze  

Ah Se or, que soy tu siervo, soy tu siervo, nacido de tu esclava, al que tú has desatado las cadenas.


Pero él no piensa as, no opina as su corazón; que su intención es destruir y aniquilar no pocas naciones.


Destruirá la muerte para siempre. Enjugará el Se or Yahveh las lágrimas de todos los rostros; el oprobio de su pueblo quitará de toda la tierra. As lo ha dicho Yahveh.


Revivirán tus muertos, tus cadáveres se levantarán, se despertarán, exultarán los moradores del polvo; pues roc o de luces es tu roc o, y la tierra echará de su seno las sombras'.


Plugo a Yahveh aplastarlo con dolencias. Ofreció su vida como sacrificio expiatorio, verá descendencia, prolongará sus d as; y el querer de Yahveh se logrará por su mano.


¿Los libraré del poder del seol, los rescataré de la muerte? ¿Dónde está, muerte, tu peste? ¿Dónde, seol, tu epidemia? La compasión se aparta de mis ojos.


y le dijeron: 'Se or, nos hemos acordado de que aquel impostor, cuando todav a viv a, dijo: 'A los tres d as resucitaré'.


Nadie me la quita, sino que yo por m mismo la doy; tengo poder para darla y tengo poder para recobrarla. Éste es el mandato que he recibido de mi Padre.'


Si llamó dioses a aquellos a quienes les fue dirigida la palabra de Dios - y no puede rechazarse la Escritura -,


Por eso no pod an creer, porque ya también dijo Isa as:


Pues todav a no hab an entendido la Escritura: que él ten a que resucitar de entre los muertos.


'Hermanos, era preciso que se cumpliera la sentencia de la Escritura que por boca de David predijo el Esp ritu Santo acerca de Judas, convertido en gu a de los que prendieron a Jesús.


Pero Dios lo resucitó de entre los muertos,


Pero éste, a quien Dios resucitó, no ha experimentado corrupción.


ya que ha fijado un d a en el que habrá de juzgar al mundo entero según justicia por medio de un hombre a quien ha designado y por quien ha dado a todos garant a al resucitarlo de entre los muertos'.


A este Jesús, Dios lo resucitó, y todos nosotros somos testigos de ello.


al paso que disteis muerte al autor de la vida, a quien Dios resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.


Para vosotros, en primer lugar, ha suscitado Dios a su siervo y lo ha enviado para bendeciros, a condición de que cada uno se aparte de sus maldades.'


sabed todos vosotros y todo el pueblo de Israel que este hombre se presenta ante vosotros sano en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos.


El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros disteis muerte colgándolo de un madero.


Porque si confiesas con tus labios que Jesús es Se or y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo.


Porque para esto Cristo murió y retornó a la vida: para ser Se or tanto de los muertos como de los vivos.


sino también en favor de nosotros, a quienes la fe se nos va a tener en cuenta, pues creemos en aquel que resucitó a Jesús nuestro Se or de entre los muertos,


Pues por medio del bautismo fuimos juntamente con él sepultados en su muerte, para que, as como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, as también nosotros caminemos en una vida nueva.


Y si el Esp ritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo dará vida también a vuestros cuerpos mortales por medio de ese Esp ritu suyo que habita en vosotros.


¿Quién podrá condenar? Pero es que, además, Cristo [Jesús], el que murió, mejor aún, el resucitado, el que está a la diestra de Dios, aboga en favor nuestro.


Pues bien, si se proclama que Cristo ha sido resucitado de entre los muertos, ¿cómo es que algunos de vosotros dicen que no hay resurrección de muertos?


y resulta que hasta somos falsos testigos de Dios, porque hemos dado testimonio en contra de Dios, afirmando que él resucitó a Cristo, al que no resucitó, si es verdad que los muertos no resucitan.


Pero no. Cristo ha sido resucitado de entre los muertos, primicias de los que han muerto.


que fue sepultado y que al tercer d a fue resucitado según las Escrituras;


Y as como Dios resucitó al Se or, as también nos resucitará a nosotros por su poder.


sabiendo que el que resucitó al Se or Jesús, nos resucitará también a nosotros con Jesús y nos presentará juntamente con vosotros.


Pablo, apóstol, no de parte de los hombres ni por mediación de hombre alguno, sino por mediación de Jesucristo y de Dios Padre que lo resucitó de entre los muertos,


que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo,


sepultados juntamente con él en el bautismo, y por cuya acción fuisteis con él resucitados por medio de la fe en la acción de Dios que lo resucitó de entre los muertos.


y para esperar la vuelta del cielo de su Hijo, a quien resucitó de entre los muertos, a Jesús, que nos libra de la ira venidera.


El Dios de la paz, que levantó de entre los muertos a nuestro Se or Jesús, el gran pastor de las ovejas, por la sangre de la alianza eterna,


Y como los hijos comparten la sangre y la carne, de igual modo él participó de ambas, para que as, por la muerte, destruyera al que ten a el dominio de la muerte, o sea, al diablo,


los que por él creéis en Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio la gloria, de modo que vuestra fe y esperanza estén puestas en Dios.


y el que vive. Estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite