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Éxodo 32:32 - Biblia Castilian 2003

32 Pero ¡si quisieras perdonar su pecado! Y si no, bórrame del libro que tienes escrito'.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

32 que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Ahora, si solo perdonaras su pecado; pero si no, ¡borra mi nombre del registro que has escrito!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Con todo, dígnate perdonar su pecado..., pero si no, bórrame del libro que has escrito.

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 Pero ahora, perdona su pecado… Si no, ¡bórrame ahora de tu libro que has escrito!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Pero ¡si quisieras perdonar su pecado! Y si no, bórrame del libro que tienes escrito'.

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Éxodo 32:32
26 Referans Kwoze  

Mi embrión, tú lo viste con tus ojos, y los d as creados figuraban todos inscritos en tu libro, antes ya de que uno de ellos existiera.


¿Tendrán de su maldad una evasión? A la furia de los pueblos arrójalos, oh Dios.


acumúlales maldad sobre maldades y que no tengan lugar en tu justicia.


Ahora, déjame que se encienda mi ira contra ellos y los extermine; pero yo haré de ti una gran nación'.


Entonces al que quede en Sión, al que sobreviva en Jerusalén, santo se le llamará; quedará inscrito para vivir por siempre en Jerusalén.


Extenderé mi mano contra los profetas que ven vanidades y adivinan mentiras; no estarán en la asamblea de mi pueblo, no serán inscritos en el libro de la casa de Israel, no entrarán en el territorio de Israel; y sabréis que yo soy el Se or Yahveh.


'En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran pr ncipe, el defensor de los hijos de tu pueblo; será un tiempo de angustia, cual no lo ha habido desde que existen las naciones hasta entonces. En aquel tiempo se salvará tu pueblo, todos los que estén inscritos en el libro.


Cuando estaban terminando de comer la hierba de la tierra, dije: '¡Se or Yahveh! ¡Perdona, por favor! ¿Cómo subsistirá Jacob? ¡Es tan peque o!'.


Hablaron también entre s los que temen a Yahveh y Yahveh escuchó con atención. Se escribió un memorial en su presencia en favor de los que temen a Yahveh y respetan su nombre.


Ellos serán para m - dice Yahveh Sebaot - propiedad particular, el d a en que yo actúe. Seré indulgente con ellos, como un hombre es indulgente con el hijo que le sirve.


Si también en adelante vas a tratarme as, prefiero que me env es la muerte, si en algo me estimas, y as no veré ya mi desventura'.


Yahveh descendió en la nube y le habló; tomó del esp ritu que hab a en él y lo puso sobre los setenta ancianos. Tan pronto como el esp ritu se posó en ellos, comenzaron a profetizar, pero sólo lo hicieron aquella vez.


Perdona, pues, el pecado de este pueblo, según la grandeza de tu misericordia, como lo has soportado desde Egipto hasta aqu '.


Sin embargo, no os alegréis de eso: de que los esp ritus se os sometan; alegraos más bien de que vuestros nombres están ya inscritos en el cielo'.


Jesús dec a: 'Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen'. Luego se repartieron sus vestidos echando suertes.


Hasta desear a yo mismo ser anatema, ser separado de Cristo en bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne.


Cuando Yahveh, tu Dios, te haya dado reposo, al abrigo de todos tus enemigos de alrededor, en la tierra que Yahveh, tu Dios, te va a dar en herencia para que la poseas, borrarás el recuerdo de Amalec de debajo del cielo. ¡No lo olvides!


Yahveh lo separará de todas las tribus de Israel para desgracia suya, según todas las maldiciones de la alianza escrita en este libro de la Ley.


Déjame que los destruya y que borre su nombre de debajo del cielo, y haré de ti una nación más fuerte y numerosa que él'.


Y a ti te ruego, mi sincero S zigo, que les ayudes, ya que ellas me asistieron en la lucha por el evangelio, junto con Clemente y los demás colaboradores m os, cuyos nombres están en el Libro de la Vida.


La bestia que has visto era y ya no es. Está a punto de subir del abismo, pero camina a la perdición. Los moradores de la tierra, aquellos cuyo nombre no está escrito en el libro de la vida desde la creación del mundo, quedarán atónitos, cuando vean la bestia, pues era, ya no es y vuelve a aparecer.


Nada impuro entrará en ella, ni tampoco los que cometen abominación o falsedad, sino sólo los inscritos en el libro de la vida del Cordero.


Y si alguno quita algo de las palabras del libro de esta profec a, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa descritos en este libro'.


El que venza será vestido as, con vestiduras blancas. No borraré jamás su nombre del libro de la vida, y proclamaré su nombre ante mi Padre y ante sus ángeles'.


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