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Génesis 49:24 - Biblia Castilian 2003

24 Pero quedó tenso su arco, ágiles fueron sus brazos por las manos del Fuerte de Jacob, por el nombre del Pastor, la Piedra de Israel.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

24 Mas su arco se mantuvo poderoso, Y los brazos de sus manos se fortalecieron Por las manos del Fuerte de Jacob (Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel),

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Pero su arco permaneció tenso, y sus brazos fueron fortalecidos por las manos del Poderoso de Jacob, por el Pastor, la Roca de Israel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 pero su arco se ha mantenido firme y sus brazos no han aflojado, por la mano del Fuerte de Jacob, por el Pastor y la Roca de Israel,

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Mas su arco permaneció en firme, Y fueron fortalecidos los brazos de sus manos, Por las manos del Fuerte de Jacob, De allí el Pastor, la Piedra de Israel,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Pero quedó tenso su arco, ágiles fueron sus brazos por las manos del Fuerte de Jacob, por el nombre del Pastor, la Piedra de Israel.

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Génesis 49:24
53 Referans Kwoze  

Yo te proveeré aqu, pues aún quedan cinco a os de hambre, para que no te empobrezcas ni tú ni tu casa, ni nada de lo que es tuyo'.


Pero ahora, no os aflijáis, ni os irritéis por haberme vendido aqu; pues para conservar vidas me envió Dios antes que a vosotros.


Dios, pues, me ha enviado delante de vosotros para aseguraros la supervivencia en la tierra, y haceros vivir mediante una feliz liberación.


José proveyó de alimentos a su padre, a sus hermanos y a toda la casa de su padre, según el número de familias.


Después bendijo a José diciendo: 'El Dios en cuya presencia caminaron mis padres, Abrahán e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor desde que existo hasta hoy,


Los arqueros lo han provocado, se lanzaron sobre él y lo acosaron;


No temáis, pues; yo os mantendré a vosotros y a vuestros peque uelos'. Después los consoló con palabras llenas de afecto.


Ya antes, cuando reinaba sobre nosotros Saúl, eras tú quien dirig as las expediciones de Israel; y además Yahveh te ha dicho: 'Tú apacentarás a mi pueblo Israel; tú serás el caudillo de Israel''.


Eliseo dijo al rey de Israel: 'Pon tu mano en el arco'. Y éste puso la mano. Luego Eliseo puso sus manos sobre las del rey


En realidad, lo que todos ellos intentaban era infundirnos miedo, porque pensaban: 'Sus manos desistirán de la obra, y no se llevará a cabo'. Pero yo me reafirmé más todav a.


Conservaré lozana mi gloria y en mi mano mi arco renovará su fuerza.


La piedra que el cantero desechaba, se ha tornado en remate de la esquina.


Canto gradual. Ten a David, Se or, en cuenta sus numerosos afanes,


el que juró al Se or e hizo voto al potente de Jacob:


hasta hallar un lugar para el Se or, para el potente de Jacob una morada'.


Del director. Del siervo de Yahveh, de David, que recitó ante Yahveh las palabras de este canto, el d a en que Yahveh le libró del poder de todos sus enemigos y de la mano de Saúl.


Contigo agrediré toda una turba y con mi Dios podré asaltar murallas.


Salmo. De David. El Se or es mi pastor: nada me falta.


Espera en el Se or: corazón denodado y valeroso, espera en el Se or.


El Se or es la fortaleza de su pueblo y alcázar de la victoria de su ungido.


No es en mi arco en quien conf o, ni mi espada será la que me salve;


Mas yo estoy siempre contigo, tú cogiendo mi diestra.


Del director; con liras de Susa. De Asaf. Salmo.


Maskil. De Etán el ind gena.


Y a adió: 'Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob'. Entonces Moisés se cubrió el rostro, porque tem a fijar su mirada en Dios.


Por eso - oráculo del Se or, Yahveh Sebaot, el Fuerte de Israel -¡ah!, tomaré satisfacción de mis adversarios, me vengaré de mis enemigos.


Por eso, as dice el Se or Yahveh: 'Mirad que estoy cimentando en Sión una piedra, una piedra probada, angular, preciosa, fundamental, cimentada: quien se apoye en ella no vacilará.


no temas, que yo estoy contigo; no te asustes, que yo soy tu Dios. Te fortalezco y te ayudo, te sostengo con mi diestra salvadora.


A tus opresores daré a comer su propia carne, y como de mosto se embriagarán con su sangre, para que sepan todos los mortales que yo, Yahveh, soy tu salvador y tu redentor, el fuerte de Jacob'.


Te amamantarás con la leche de las naciones, al pecho de los reyes te amamantarás, y sabrás que yo, Yahveh, soy tu salvador, y el fuerte de Jacob tu redentor.


Su fuerza estará en Yahveh, y en su nombre triunfarán - oráculo de Yahveh -.


He aqu la piedra que pongo delante de Josué: sobre esta única piedra hay siete ojos. Mirad que yo mismo grabaré su inscripción - oráculo de Yahveh Sebaot - y quitaré la iniquidad de este pa s en un solo d a.


D celes Jesús: '¿Nunca habéis le do en las Escrituras: La piedra que desecharon los constructores, se ha tornado en remate de la esquina. Esto es obra del Se or y es maravilla a nuestros ojos?


¿Ni siquiera habéis le do este pasaje de la Escritura: La piedra que rechazaron los constructores se ha tornado en remate de la esquina.


Pero él, fijando en ellos los ojos, les dijo: '¿Qué significa, pues, aquello que está escrito: La piedra que desecharon los constructores se ha tornado en remate de la esquina?


Ésta es la piedra despreciada por vosotros, los constructores de la casa, y, no obstante, constituida en remate de la esquina.


¿Quién eres tú para juzgar al criado ajeno? Si está de pie o ca do, eso es cosa de su amo. Pero se mantendrá en pie, que el Se or tiene poder para sostenerlo.


edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo Jesús,


Él es la Roca; sus obras son perfectas, y justos todos sus caminos. Es Dios de lealtad y no de iniquidad; es justo y recto.


El Dios de anta o es lugar de refugio, y un soporte, sus brazos eternos; él arrojó de delante de ti al enemigo, y ordenó: ¡extermina!


Josué, hijo de Nun, estaba lleno del esp ritu de sabidur a, pues Moisés le hab a impuesto las manos. Los israelitas le obedecieron e hicieron como Yahveh hab a ordenado a Moisés.


para que, fortalecidos bajo todos los aspectos, según el poder de su gloria, con ánimo constante y llenos de alegr a,


Pero el Se or me asistió y me dio fuerzas, de tal manera que, por mi medio, hubo una plena proclamación de la palabra y llegó a o dos de todos los gentiles; y yo mismo fui librado de las fauces del león.


tuya será también la región monta osa; aunque ahora ves que es bosque, la roturarás, y tuyos serán sus confines, pues lograrás expulsar a los cananeos, aunque tengan carros de hierro y aunque sean fuertes'.


Los de la casa de José subieron también hacia Betel y Yahveh les prestó su ayuda.


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