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Hebreos 7:26 - Biblia Castilian 2003

26 Tal es también el sumo sacerdote que nos era conveniente: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y encumbrado sobre el cielo.

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Biblia Reina Valera 1960

26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Él es la clase de sumo sacerdote que necesitamos, porque es santo y no tiene culpa ni mancha de pecado. Él ha sido apartado de los pecadores y se le ha dado el lugar de más alto honor en el cielo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Así había de ser nuestro sumo sacerdote: santo, sin ningún defecto ni pecado, apartado del mundo de los pecadores y elevado por encima de los cielos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Porque tal Sumo Sacerdote nos convenía: Santo, inocente, incontaminado, separado de los pecadores, y exaltado por encima de los cielos;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Tal es también el sumo sacerdote que nos era conveniente: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y encumbrado sobre el cielo.

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Hebreos 7:26
39 Referans Kwoze  

Los carros del Se or son mil millares, del Sina viene el Se or en santidad.


'Harás una lámina de oro puro, y grabarás en ella como se graba en los sellos: 'Consagrado a Yahveh'.


Le dieron sepultura con los delincuentes, y su túmulo con los ricos, aunque no hab a cometido violencia ni hab a habido enga o en su boca.


y el d a que entre en el santuario, en el atrio interior, para oficiar en el santuario, ofrecerá un sacrificio por el pecado - oráculo del Se or Yahveh.'


El quinto d a: nueve novillos, dos carneros y catorce corderos de un a o, sin defecto.


Pues bien sab a él que se lo hab an entregado por envidia.


As pues, el Se or [Jesús], después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios.


El ángel le respondió: 'El Esp ritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Alt simo te envolverá en su sombra; por eso, el que nacerá será santo, será llamado Hijo de Dios.


Insistió Pilato por tercera vez.'¿Pues qué mal ha hecho éste? Yo no he encontrado en él ningún delito de muerte; as que le daré un escarmiento y lo pondré en libertad'.


Nosotros con justicia; pues estamos recibiendo lo merecido por nuestras fechor as. Pero éste nada malo ha hecho'.


Cuando el centurión vio lo sucedido, glorificaba a Dios, diciendo: 'Verdaderamente, este hombre era un justo'.


¿Acaso no era necesario que el Cristo padeciera esas cosas para entrar en su gloria?'.


y les dijo: 'As está escrito: que el Cristo ten a que padecer; que al tercer d a hab a de resucitar de entre los muertos,


Ya no hablaré mucho con vosotros, porque está al llegar el jefe del mundo. Contra m nada puede;


Conmigo está el que me ha enviado: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que es de su agrado'.


Vosotros, pues, negasteis al santo y al justo y pedisteis que se os hiciera gracia de un asesino,


Porque en verdad se confabularon en esta ciudad contra tu santo siervo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato con los gentiles y las tribus de Israel,


Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que en él llegáramos nosotros a ser justicia de Dios.


Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y después de realizar la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas,


fija nuestra mirada en el jefe iniciador y consumador de la fe: Jesús. El cual, a la vista de la dicha que se le presentaba, soportó la cruz, sin tomar en cuenta la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios.


Porque conven a que aquel que es origen y fin de todo, al conducir a la gloria a la multitud de los hijos, llevara al autor de esta salvación hasta la perfección por medio del sufrimiento.


De aqu que tuviera que ser asemejado en todo a sus hermanos, para llegar a ser sumo sacerdote misericordioso y fiel en las relaciones con Dios, a fin de expiar los pecados del pueblo.


Por lo tanto, hermanos del pueblo santo que compart s una vocación celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote, objeto de nuestra profesión de fe, a Jesús,


Ahora bien, si se obtuviera la perfección por el sacerdocio lev tico, porque en él se basaban las leyes dadas al pueblo, ¿qué necesidad habr a de que surgiera un sacerdote distinto, según el rito de Melquisedec, y no según el rito de Aarón?


El punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos un sumo sacerdote tal que se sentó a la derecha del trono de la Majestad en los cielos.


¡cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del esp ritu eterno, se ofreció a Dios como sacrificio sin mancha, purificará nuestra conciencia de las obras muertas, para que rindamos culto al Dios vivo!


sino con sangre preciosa, como de cordero sin defecto ni tara, la de Cristo,


Él no cometió pecado, ni en su boca se encontró enga o alguno.


que, después de subir al cielo, está a la diestra de Dios y le están sometidos ya ángeles, potestades y virtudes.


Él es sacrificio de purificación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.


Y sabéis que él se manifestó para quitar los pecados, pues en él no hay pecado.


Al ángel de la Iglesia de Filadelfia escribe: 'Esto dice el santo, el verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre sin que nadie pueda cerrar, el que cierra sin que nadie pueda abrir:


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