Hebreos 9:25 - Biblia Castilian 2003

²⁵ Ni tiene que ofrecerse muchas veces, como el sumo sacerdote, que entra, a o tras a o, en el 'lugar sant simo' con sangre ajena;

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁵ y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁵ y no entró en el cielo para ofrecerse a sí mismo una y otra vez, como lo hace el sumo sacerdote aquí en la tierra, que entra en el Lugar Santísimo año tras año con la sangre de un animal.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁵ El no tuvo que sacrificarse repetidas veces, a diferencia del sumo sacerdote que vuelve todos los años con una sangre que no es la suya;'

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁵ Y no para ofrecerse repetidamente a sí mismo, tal como entra el sumo sacerdote en el lugar santísimo cada año con sangre ajena;

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁵ Ni tiene que ofrecerse muchas veces, como el sumo sacerdote, que entra, año tras año, en el 'lugar santísimo' con sangre ajena;

Hebreos 9:25 Referans Kwoze

Éxodo 30:10

Una vez al a o, Aarón hará la expiación sobre los cuernos del altar. Con la sangre de la v ctima por el pecado hará sobre él la expiación una vez al a o, de generación en generación. Este altar será sant simo para Yahveh'.

Hebreos 10:10

Y en virtud de esta voluntad, quedamos consagrados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha de una vez para siempre.

Hebreos 10:19

As, pues, hermanos, tenemos entera confianza para entrar en el 'lugar sant simo' en virtud de la sangre de Jesús:

Hebreos 9:12

Entró en el 'lugar sant simo', de una vez por siempre, no por medio de sangre de machos cabr os ni de becerros, sino de la suya propia, consiguiendo la redención eterna.

Hebreos 9:14

¡cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del esp ritu eterno, se ofreció a Dios como sacrificio sin mancha, purificará nuestra conciencia de las obras muertas, para que rindamos culto al Dios vivo!

Hebreos 9:2

Se construyó, en efecto, una Tienda, en cuya parte delantera estaba el candelabro, la mesa y los panes presentados a Dios. Esta parte se llamaba 'lugar santo'.

Hebreos 9:26

pues, en tal caso, habr a tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo. Pero, en realidad, ha sido ahora, al final de los tiempos, cuando se ha manifestado de una vez para siempre, a fin de abolir el pecado con su propio sacrificio.

Hebreos 9:7

Pero en la segunda entra sólo el sumo sacerdote, una vez al a o, no sin llevar sangre que ofrecer por s mismo y por los pecados del pueblo.