Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Hechos 2:22 - Biblia Castilian 2003

22 O d, israelitas, estas palabras: a Jesús de Nazaret, hombre acreditado por Dios ante vosotros con milagros, prodigios y se ales que por él realizó Dios entre vosotros, como bien sabéis;

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

22 Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis;

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

22 »Pueblo de Israel, ¡escucha! Dios públicamente aprobó a Jesús de Nazaret al hacer milagros poderosos, maravillas y señales por medio de él, como ustedes bien saben;

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Israelitas, escuchen mis palabras: Dios acreditó entre ustedes a Jesús de Nazaret. Hizo que realizara entre ustedes milagros, prodigios y señales que ya conocen.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

22 Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con maravillas° y prodigios y señales milagrosas, que Dios hizo por medio de Él entre vosotros, como también vosotros sabéis;

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Oíd, israelitas, estas palabras: a Jesús de Nazaret, hombre acreditado por Dios ante vosotros con milagros, prodigios y señales que por él realizó Dios entre vosotros, como bien sabéis;

Gade chapit la Kopi




Hechos 2:22
42 Referans Kwoze  

No temas, gusanillo de Jacob, larva de Israel. 'Yo te ayudo', dice Yahveh; tu redentor es el Santo de Israel.


Pero si yo expulso los demonios en virtud del Esp ritu de Dios, es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.


y se fue a vivir a una ciudad llamada Nazaret. Se cumplió as lo anunciado por los profetas: que ser a llamado Nazareno.


Al ver esto, la multitud quedó sobrecogida de temor y glorificaron a Dios por haber dado tal poder a los hombres.


Pero si yo expulso los demonios por el dedo de Dios, es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.


Le contestaron que estaba pasando por all Jesús de Nazaret.


Y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: '¿Pero eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabe lo sucedido all en estos d as?'.


Felipe se encuentra con Natanael y le dice: 'Hemos encontrado a aquel de quien escribieron Moisés, en la ley, y los profetas: a Jesús, hijo de José, el de Nazaret'.


Si no realizo las obras de mi Padre, no me creáis;


Los pont fices y los fariseos reunieron el sanedr n y dec an: '¿Qué hacemos, en vista de que este hombre realiza tantas se ales?


La gente que hab a estado con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro y lo resucitó de entre los muertos daba testimonio a su favor.


Si yo no hubiera hecho entre ellos obras que ningún otro ha realizado no ser an culpables; ahora, aunque las han visto, nos han odiado tanto a m como a mi Padre.


Pilato escribió también un letrero y lo puso encima de la cruz. En él estaba escrito: JESÚS EL NAZARENO, EL REY DE LOS JUDÍOS.


Éste fue de noche a ver a Jesús y le dijo: ' Rabb, nosotros lo sabemos: tú has venido de parte de Dios en calidad de maestro. Porque nadie puede hacer esas se ales que tú haces, si Dios no está con él'.


Entonces le dijo Jesús: 'Como no veáis se ales y prodigios, nunca jamás creeréis'.


'Yo tengo un testimonio que es superior al de Juan: las obras que el Padre me ha encomendado llevar a término, estas mismas obras que yo estoy haciendo, dan testimonio en favor m o de que el Padre me ha enviado.


Cuando vieron los hombres la se al que Jesús hab a realizado, dec an: 'Éste es, sin duda, el profeta que iba a venir al mundo'.


No trabajéis por conseguir el alimento perecedero, sino el que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque éste es el que el Padre, Dios, ha marcado con su sello'.


Entre el pueblo, hubo muchos que creyeron en él y que dec an: 'Cuando llegue el Cristo, ¿acaso hará más se ales de las que ha hecho éste?'.


Si éste no viniera de parte de Dios, no habr a podido hacer nada'.


Se levantó Pablo y, reclamando atención con la mano, dijo: 'Israelitas y los que teméis a Dios, escuchad:


Llegados y congregada la iglesia, refirieron lo que Dios hab a hecho con ellos y cómo hab a abierto a los gentiles la puerta de la fe.


Haré prodigios arriba en el cielo, y se ales abajo en la tierra: sangre y fuego y vapor de humo;


El temor se apoderaba de todos, porque los apóstoles realizaban muchos prodigios y se ales.


gritando: 'Hombres de Israel, ayudadnos. Éste es el hombre que anda ense ando a todos y en todas partes contra el pueblo y la ley y este lugar, hasta el extremo de haber introducido griegos en el templo y profanado este lugar santo'.


Yo respond: '¿Quién eres tú, Se or?'. Y me dijo: 'Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues'.


Hemos descubierto que éste es un hombre pest fero y promotor de tumultos entre todos los jud os dispersos por el mundo, como cabecilla de la secta de los nazarenos.


Sabe de estas cosas el rey, a quien por ello hablo confiadamente, pues no puedo creer que nada de esto ignore, ya que no ha sucedido en ningún rincón.


Por lo que a m respecta, pensé que era mi deber hacer todo lo posible contra el nombre de Jesús de Nazaret.


Al ver esto Pedro, se dirigió a la muchedumbre con estas palabras: 'Israelitas, ¿por qué os admiráis de esto, o por qué nos estáis mirando como si por nuestras propias fuerzas o por nuestra piedad hubiéramos hecho andar a este hombre?


Pedro le dijo: 'Ni plata ni oro tengo; pero lo que tengo, eso te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, anda'.


sabed todos vosotros y todo el pueblo de Israel que este hombre se presenta ante vosotros sano en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos.


y dijo: 'Israelitas, pensad bien qué vais a hacer con estos hombres.


porque le hemos o do decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar y cambiará las costumbres que nos transmitió Moisés'.


Ante vosotros mismos se cumplieron las se ales propias del apóstol: la constancia a toda prueba, las se ales, los prodigios, los milagros.


y el mismo Dios abonaba su testimonio con se ales prodigios y con toda suerte de milagros y dones de Esp ritu Santo, repartidos según su voluntad.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite