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Hebreos 12:18 - Biblia Castilian 2003

18 Ahora bien, vosotros no os habéis acercado a realidades palpables: fuego ardiente, tinieblas, torbellino,

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Biblia Reina Valera 1960

18 Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Ustedes no se han acercado a una montaña que se pueda tocar, a un lugar que arde en llamas, un lugar de oscuridad y tinieblas, rodeado por un torbellino, como les sucedió a los israelitas cuando llegaron al monte Sinaí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Recuerden su iniciación. No hubo aquel fuego físico que ardía junto a la nube oscura y la tempestad,

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Porque no os habéis acercado a un monte° palpable y que ardía en fuego, y a oscuridad, y tinieblas, y al torbellino,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Ahora bien, vosotros no os habéis acercado a realidades palpables: fuego ardiente, tinieblas, torbellino,

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Hebreos 12:18
11 Referans Kwoze  

Todo el pueblo percib a los truenos y relámpagos, el sonido del cuerno y la monta a humeante; y viendo todo esto, el pueblo estaba atemorizado y se manten a a distancia.


La gloria de Yahveh ofrec a a la vista de los israelitas el aspecto de un fuego devorador sobre la cumbre del monte.


Porque el pecado no tendrá ya dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.


Vosotros no habéis recibido un Esp ritu que os haga esclavos y os lleve de nuevo al temor, sino que habéis recibido un Esp ritu que os hace hijos adoptivos, en virtud del cual clamamos: '¡Abbá! ¡Padre!'


Si aquel ministerio de muerte, grabado con letras sobre piedras, fue tan glorioso que los hijos de Israel no pod an fijar la vista en el rostro de Moisés a causa del resplandor - aunque pasajero - de su rostro,


Pues si el ministerio de la condenación fue gloria, ¡con cuánta más razón abundará en gloria el ministerio de la justificación!


Os acercasteis y estuvisteis al pie de la monta a. La monta a, envuelta en tinieblas, nubes y densa oscuridad, ard a en llamas que llegaban hasta el cielo.


En aquella ocasión estaba yo entre Yahveh y vosotros, para transmitiros la palabra de Yahveh, pues el fuego os atemorizaba y no subisteis al monte'. Él dijo:


Pues el Esp ritu que Dios nos dio no es de timidez sino de fortaleza, de amor y de autodominio.


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