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Hechos 19:9 - Biblia Castilian 2003

9 Pero como algunos se endurecieron, rechazaron el Camino y lo denigraron delante de la concurrencia, se apartó de ellos, formó un grupo aparte con los disc pulos y conversaba con ellos todos los d as en la escuela de Tirano.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Pero endureciéndose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos y separó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tiranno.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 pero algunos se pusieron tercos, rechazaron el mensaje y hablaron públicamente en contra del Camino. Así que Pablo salió de la sinagoga y se llevó a los creyentes con él. Entonces asistía diariamente a la sala de conferencias de Tirano, donde exponía sus ideas y debatía.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Al ver que algunos, en vez de creer, se endurecían más y criticaban públicamente el camino, se separó de ellos. Tomaba aparte a sus discípulos y diariamente les enseñaba en la escuela de un tal Tirano desde las once hasta las cuatro de la tarde.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 pero como algunos se endurecían° y desobedecían, hablando mal del Camino delante de la multitud, Pablo se apartó de ellos y separó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de° Tirano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Pero como algunos se endurecieron, rechazaron el Camino y lo denigraron delante de la concurrencia, se apartó de ellos, formó un grupo aparte con los discípulos y conversaba con ellos todos los días en la escuela de Tirano.

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Hechos 19:9
39 Referans Kwoze  

Pero ellos no les prestaron atención, sino que endurecieron su cerviz como hab an hecho sus antepasados, que no quisieron creer en Yahveh, su Dios.


Ahora, pues, no endurezcáis vuestra cerviz como vuestros padres. Tended la mano a Yahveh y venid a su santuario, que él ha santificado para siempre. Servid a Yahveh, vuestro Dios, para que él aparte de vosotros el ardor de su cólera.


Pero ellos hac an burla de los mensajeros de Dios, despreciaban sus palabras y se mofaban de sus profetas, hasta que la cólera de Yahveh contra su pueblo creció tanto que ya no hubo remedio.


Tú los exhortabas a volverse a tu ley; pero ellos se mostraron insolentes, no obedecieron tus mandatos, pecaron contra tus leyes, en cuya observancia se encuentra la vida. Se alzaron de hombros en plan de rebeld a, endurecieron su cerviz, no quisieron o r.


No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el d a de Masá, en el desierto,


Feliz el hombre que me escucha vigilando a mis puertas cada d a, guardando los dinteles de mi entrada; (32b) felices los que guardan mis caminos.


Él será causa de intriga, piedra de escándalo, roca de tropiezo para las dos casas de Israel; trampa y red para los habitantes de Jerusalén.


'As dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: mirad: voy a traer sobre esta ciudad y sobre todas sus vidas toda la desgracia que he anunciado contra ella, porque han endurecido su cerviz y no han escuchado mis palabras'.


pero no me han escuchado ni aplicado su o do, sino que han endurecido su cerviz y se han portado peor que sus padres.


Dejadlos. Son ciegos que gu an a otros ciegos; pero si un ciego gu a a otro ciego, los dos caerán en el hoyo'.


¡Generación perversa y adúltera que reclama se ales! Pero no se le dará otra se al que la de Jonás'. Y volviéndoles la espalda, se marchó.


Entonces dijo Jesús a la gente: '¿Como a un ladrón habéis salido con espadas y palos a prenderme? D a tras d a estaba yo sentado en el templo ense ando, y no me arrestasteis.


Les he cegado los ojos, y les ha embrutecido el corazón, para que no vean con los ojos, ni entiendan con el corazón, ni se conviertan, y yo no los sane.


lo encontró y se lo trajo a Antioqu a. Durante un a o entero convivieron como huéspedes de la comunidad y ense aron a una muchedumbre considerable. Fue en Antioqu a donde, por primera vez, se llamó a los disc pulos 'cristianos'.


La gente de la ciudad estaba dividida; unos a favor de los jud os y otros a favor de los apóstoles.


Algunos de entre ellos quedaron convencidos y se unieron a Pablo y a Silas, as como una gran muchedumbre de prosélitos griegos y no pocas mujeres principales.


Sobrevino en aquella ocasión un contratiempo no peque o en torno al Camino.


Quer a Pablo meterse entre el gent o, pero los disc pulos se lo impidieron.


As, pues, vigilad, recordando que, a lo largo de tres a os, ni de noche ni de d a cesé de aconsejar con lágrimas a cada uno en particular.


Persegu a muerte este Camino, apresé y encarcelé hombres y mujeres,


fuera de esta sola frase que pronuncié estando de pie en medio de ellos: 'A cuenta de la resurrección de los muertos estoy siendo juzgado por vosotros hoy''.


Sólo deseamos o r de tus labios lo que sientes. Porque lo que sabemos de esta secta es que en todas partes se la contradice'.


¡Gente de dura cerviz e incircuncisos de corazón y de o dos! Siempre estáis resistiendo al Esp ritu Santo. Como vuestros padres, igual vosotros.


y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de traer presos a Jerusalén a todos cuantos encontrara adictos al Camino, hombres o mujeres.


Entonces, ¿qué? Que Israel no encontró lo que buscaba, mientras que los elegidos s lo encontraron. Los demás se endurecieron,


Por lo tanto, Él tiene misericordia de quien quiere, y Él endurece a quien quiere.


porque se me ha abierto una puerta grande y eficaz, pero los enemigos son muchos.


y altercados sin cuento, cual corresponde a hombres de mentalidad corrompida y privados de la verdad, que hacen de la religión negocio.


Ya sabes que todos los de Asia me han abandonado, entre ellos Figelo y Hermógenes.


Apártate también de éstos.


Proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, increpa, exhorta, con toda comprensión y sin cejar en la ense anza.


por el contrario, animaos mutuamente cada d a, mientras aquel hoy perdura, sin que ninguno de vosotros se endurezca por el enga o del pecado.


Mas aquéllos, como animales irracionales destinados por la naturaleza a ser piezas de caza y perecer, que blasfeman de lo que ignoran, en su corrupción serán destruidos


Muchos seguirán sus torpezas, y por su causa será desacreditado el camino de la verdad.


Éstos, en cambio, insultan todo lo que ignoran. Y, como animales irracionales, se corrompen en todas las cosas que conocen por instinto.


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