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Gálatas 5:22 - Biblia Castilian 2003

22 Por el contrario, el fruto del Esp ritu es amor, alegr a, paz, comprensión, paciencia, bondad, fidelidad,

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 En cambio, el fruto del Espíritu es caridad, alegría, paz, comprensión de los demás, generosidad, bondad, fidelidad,

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Pero el fruto del espíritu° es amor, gozo y paz; paciencia, benignidad y bondad; fidelidad,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Por el contrario, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, comprensión, paciencia, bondad, fidelidad,

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Gálatas 5:22
44 Referans Kwoze  

Es como árbol plantado en los arroyos, que da el fruto a su tiempo y sus hojas no se secan: en todo lo que hace tiene éxito.


Plantados en la casa del Se or, en los atrios de nuestro Dios florecerán.


Más vale el fin de una cosa que su comienzo; más vale la paciencia que el orgullo.


Mirad que voy a traerles la salud y la curación: voy a sanarlos y a descubrirles la riqueza de la paz y de la seguridad.


Volverán los que se sentaban a su sombra: cultivarán el trigo, florecerán como la vi a; serán tan afamados como el vino del L bano.


O tenéis por bueno el árbol y por bueno su fruto, o tenéis por podrido el árbol y por podrido su fruto; pues por el fruto se conoce el árbol.


a ver si da fruto el a o que viene; si no da, entonces la cortas''.


No me habéis elegido vosotros, sino que yo os eleg, y os he puesto para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto sea permanente; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dé.


Todo sarmiento m o que no da fruto lo corta; y todo el que da fruto lo poda, para que dé más todav a.'


Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en m y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de m no podéis hacer nada.


Que el reino de Dios no consiste en tal clase de comida o de bebida, sino en justicia y paz y alegr a en el Esp ritu Santo.


Con respecto a vosotros, yo estoy, hermanos m os, personalmente convencido de que también vosotros estáis llenos de buenas disposiciones, henchidos de toda clase de conocimiento y capacitados para exhortaros unos a otros.


Tampoco Cristo buscó lo que le agradaba, sino que, según está escrito: Los ultrajes de aquellos que te ultrajaban recayeron sobre m.


Os ruego, hermanos, por Jesucristo nuestro Se or y por amor del Esp ritu, que luchéis juntamente commigo, dirigiendo a Dios oraciones por m,


Mientras que ahora, emancipados del pecado y convertidos en esclavos de Dios, tenéis por fruto vuestro la justificación y, como final, vida eterna.


As, pues, hermanos m os, también vosotros quedasteis muertos para la ley por medio del cuerpo de Cristo, para pertenecer de hecho a otro: al resucitado de entre los muertos, de manera que demos frutos para Dios.


En efecto, los que viven según la carne, anhelan las cosas de la carne; los que viven según el Esp ritu, las del Esp ritu.


Ahora quedan fe, esperanza, amor: estos tres. Pero el mayor de ellos es el amor.


Porque vosotros, hermanos, fuisteis llamados a la libertad. Solamente que esta libertad no dé pretexto a la carne; sino al contrario, poneos, por medio del amor, los unos al servicio de los otros.


que os dejéis renovar por el esp ritu de vuestra mente


- pues el fruto de la luz consiste en toda clase de bondad y de justicia y de verdad -,


llenos del fruto de justicia que se obtiene por medio de Cristo, para gloria y alabanza de Dios.


para que caminéis según el Se or se merece, a plena satisfacción suya, dando frutos en toda obra buena y creciendo en el conocimiento de Dios;


y para que podamos as vernos libres de los hombres malvados y perversos; pues no todos tienen la fe.


Las mujeres deben ser igualmente dignas, no calumniadoras, sobrias, fieles en todo.


Que nadie te tenga en menos por tu juventud. Al contrario, procura ser modelo de todos los creyentes: en la palabra, en la conducta, en el amor, en la fe, en la pureza de vida.


Una vez ya purificados con la sumisión a la verdad ordenada a un sincero amor fraterno, amaos de corazón y con sinceridad unos a otros.


Sin haberlo visto, lo amáis; y sin verlo por ahora, pero creyendo en él, experimentáis un gozo inefable y glorioso


Os he escrito esta breve carta por medio de Silvano, a quien considero vuestro fiel hermano, para animaros y para testificar que ésta es la verdadera gracia de Dios. Manteneos firmes en ella.


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