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Génesis 13:16 - Biblia Castilian 2003

16 y haré que tu descendencia sea como el polvo de la tierra. Si alguien puede contar el polvo de la tierra, podrá contar también tu posteridad.

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Biblia Reina Valera 1960

16 Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 ¡Y te daré tantos descendientes que, como el polvo de la tierra, será imposible contarlos!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Multiplicaré tu descendencia como el polvo de la tierra, de tal manera, que si se pudiera contar el polvo de la tierra, también se podría contar tu descendencia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Haré a tu descendencia como el polvo de la tierra: si se puede contar el polvo de la tierra, tu descendencia podrá ser contada.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 y haré que tu descendencia sea como el polvo de la tierra. Si alguien puede contar el polvo de la tierra, podrá contar también tu posteridad.

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Génesis 13:16
38 Referans Kwoze  

Y sacándole fuera, le dijo: 'Mira al cielo y cuenta, si puedes, las estrellas'. Y a adió: 'As será tu descendencia'.


Y a adió el ángel de Yahveh: 'Multiplicaré tanto tu descendencia que no se podrá contar su número'.


Yo la bendeciré, y de ella también te daré un hijo; la bendeciré y se convertirá en madre de naciones, y reyes de pueblos saldrán de ella'.


Estableceré mi alianza entre tú y yo, y te multiplicaré sin medida'.


Y en cuanto a Ismael, te he escuchado: yo lo bendigo, le haré fructificar y lo multiplicaré sobremanera. Doce jefes engendrará, y haré de él un gran pueblo.


Te haré fructificar en gran manera; de ti haré naciones, y de ti saldrán reyes.


cuando le voy a convertir en un pueblo grande y fuerte y en él serán bendecidas todas las naciones de la tierra?


también del hijo de la esclava haré una gran nación, por ser descendencia tuya'.


te bendeciré copiosamente y multiplicaré tu posteridad como las estrellas del cielo y como la arena de las orillas del mar; tu descendencia se adue ará de las ciudades de sus enemigos.


Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y daré a tu posteridad todas estas tierras. En tu descendencia serán bendecidos todos los pueblos de la tierra,


Tu descendencia será como el polvo de la tierra; y te extenderás a occidente y a oriente, al septentrión y al mediod a, y en ti y en tu descendencia serán bendecidas todas las naciones de la tierra.


El Sadday te bendiga, te haga fructificar y te multiplique, para que te conviertas en una muchedumbre de pueblos


L brame, te ruego, de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, pues temo que llegue y me ataque, y no perdone a la madre ni a los hijos.


Tú dijiste: 'Yo te favoreceré y haré que tu descendencia sea como la arena del mar, que por ser tanta no puede contarse''.


D jole Dios: 'Yo soy El Sadday. Sé prol fico y multipl cate. Un pueblo y una comunidad de pueblos nacerán de ti, y de ti saldrán reyes.


Le dijo: 'Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, porque all haré yo de ti un gran pueblo.


Por otra parte, tu siervo está en medio del pueblo que tú elegiste y que es tan numeroso que no se puede contar ni calcular su muchedumbre.


Judá e Israel eran tan numerosos como las arenas en las orillas del mar: com an y beb an, felices y contentos.


Pero Yahveh tuvo piedad y misericordia de ellos y se volvió hacia ellos a causa de su alianza con Abrahán, Isaac y Jacob. Por eso no quiso destruirlos ni arrojarlos de su presencia hasta hoy.


Entregó, pues, Joab a David el número del empadronamiento del pueblo. Hab a en todo Israel un millón cien mil hombres aptos para la guerra; y en Judá, cuatrocientos setenta mil aptos para la guerra.


David no hizo el censo de los de veinte a os para abajo, porque Yahveh hab a dicho que multiplicar a a Israel como las estrellas del cielo.


Ahora, pues, oh Yahveh Dios, que se cumpla tu promesa a mi padre David, ya que tú me has constituido rey de un pueblo numeroso como el polvo de la tierra.


Verás aumentar tu descendencia y tus vástagos crecer cual la hierba del campo.


Los israelitas fueron fecundos y se propagaron; se multiplicaron y llegaron a ser tan poderosos que llenaron el pa s.


Acuérdate de Abrahán, de Isaac y de Israel, tus siervos, a quienes juraste por ti mismo, diciéndoles: 'Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y daré a vuestra descendencia todo ese pa s de que yo he hablado para que lo hereden perpetuamente''.


Del mismo modo que no puede contarse el ejército del cielo ni calcularse la arena del mar, as multiplicaré la descendencia de mi siervo David y la de los levitas que me sirven'.


¿Quién podrá calcular el polvo de Jacob? ¿Quién contará la arena de Israel? ¡Muera yo con la muerte de los justos! ¡Sea mi fin como el suyo!'.


Yahveh, vuestro Dios, os ha multiplicado y ahora sois tan numerosos como las estrellas del cielo.


Y as, de un solo hombre, y eso que ya no ten a capacidad generativa, nacieron descendientes numerosos como las estrellas del cielo y como la arena incontable de la orilla del mar.


Después miré y apareció una muchedumbre inmensa que nadie pod a contar, de toda nación, tribus, pueblos y lenguas, que estaban de pie ante el trono y ante el Cordero, vestidos de túnicas blancas y con palmas en las manos.


Cuando Israel hac a la siembra, sub an contra él los madianitas, los amalecitas y los hijos de oriente,


Porque ellos sub an con sus ganados y sus tiendas; llegaban tan numerosos como langostas, pues ellos y sus camellos eran innumerables. Ven an al pa s para devastarlo.


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