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Génesis 35:2 - Biblia Castilian 2003

2 Dijo Jacob a los de su casa y a todos los que estaban con él: 'Retirad los dioses extranjeros que hay entre vosotros; purificaos y mudaos los vestidos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Entonces Jacob les dijo a todos los de su casa: «Desháganse de todos sus ídolos paganos, purifíquense y pónganse ropas limpias.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Llamó Jacob a toda su familia y a los que estaban con él y les ordenó: 'Arrojen lejos a los dioses extranjeros que tienen con ustedes. Purifíquense y cámbiense la ropa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Entonces dijo Jacob a su casa y a todos los que estaban con él: Quitad los dioses extraños que hay entre vosotros, purificaos y mudad vuestras ropas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Dijo Jacob a los de su casa y a todos los que estaban con él: 'Retirad los dioses extranjeros que hay entre vosotros; purificaos y mudaos los vestidos.

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Génesis 35:2
58 Referans Kwoze  

Porque yo lo he escogido para que mande a sus hijos, y a su casa después de él, que guarden el camino de Yahveh, haciendo lo que es justo y recto, para que Yahveh realice en Abrahán cuanto le ha prometido'.


Mientras Labán estaba en el esquileo de su reba o, Raquel hurtó los terafim de su padre.


Ahora bien, si tú te has ido porque ten as nostalgia de la casa de tu padre, ¿por qué has robado mis dioses?'.


Pero Raquel hab a tomado los terafim, los hab a colocado en la albarda del camello y se hab a sentado encima. Labán rebuscó por toda la tienda, pero no halló nada.


La vio Siquén, hijo de Jamor, el jiveo, pr ncipe de aquel pa s, se la llevó, se acostó con ella y la violó.


Mientras Israel habitaba en aquella tierra, fue Rubén y se acostó con Bilhá, concubina de su padre. Israel se enteró de ello. Jacob tuvo doce hijos.


Y por otra parte, ¿quién hay como tu pueblo, como Israel - nación única en la tierra -, al que Dios haya venido a rescatar para hacerlo su pueblo y darle renombre, para realizar en él portentos y maravillas arrojando a las gentes y sus dioses delante de tu pueblo que rescataste de Egipto para ti?


Pero cada pueblo se fabricó sus dioses y los colocó en los templos de los lugares altos que hab an edificado los samaritanos: cada nación en las ciudades en que se hab a establecido.


Eliseo le envió un mensajero a decirle: 'Ve y lávate siete veces en el Jordán; volverá a ti tu carne y quedarás limpio'.


Nada son todos los dioses de los pueblos, pues el Se or hizo los cielos.


Una vez terminados los d as de banquete, Job los hac a venir para purificarlos y, levantándose muy de ma ana, ofrec a un holocausto por cada uno de ellos, pues se dec a para s: 'Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en su corazón'. As hac a Job constantemente.


Cuando, después que se hubo unido a Betsabé, vino a su encuentro el profeta Natán.


Mira que en la iniquidad he nacido y en la maldad me concibió mi madre.


Después dijo Yahveh a Moisés: 'Vuélvete a tu pueblo y haz que se purifique hoy y ma ana. Que laven sus vestidos,


Después bajó Moisés del monte hasta donde estaba el pueblo, lo purificó y ellos lavaron sus vestidos.


Guardad cuanto os he ordenado. No pronunciaréis el nombre de otros dioses; que ni asome a vuestros labios.


No te precipites con la lengua, ni se apresure tu corazón a proferir una palabra ante Dios, porque Dios está en el cielo, y tú en la tierra. Por ello, sé parco en palabras.


lavaos, purificaos, apartad vuestras malas acciones de delante de mis ojos; cesad de obrar el mal,


¡Afuera! ¡Afuera! ¡Salid de all ! ¡No toquéis nada impuro! ¡Salid de en medio de ella, purificaos los que lleváis los vasos de Yahveh!


tus adulterios, tus relinchos, la ignominia de tu prostitución. Sobre las colinas, en el campo, he visto tus abominaciones. ¡Ay de ti, Jerusalén, que no te purificas! ¿Hasta cuándo aún?


¿Puede un hombre fabricarse dioses? ¡Pues entonces no son dioses!


¿Por qué tendr a que perdonarte? Tus hijos me abandonaron y juraron por los que no son dioses. Cuando los saciaba, ellos comet an adulterio y a la casa de las prostitutas iban en tropel.


Arrojad de vosotros todas las transgresiones que habéis cometido y haceos un corazón nuevo y un esp ritu nuevo. ¿Por qué queréis morir, casa de Israel?


Y les dije: que cada uno de vosotros arroje los monstruos abominables que deleitan vuestros ojos y no os contaminéis con los dolos de Egipto. Yo soy Yahveh, vuestro Dios'.


'Os rociaré con agua limpia y quedaréis limpios; os limpiaré de todas vuestras manchas y de todos vuestros dolos.


Bebieron vino y alabaron a sus dioses de oro de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra.


Quien toque ese lecho lavará sus vestidos, se ba ará y será impuro hasta la tarde.


Si no lava sus vestidos ni se ba a cargará con su culpa.'


El d a séptimo lavaréis vuestros vestidos y quedaréis purificados. Después podréis entrar en el campamento'.


Pero ahora estáis viendo y oyendo cómo este Pablo ha convencido y seducido a una gran muchedumbre, no sólo de Éfeso, sino de casi toda Asia, diciendo que no son dioses los que se hacen a mano.


Y no seáis idólatras como lo fueron algunos de ellos, según está escrito: La muchedumbre se sentó a comer y a beber, y después se levantaron a danzar.


Teniendo, pues, la posesión de tales promesas, purifiquémonos de todo lo que pueda manchar la carne o el esp ritu y completemos nuestra santificación en el temor de Dios.


Es verdad que en otro tiempo, cuando no conoc ais a Dios, estabais esclavizados a dioses que no lo son en realidad;


maldición, si no atendéis a los mandamientos de Yahveh, vuestro Dios, si os desviáis del camino que yo os prescribo hoy, para ir en pos de otros dioses que no habéis conocido.


Excitan sus celos con dioses extra os, lo provocan con abominaciones;


No tendrás otros dioses delante de m.


No irás tras otros dioses, tras los dioses de los pueblos que estarán a vuestro alrededor,


Quemaréis en el fuego las esculturas de sus dioses; no codiciarás la plata y el oro que las recubren, ni te lo apropiarás, no sea que por ello caigas en una trampa, pues es una abominación para Yahveh, tu Dios,


Acerquémonos, pues, con corazón sincero y fe plena, purificado el corazón de toda impureza de conciencia y lavado el cuerpo con agua pura.


Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; los que obráis con doblez, purificad los corazones.


y sin mezclaros con esos pueblos que han quedado entre vosotros. No mentéis el nombre de sus dioses, ni juréis por ellos, ni les deis culto, ni os postréis ante ellos,


Ahora, pues, temed a Yahveh y servidle con integridad y lealtad. Apartaos de los dioses a los que sirvieron vuestros antepasados al otro lado del r o y en Egipto, y servid a Yahveh.


Pero si os parece mal servir a Yahveh, escoged a quién habéis de servir: a los dioses a los que sirvieron vuestros antepasados al otro lado del r o, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis. Yo y mi casa serviremos a Yahveh'.


Dijo entonces Josué a todo el pueblo: 'As habla Yahveh, Dios de Israel: vuestros antepasados: Téraj, padre de Abrahán y de Najor, habitaron desde antiguo al otro lado del r o, y dieron culto a dioses extra os.


Si abandonáis a Yahveh y serv s a dioses extra os, él se volverá para traer el mal contra vosotros y para aniquilaros, aun después de haberos hecho tanto bien'.


'Pues bien, apartad los dioses extra os que hay en medio de vosotros, e inclinad vuestro corazón hacia Yahveh, Dios de Israel'.


y salvadlos, arrancándolos del fuego. De los otros, compadeceos también, pero con precaución, aborreciendo hasta la túnica contaminada de su carne.


Retiraron entonces a los dioses extra os de en medio de ellos y sirvieron a Yahveh, quien no pudo ya soportar las penalidades de Israel.


Dijo entonces Noem: 'Mira, tu cu ada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete también tú tras tu cu ada'.


Él respondió: '¡De paz! He venido a ofrecer un sacrificio a Yahveh. Purificaos y venid conmigo al sacrificio'. Purificó a Jesé y a sus hijos y los invitó al sacrificio.


Samuel dijo entonces a toda la casa de Israel: 'Si de todo corazón os volvéis a Yahveh, quitad de en medio de vosotros los dioses extra os y las Astartés, orientad vuestro corazón hacia Yahveh, servidle a él solo, y entonces él os librará del poder de los filisteos'.


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