Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Hebreos 12:3 - Biblia Castilian 2003

3 Fijaos bien en él, que soportó tama a oposición por parte de los pecadores, para que no os canséis ni perdáis ánimos.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Piensen en toda la hostilidad que soportó por parte de pecadores, así no se cansarán ni se darán por vencidos.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Piensen en Jesús, que sufrió tantas contradicciones de parte de gente mala, y no les faltarán las fuerzas ni el ánimo.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Considerad pues al que soportó tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo° no se canse y desfallezca,

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Fijaos bien en él, que soportó tamaña oposición por parte de los pecadores, para que no os canséis ni perdáis ánimos.

Gade chapit la Kopi




Hebreos 12:3
46 Referans Kwoze  

Si te muestras débil en el d a aciago, escasa es tu fuerza.


El Se or Yahveh me ha dado lengua de disc pulos, para que sepa sostener al cansado con una palabra. Él me despierta ma ana tras ma ana, para que escuche como los disc pulos.


Llegó el Hijo del hombre, que come y que bebe, y dicen: 'Éste es un comilón y un bebedor, amigo de publicanos y pecadores'. Pero la sabidur a fue reconocida por sus obras.


Cuando lo oyeron los fariseos, replicaron: 'Éste no arroja los demonios sino por arte de Beelzebul, pr ncipe de los demonios'.


'¿Por qué tus disc pulos quebrantan la tradición de los antepasados? Porque no se lavan las manos cuando van a comer'.


Entró en el templo y, mientras estaba ense ando, se acercaron los pont fices y los ancianos del pueblo y le preguntaron: '¿Con qué autoridad haces tú esas cosas y quién te dio esa autoridad?'.


Y aunque intentaban arrestarlo, tuvieron miedo de la gente, porque lo ten an por profeta.


Entonces los fariseos se fueron y acordaron en consejo ponerle una trampa para sorprenderle en alguna palabra.


Un sábado entró a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos; y éstos lo estaban acechando.


Y tanto los fariseos como los escribas murmuraban, diciendo: '¡Este hombre acoge a los pecadores y come con ellos!'.


Estaban oyendo todo esto los fariseos, que son avarientos, y se burlaban de él.


Simeón los bendijo; luego le dijo a Mar a, su madre: 'Mira: éste está puesto para ca da y resurgimiento de muchos en Israel, y para se al que será objeto de contradicción -


Los escribas y los fariseos comenzaron a pensar: 'Pero ¿quién es éste, que está diciendo blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios solo?'.


Muchos de ellos dec an: 'Está endemoniado y ha perdido el juicio. ¿Por qué lo escucháis?'.


Al decir esto Jesús, uno de los guardias que all hab a le dio una bofetada, diciéndole: '¿As respondes al sumo sacerdote?'.


Y por esto los jud os persegu an a Jesús, porque hac a tales cosas en sábado.


Hab a entre la gente muchos comentarios acerca de él. Unos dec an: 'Pues es un hombre de bien'. [Pero] otros replicaban: 'No; sino que está enga ando al pueblo'.


Le replicaron los fariseos: 'Tú das testimonio de ti mismo: tu testimonio no es válido'.


Dijéronle los jud os: 'Ahora s que estamos seguros de que estás endemoniado. Murió Abrahán y los profetas. Y tú dices: 'El que guarda mi palabra, no experimentará la muerte jamás'.


Entonces tomaron piedras para lapidarle; pero Jesús se escondió y salió del templo.


Oyeron esto algunos de los fariseos que estaban con él y le dijeron: '¿Es que también nosotros somos ciegos?'.


De manera que, amados hermanos m os, manteneos firmes, inconmovibles, progresando constantemente en la obra del Se or y sabiendo que vuestro trabajo en el Se or no cae en el vac o.


Por lo tanto, investidos por la misericordia [de Dios] de este ministerio, no perdemos el ánimo.


Y, por eso, no perdemos el ánimo sino todo lo contrario. Pues aun cuando nuestro hombre exterior se va desmoronando, nuestro hombre interior se va renovando d a tras d a.


No nos cansemos de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos.


diciéndole: 'Escucha, Israel; estáis a punto de dar la batalla contra vuestros enemigos. No desfallezca vuestro corazón. No temáis, ni os turbéis, ni tembléis ante ellos,


Vosotros, hermanos, no os canséis de hacer el bien.


fija nuestra mirada en el jefe iniciador y consumador de la fe: Jesús. El cual, a la vista de la dicha que se le presentaba, soportó la cruz, sin tomar en cuenta la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios.


y habéis olvidado la exhortación que se os dirige como a hijos: Hijo m o, no desprecies la corrección del Se or ni te desanimes porque te reprenda.


Por lo tanto, hermanos del pueblo santo que compart s una vocación celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote, objeto de nuestra profesión de fe, a Jesús,


Cuando lo insultaban, no devolv a el insulto; cuando padec a, no amenazaba, sino que se entregaba al que juzga con justicia.


Tienes constancia y has sufrido por mi nombre sin desfallecer.


As, pues, temed a Yahveh y servidle fielmente de corazón, pues habéis visto el grandioso prodigio que en medio de vosotros ha realizado.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite