Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Hebreos 12:25 - Biblia Castilian 2003

25 Cuidad de no eludir al que os habla, pues si aquellos que elud an al que daba órdenes sobre la tierra no escaparon al castigo, menos escaparemos nosotros si volvemos la espalda al que da órdenes desde el cielo.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Tengan cuidado de no negarse a escuchar a Aquel que habla. Pues, si el pueblo de Israel no escapó cuando se negó a escuchar a Moisés, el mensajero terrenal, ¡ciertamente nosotros tampoco escaparemos si rechazamos a Aquel que nos habla desde el cielo!

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Cuidado, pues, de hacerse los sordos con el que habla. Pues si no se salvaron en aquel tiempo los que desoyeron las palabras del profeta en la tierra, menos todavía nosotros si nos desentendemos del que habla desde los cielos.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra,° mucho menos nosotros, si volvemos la espalda al que nos habla desde los cielos;

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Cuidad de no eludir al que os habla, pues si aquellos que eludían al que daba órdenes sobre la tierra no escaparon al castigo, menos escaparemos nosotros si volvemos la espalda al que da órdenes desde el cielo.

Gade chapit la Kopi




Hebreos 12:25
36 Referans Kwoze  

Todos los de Israel, viendo que el rey no los escuchaba, respondieron al rey con estas palabras: '¿Qué parte tenemos nosotros con David? ¡No tenemos heredad con el hijo de Jesé! ¡A tus tiendas, Israel! ¡Mira ahora por tu casa, David!'. Y los de Israel se fueron a sus tiendas.


Pero si vosotros os apartáis de m, no guardáis los preceptos y mandatos que os di, os vais a servir a dioses extra os y os postráis ante ellos,


Mirad, Yahveh os ha dado el sábado; por eso el d a sexto os da pan para dos d as. Quédese, pues, cada uno en su casa, y que nadie salga de su lugar el d a séptimo'.


Yahveh dijo a Moisés: 'Dirás a los israelitas: 'Vosotros mismos habéis visto que os he hablado desde lo alto del cielo.


Porque yo llamo y vosotros no hacéis caso, extiendo la mano y nadie atiende.


La rebeld a de los simples es su muerte y la indolencia de los necios su perdición.


Miseria y oprobio a quien rechaza la instrucción; honor a quien admite la reprensión.


Quien rechaza la instrucción desprecia su vida, quien escucha la reprensión se hace sensato.


escuchad la instrucción y seréis sabios, no la menospreciéis.


Tú lo has o do, m ralo todo, y vosotros, ¿no lo anunciaréis? Te declaro cosas nuevas ahora, cosas ocultas que no conoc as.


Tus santas ciudades están desiertas, Sión en desierto se ha convertido, Jerusalén, en desolación.


han vuelto a las iniquidades de sus antepasados, que rehusaron escuchar mis palabras y se fueron tras otros dioses para servirlos. La casa de Israel y la casa de Judá han roto la alianza que estipulé con sus padres.


Pero se rebeló contra mis decretos con más malicia que las naciones, y contra mis leyes más que los pa ses que la rodean, pues rechazaron mis decretos y no obraron según mis leyes.


Pero ellos no quisieron atender, volvieron la espalda, se rebelaron, se taparon los o dos para no o r.


Si os negáis a seguirle, él volverá a dejar a Israel en el desierto, y vosotros seréis la causa de la ruina de todo el pueblo'.


Todav a estaba él hablando cuando una nube luminosa los envolvió y de la nube salió una voz que dec a: 'Éste es mi Hijo amado, en quien me he complacido; escuchadle'.


Jesús le dijo: 'Cuidado con dec rselo a nadie. Pero esto s; ve a presentarte al sacerdote y a ofrecer el don que mandó Moisés, para que tengan constancia de ello'.


A este Moisés a quien hab an rechazado diciendo: '¿Quién te ha constituido pr ncipe y juez?', Dios lo envió como pr ncipe y libertador, con la ayuda del ángel que se le apareció en la zarza.


A quien no escuchare mis palabras, las que él pronunciará en mi nombre, yo le pediré cuenta de ello.


Pero si tu corazón se desv a y no escuchas, si te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y los sirves,


Desde lo alto del cielo te hizo o r su voz para instruirte, y sobre la tierra te hizo ver su gran fuego, y de en medio del fuego o ste sus palabras.


Procurad que nadie devuelva a otro mal por mal, sino buscad siempre lo bueno entre vosotros y con todos.


y dejarán de escuchar la verdad, volviéndose de nuevo a los mitos.


En muchas ocasiones y de múltiples maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas.


Por la fe Noé, advertido por Dios sobre cosas que aún no se ve an, con religioso sentido empezó a construir un arca para salvar a su familia, y por medio de esa fe condenó al mundo y vino a ser heredero de la justicia según fe.


sonido de trompeta, estruendo de palabras tales que los que las o an ped an que se acabaran.


Mirad, hermanos, que en ninguno de vosotros se halle un corazón malvado e incrédulo que lo aparte del Dios vivo;


¿Y contra quiénes se irritó Dios durante cuarenta a os ? ¿No fue contra los que pecaron, cuyos cadáveres quedaron tendidos por el desierto ?


y ofician en un culto que es imagen y sombra de lo celestial, conforme se lo ordenó Dios a Moisés, cuando éste iba a construir el tabernáculo. Mira - le dijo -: lo harás todo conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.


Se presentaron ante los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés, en el pa s de Galaad, y les dijeron:


'Esto ha dicho la comunidad de Yahveh en pleno: '¿Qué perfidia es ésta que habéis cometido contra el Dios de Israel, apartándoos de Yahveh, construyéndoos un altar y rebelándoos hoy contra Yahveh?


Una vez ya purificados con la sumisión a la verdad ordenada a un sincero amor fraterno, amaos de corazón y con sinceridad unos a otros.


Yo ca a sus pies para adorarlo. Pero me dijo: 'No hagas eso. Consiervo tuyo soy y de tus hermanos, que tienen el testimonio de Jesús. A Dios has de adorar'. Pues el testimonio de Jesús es el esp ritu de profec a.


Pero me dijo: 'No hagas eso; soy consiervo tuyo, de tus hermanos, los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro; a Dios has de adorar'.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite