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Hechos 11:23 - Biblia Castilian 2003

23 el cual, al llegar y ver la gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos a permanecer con firmeza de corazón unidos al Se or,

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

23 Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Cuando él llegó y vio las pruebas de la bendición de Dios, se llenó de alegría y alentó a los creyentes a que permanecieran fieles al Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Al llegar fue testigo de la gracia de Dios y se alegró; animaba a todos a que permaneciesen fieles al Señor con firme corazón,

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Cuando llegó y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortaba a todos a permanecer fieles al Señor con firmeza de corazón,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 el cual, al llegar y ver la gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos a permanecer con firmeza de corazón unidos al Señor,

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Hechos 11:23
37 Referans Kwoze  

Se allegó a Yahveh y no se apartó de él; guardó los preceptos que Yahveh hab a ordenado a Moisés.


Si exploras mi interior, si me visitas en la noche, o si quieres probarme en el crisol, nada habrás de encontrar: la iniquidad no pasa por mi boca.


Hijo m o, si tu corazón es sabio, también mi corazón se alegrará;


Ella, como ladrón, está al acecho y multiplica entre los hombres el enga o.


Daniel decidió en su interior no contaminarse con los manjares del rey ni con el vino de su mesa, y por eso pidió al jefe de los eunucos que le dispensara de la contaminación.


Entonces Jesús dijo a sus disc pulos: 'El que quiera venir en pos de m, niéguese a s mismo, cargue con su cruz y s game.


Cuando Jesús vio la fe de aquellos hombres dice al paral tico: 'Hijo, perdonados te quedan tus pecados'.


Permaneced en m como yo en vosotros. Del mismo modo que el sarmiento no puede dar fruto por s mismo si no está unido a la vid, as tampoco vosotros si no estáis unidos en m.


Y disuelta la reunión, muchos de los jud os y de los prosélitos piadosos acompa aron a Pablo y a Bernabé, los cuales, conversando con ellos, trataban de persuadirles a mantenerse fieles a la gracia de Dios.


confortando a los disc pulos y exhortándolos a permanecer en la fe, diciéndoles que por muchas tribulaciones tenemos que pasar para entrar en el reino de Dios.


desde all navegaron a Antioqu a, de donde hab an partido encomendados a la gracia de Dios para la obra que acababan de realizar.


Pablo, por su parte, eligió por compa ero a Silas, partió, encomendado por los hermanos a la gracia de Dios,


Pero yo en nada estimo la vida, que sólo considero valiosa para terminar mi carrera y el ministerio que recib del Se or Jesús de anunciar el evangelio de la gracia de Dios.


Ahora os dejo encomendados al Se or y a la palabra de su gracia, que tiene poder para edificar y concederos la herencia con todos los santificados.


As José, llamado por los apóstoles Bernabé (que significa 'Hijo de la consolación'), levita, natural de Chipre,


si el de exhortar, que exhorte; el que da, que dé con sencillez; el que preside, que lo haga con solicitud; el que practica la misericordia, que la practique con alegr a.


De manera que, amados hermanos m os, manteneos firmes, inconmovibles, progresando constantemente en la obra del Se or y sabiendo que vuestro trabajo en el Se or no cae en el vac o.


¿Proced con ligereza cuando me tracé este plan? ¿O mis proyectos son puramente humanos de suerte, que haya en m tanto el s como el no?


Siendo, pues, colaboradores suyos, también os exhortamos a que no recibáis en vano la gracia de Dios.


Temerás a Yahveh, tu Dios, le servirás, te allegarás a él y jurarás por su nombre.


amando a Yahveh, tu Dios, escuchando su voz y allegándote a él, porque en eso está tu vida y la prolongación de tus d as, para que habites sobre la tierra que Yahveh juró dar a tus padres, a Abrahán, a Isaac y a Jacob'.


que llegó hasta vosotros y está fructificando y creciendo en todo el mundo, al igual que entre vosotros, desde el d a en que o steis y conocisteis la gracia de Dios en su genuino sentido,


Pero tú has seguido paso a paso mi ense anza, mi conducta, mis decisiones, mi fe, mi comprensión, mi amor, mi constancia,


Mi único encargo es que os preocupéis de poner por obra los mandatos y la ley que Moisés, siervo de Yahveh, os ordenó: que améis a Yahveh, vuestro Dios, que sigáis todos sus caminos y guardéis sus mandamientos, que os mantengáis unidos a él y le sirváis de todo corazón y con toda vuestra alma'.


sino manteneos unidos a Yahveh, vuestro Dios, como habéis hecho hasta el d a de hoy.


Os he escrito esta breve carta por medio de Silvano, a quien considero vuestro fiel hermano, para animaros y para testificar que ésta es la verdadera gracia de Dios. Manteneos firmes en ella.


Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y en su parus a no nos veamos avergonzados, lejos de él.


No tengo mayor alegr a que ésta: o r que mis hijos andan en la verdad.


Se han infiltrado, en efecto, algunos hombres imp os, inscritos ya desde antiguo para este juicio, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios y que niegan al único Soberano y Se or nuestro, Jesucristo.


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