Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Génesis 44:16 - Biblia Castilian 2003

16 Contestó Judá: '¿Qué podemos decir a mi se or? ¿Cómo le hablaremos para poder justificarnos? Es Dios quien manifiesta la culpa de tus siervos. Seremos, pues, esclavos de mi se or, nosotros y también aquél en cuyo poder fue hallada la copa'.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

16 Entonces dijo Judá: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos, o con qué nos justificaremos? Dios ha hallado la maldad de tus siervos; he aquí, nosotros somos siervos de mi señor, nosotros, y también aquel en cuyo poder fue hallada la copa.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

16 —Oh, mi señor —contestó Judá—, ¿qué podemos responderle? ¿Cómo podemos explicar esto? ¿Cómo podemos probar nuestra inocencia? Dios nos está castigando por nuestros pecados. Mi señor, todos hemos regresado para ser sus esclavos, todos nosotros, y no solo nuestro hermano que tenía la copa en su costal.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Contestó Judá: '¿Qué podemos decir a mi señor, y cómo podemos justificarnos? Dios ha descubierto alguna falta en tus servidores. En adelante seremos esclavos de mi señor, junto con aquél en cuyo poder se encontró la copa.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

16 Entonces dijo Judá: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos? ¿Cómo nos justificaremos? ’Elohim ha descubierto la iniquidad de tus siervos. He aquí, somos esclavos de mi señor, nosotros, y también aquél en cuya mano fue hallada la copa.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Contestó Judá: '¿Qué podemos decir a mi señor? ¿Cómo le hablaremos para poder justificarnos? Es Dios quien manifiesta la culpa de tus siervos. Seremos, pues, esclavos de mi señor, nosotros y también aquél en cuyo poder fue hallada la copa'.

Gade chapit la Kopi




Génesis 44:16
25 Referans Kwoze  

Estábamos atando gavillas en medio del campo, cuando he aqu que mi gavilla se levantó y se mantuvo derecha, mientras que las vuestras se pon an a su alrededor y se inclinaban ante ella'.


Tuvo otro sue o y se lo contó también a sus hermanos. Les dijo: 'He tenido otro sue o: el sol, la luna y once estrellas se inclinaban delante de m '.


Dijo José: 'Lejos de m hacer eso; el hombre en cuyo poder fue hallada la copa, ése será mi siervo. En cuanto a vosotros, subid en paz a vuestro padre'.


Tu siervo ha salido fiador del joven ante mi padre, diciéndole: 'Si no te lo devuelvo, seré yo reo de culpa ante mi padre por toda mi vida'.


Aquél de tus siervos en cuyo poder fuere hallada, muera; y aún más, nosotros seremos esclavos de mi se or'.


Ella dijo entonces a El as: '¿Qué tengo yo que ver contigo, hombre de Dios? ¿Has venido a mi para recordar mis culpas y hacer morir a mi hijo?'.


Pero ahora ¿qué vamos a decir, oh Dios nuestro, después de esto? Hemos abandonado tus mandamientos,


¡Oh Yahveh, Dios de nuestros padres! Tú eres bueno, pues has hecho que quedáramos un resto de rescatados como éste que está aqu. Henos aqu ante ti con nuestras culpas, aunque no podemos mantenernos as en tu presencia'.


'He hablado a la ligera: ¿Qué responderé? Taparé con mi mano mi boca.


Absolver al culpable y condenar al justo son dos cosas que abomina Yahveh.


El culpable de asesinato corre a la tumba. ¡Que nadie le ayude!


As, con esto será expiada la culpa de Jacob, y éste será todo el fruto: quitarle su pecado; que deje todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, que no queden en pie ni aserás ni estelas.


Ahora, habitantes de Jerusalén, hombres de Judá, juzgad, pues, entre m y entre mi vi a:


A ti, Se or, la justicia; a nosotros, la vergüenza en el rostro, como sucede hoy a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo Israel, a los de cerca y a los de lejos, en todos los pa ses adonde los arrojaste por las infidelidades que cometieron contra ti.


Pero si no lo hacéis as, pecaréis contra Yahveh y sabed que vuestro pecado no quedará sin castigo.


porque tal como juzguéis seréis juzgados, y tal como midáis seréis medidos.


Pues nada hay oculto que no se descubra, y nada secreto que no se conozca.


Al o r esto, se dolieron de corazón y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: '¿Qué tendr amos que hacer, hermanos?'.


Si dos hombres pleitean, se presentarán a juicio y se emitirá sentencia; se absolverá al inocente y se condenará al culpable.


Pero los israelitas fueron infieles en lo tocante al anatema. Porque Acán, hijo de Carm, hijo de Zabd, hijo de Zéraj, de la tribu de Judá, se guardó para s algo de lo entregado al anatema y la ira de Yahveh se encendió contra los israelitas.


Hizo que se presentara la familia de Zabd por individuos, y fue designado por suertes Acán hijo de Carm, hijo de Zabd, hijo de Zéraj, de la tribu de Judá.


Exclamó entonces Adoni Bézec: 'Setenta reyes, a quienes se les amputaron los pulgares de manos y pies, recog an migajas bajo mi mesa. Dios me paga mi merecido'. Le llevaron a Jerusalén y all murió.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite