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Hechos 18:5 - Biblia Castilian 2003

5 Cuando llegaron de Macedonia Silas y Timoteo, Pablo se consagró de lleno a la predicación, testificando a los jud os que Jesús era el Cristo.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba entregado por entero a la predicación de la palabra, testificando a los judíos que Jesús era el Cristo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Después de que Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo pasó todo el tiempo predicando la palabra. Testificaba a los judíos que Jesús era el Mesías;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Al llegar de Macedonia Silas y Timoteo, Pablo se dedicó por entero a la Palabra, y aseguraba a los judíos que Jesús era el Mesías.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Cuando Silas y Timoteo bajaron de Macedonia, Pablo estaba dedicado completamente a la palabra, declarando enfáticamente a los judíos que Jesús es° el Mesías.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Cuando llegaron de Macedonia Silas y Timoteo, Pablo se consagró de lleno a la predicación, testificando a los judíos que Jesús era el Cristo.

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Hechos 18:5
33 Referans Kwoze  

Pensé: 'No me acordaré más de él, no hablaré más en su nombre'. Pero hab a en mi corazón como un fuego abrasador, encerrado en mis huesos; me esforzaba en contenerlo, pero no pod a.


Por eso estoy lleno de la ira de Yahveh, estoy cansado de reprimirla. Vuélcala sobre el ni o en la calle, y sobre la tertulia de jóvenes también. Pues presos serán el hombre y la mujer, el anciano y la colmada de d as.


El esp ritu me elevó y me arrebató, y yo iba amargado por la excitación de mi esp ritu, pues la mano de Yahveh pesaba sobre m.


Yo, en cambio, estoy lleno de la fuerza del esp ritu de Yahveh, de justicia y de fortaleza, para denunciar a Jacob su rebeld a y a Israel su pecado.


Yo tengo un bautismo con que he de ser bautizado. ¡Y cuánta angustia siento hasta que se cumpla!


porque tengo cinco hermanos -, con el fin de prevenirlos, para que no vengan también ellos a este lugar de tormento'.


El primero con quien luego se encuentra es su propio hermano Simón, a quien dice: 'Hemos encontrado al Mes as', que quiere decir 'Cristo'.


Lo rodearon los jud os para preguntarle: '¿Hasta cuándo nos vas a tener en vilo? Si tú eres el Cristo, d noslo claramente'.


y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.'


Vosotros mismos sois testigos de que dije: 'Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de él'.


Nos ordenó predicar al pueblo y dar testimonio de que él es el constituido por Dios juez de vivos y muertos.


Les pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir entre ellos, para enviar a Antioqu a con Pablo y Bernabé, a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, hombres principales entre los hermanos,


Llegó hasta Derbe y Listra. Hab a all un disc pulo, de nombre Timoteo, hijo de madre jud a, creyente, y de padre griego,


y, de all, a Filipos, colonia romana y ciudad del primer distrito de Macedonia. Llevábamos ya varios d as en esta ciudad,


Durante la noche tuvo Pablo una visión: un macedonio, puesto en pie, le rogaba: 'Pasa a Macedonia y ayúdanos'.


explicando y demostrando que era necesario que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos, y que 'éste es el Cristo, este Jesús a quien yo os anuncio'.


ya que refutaba en público y vigorosamente a los jud os, demostrándoles por las Escrituras que Jesús era el Cristo.


Sepa, por tanto, con absoluta seguridad toda la casa de Israel que Dios ha hecho Se or y Cristo a este Jesús a quien vosotros crucificasteis'.


proclamando solemnemente a jud os y a griegos la conversión a Dios y la fe en nuestro Se or Jesús.


fuera de que el Esp ritu Santo en cada ciudad me va asegurando que me aguardan prisiones y tribulaciones.


Pero yo en nada estimo la vida, que sólo considero valiosa para terminar mi carrera y el ministerio que recib del Se or Jesús de anunciar el evangelio de la gracia de Dios.


Nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y o do'.


Pero Saulo se sent a cada vez más fuerte y confund a a los jud os que habitaban en Damasco, demostrándoles que aquél era el Cristo.


Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús, que nosotros, Silvano, Timoteo y yo, proclamamos entre vosotros, no fue s y no, sino que en él se realizó el s.


Pero una vez presente entre vosotros, ni siquiera falto de recursos fui carga para nadie; porque los hermanos procedentes de Macedonia remediaron con abundancia mi escasez. Y en todo me guardé y me guardaré de seros gravoso.


Pues el amor de Cristo nos apremia cuando pensamos que uno murió por todos. Por consiguiente, todos murieron.


Me encuentro en esta disyuntiva: por una parte, aspiro a irme y estar con Cristo, lo que, sin duda, ser a lo mejor;


y enviamos a Timoteo, nuestro hermano, colaborador de Dios en el evangelio de Cristo, para que os diera ánimos y os afianzara en vuestra fe,


Ahora, Timoteo acaba de llegar aqu de vuestro lado y nos ha tra do buenas noticias de vuestra fe y de vuestro amor, y de que siempre conserváis recuerdo de nosotros y que estáis deseando vernos, como nosotros a vosotros.


Os he escrito esta breve carta por medio de Silvano, a quien considero vuestro fiel hermano, para animaros y para testificar que ésta es la verdadera gracia de Dios. Manteneos firmes en ella.


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