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Hechos 13:15 - Biblia Castilian 2003

15 Después de la lectura de la ley y de los profetas, les mandaron aviso los jefes de la sinagoga diciendo: 'Hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, decidla'.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los principales de la sinagoga mandaron a decirles: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Después de las lecturas acostumbradas de los libros de Moisés y de los profetas, los que estaban a cargo del servicio les mandaron el siguiente mensaje: «Hermanos, si tienen alguna palabra de aliento para el pueblo, ¡pasen a decirla!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Después de la lectura de la Ley y los Profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a decir: 'Hermanos, si ustedes tienen alguna palabra de aliento para los presentes, hablen.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Después de la lectura de la ley y los profetas, los principales de la sinagoga se dirigieron a ellos, diciendo: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Después de la lectura de la ley y de los profetas, les mandaron aviso los jefes de la sinagoga diciendo: 'Hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, decidla'.

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Hechos 13:15
21 Referans Kwoze  

Entonces viene uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo y, al verlo, se echa a sus pies


La ley y los profetas llegan hasta Juan. A partir de ah se anuncia el evangelio del reino de Dios, y cada uno entra en él a viva fuerza.


'Hermanos, era preciso que se cumpliera la sentencia de la Escritura que por boca de David predijo el Esp ritu Santo acerca de Judas, convertido en gu a de los que prendieron a Jesús.


Porque los habitantes de Jerusalén y sus jefes, al condenarlo, cumplieron, sin saberlo, las palabras de los profetas que se leen cada sábado;


Porque desde hace muchas generaciones Moisés tiene en cada ciudad sus predicadores que lo leen en las sinagogas todos los sábados'.


Tras largas discusiones, se levantó Pedro y les dijo: 'Hermanos, vosotros sabéis cómo desde los primeros d as aqu entre vosotros quiso Dios que los gentiles oyeran de mi boca la palabra del evangelio y abrazaran la fe.


Entonces echaron todos mano a Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y lo golpeaban delante del tribunal, pero esto le tra a sin cuidado a Galión.


Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Se or con toda su casa, y muchos de los oyentes corintios cre an y se bautizaban.


Séame permitido, hermanos, deciros con absoluta claridad que el patriarca David no sólo murió y fue sepultado, sino que su tumba se conserva entre nosotros hasta el d a de hoy;


Al o r esto, se dolieron de corazón y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: '¿Qué tendr amos que hacer, hermanos?'.


Todos ellos se sintieron llenos de Esp ritu Santo y comenzaron a hablar en diversas lenguas, según como el Esp ritu les conced a expresarse.


De paso por aquellas regiones, los animaba con largos discursos, y as llegó a Grecia.


'Hermanos y padres: escuchadme la defensa que ahora expongo ante vosotros'.


As José, llamado por los apóstoles Bernabé (que significa 'Hijo de la consolación'), levita, natural de Chipre,


Él respondió: 'Hermanos y padres, o d: el Dios de la gloria se apareció a nuestro padre Abrahán, cuando estaba en Mesopotamia, antes de que fijara su residencia en Jarrán,


si el de exhortar, que exhorte; el que da, que dé con sencillez; el que preside, que lo haga con solicitud; el que practica la misericordia, que la practique con alegr a.


Por el contrario, el que profetiza, habla a los hombres, edifica, exhorta y anima.


Pero se les embotó la inteligencia. Porque hasta el d a de hoy, en la lectura del Antiguo Testamento, sigue sin descorrerse el mismo velo, porque éste sólo en Cristo queda destruido.


Nuestra exhortación no proced a de error o de doble intención, ni se fundaba en el enga o,


Otra cosa os ruego, hermanos: que soportéis este discurso de exhortación. Después de todo, no me he extendido mucho.


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