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Hechos 13:36 - Biblia Castilian 2003

36 Ahora bien, David, después de haber servido durante su vida al designio de Dios, murió y fue a reunirse con sus padres y experimentó corrupción.

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Biblia Reina Valera 1960

36 Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios, durmió, y fue reunido con sus padres, y vio corrupción.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

36 Este salmo no hace referencia a David, pues, después de haber hecho la voluntad de Dios en su propia generación, David murió, fue enterrado con sus antepasados y su cuerpo se descompuso.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

36 Bien saben que David, después de haber servido durante su vida a los designios de Dios, murió, se reunió con sus padres y experimentó la corrupción.

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La Biblia Textual 3a Edicion

36 Porque David, ciertamente, habiendo servido al propósito de Dios en su propia generación, durmió, fue sepultado con sus padres y vio corrupción.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

36 Ahora bien, David, después de haber servido durante su vida al designio de Dios, murió y fue a reunirse con sus padres y experimentó corrupción.

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Hechos 13:36
33 Referans Kwoze  

Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado; porque polvo eres y al polvo volverás'.


Y cuando se cumplan tus d as y vayas a descansar con tus padres, yo suscitaré después de ti un linaje salido de tus entra as y consolidaré su reino.


Descansó David con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David.


Ya antes, cuando Saúl era rey, eras tú quien dirig as las campa as de Israel. Y Yahveh, tu Dios, te dijo: 'Tú apacentarás a mi pueblo Israel, tú serás el caudillo de Israel, mi pueblo''.


Y cuando se cumplan tus d as y vayas a descansar con tus padres, yo suscitaré después de ti un linaje salido de tus entra as y consolidaré su reino.


Reinó as David sobre todo Israel practicando la equidad y la justicia con todo su pueblo.


Murió en buena vejez, colmado de d as, riquezas y gloria. Le sucedió en el trono su hijo Salomón.


Descansó Roboán con sus padres y fue sepultado en la Ciudad de David. Le sucedió en el trono su hijo Ab as.


Descansó Josafat con sus padres, y fue sepultado con ellos en la Ciudad de David. Le sucedió en el trono su hijo Jorán.


Oz as descansó con sus padres y fue sepultado cerca de ellos en el campo de las tumbas reales, porque dijeron: 'Estaba leproso'. Y reinó en su lugar su hijo Jotán.


Descansó luego Salomón con sus padres y fue sepultado en la Ciudad de David, su padre. Le sucedió en el trono su hijo Roboán.


Dije al sepulcro: ¡tú eres mi padre! y a los gusanos: ¡mi madre y mis hermanas!


Sin embargo, juntos reposan en el polvo, a los dos los gusanos los recubren.


Tales son los caminos de los necios y, después de ellos, del que se complace en sus sentencias. Selah


Es tan elevado el precio de sus vidas, que nunca tendrán lo suficiente


el que hab a recibido cinco talentos, negoció con ellos y ganó otros cinco;


Dice Jesús: 'Quitad la losa'. Marta, la hermana del difunto, le dice: 'Se or, ya hiede, pues lleva cuatro d as'.


Después de rechazar a éste, les suscitó por rey a David, a favor del cual además dio testimonio diciendo: 'He hallado en David, el hijo de Jesé, un hombre según mi corazón, que hará en todo mi voluntad'.


Séame permitido, hermanos, deciros con absoluta claridad que el patriarca David no sólo murió y fue sepultado, sino que su tumba se conserva entre nosotros hasta el d a de hoy;


porque ningún temor me impidió anunciaros todo el designio completo de Dios.


Y puesto de rodillas, gritó con fuerte voz: 'Se or, no les tomes en cuenta este pecado'. Y as diciendo, expiró.


Saulo estaba de acuerdo con aquella muerte. Comenzó aquel d a una gran persecución contra la Iglesia de Jerusalén y todos se dispersaron por los lugares de Judea y de Samar a, a excepción de los apóstoles.


En este caso, también los que durmieron en Cristo están perdidos.


más tarde se apareció a más de quinientos hermanos juntos, de los cuales la mayor parte viven todav a, aunque algunos han muerto.


No queremos, hermanos, que ignoréis la suerte de los que ya murieron, para que no estéis tristes como están los demás, que no tienen esperanza.


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