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Esdras 8:21 - Biblia Castilian 2003

21 Y all, a la orilla del r o Ahavá, pregoné un ayuno para humillarnos ante nuestro Dios, con el fin de impetrar de él un feliz viaje para nosotros, para nuestros hijos y toda nuestra hacienda.

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Biblia Reina Valera 1960

21 Y publiqué ayuno allí junto al río Ahava, para afligirnos delante de nuestro Dios, para solicitar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para todos nuestros bienes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Allí, junto al canal de Ahava, di órdenes de que todos ayunáramos y nos humilláramos ante nuestro Dios. En oración le pedimos a Dios que nos diera un buen viaje y nos protegiera en el camino tanto a nosotros como a nuestros hijos y nuestros bienes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Allí, a orillas del río Ahava, proclamé un día de ayuno para hacer penitencia delante de nuestro Dios, para suplicarle que nos concediera un viaje feliz junto con nuestros hijos y todo lo que llevábamos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Y allí, junto al río de Ahava, proclamé un ayuno para humillarnos delante de nuestro Dios, a fin de suplicar de Él un buen viaje para nosotros y para nuestros pequeños, así como para toda nuestra hacienda.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Y allí, a la orilla del río Ahavá, pregoné un ayuno para humillarnos ante nuestro Dios, con el fin de impetrar de él un feliz viaje para nosotros, para nuestros hijos y toda nuestra hacienda.

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Esdras 8:21
37 Referans Kwoze  

Josafat se atemorizó y decidió buscar a Yahveh, por lo que promulgó un ayuno para todo Judá.


Se reunió, pues, Judá para implorar a Yahveh. Incluso de todas las ciudades de Judá vino gente en busca de Yahveh.


Los reun a la orilla del r o que corre hacia Ahavá, y all acampamos tres d as. Observé que hab a gente del pueblo y sacerdotes, pero no levitas.


El d a doce del mes primero partimos del r o Ahavá para dirigirnos a Jerusalén. La mano de nuestro Dios estaba con nosotros y nos libró de enemigos y salteadores durante el camino.


El d a veinticuatro de aquel mismo mes se reunieron los israelitas para un ayuno, vestidos de saco y cubiertos de polvo.


'Ve y reúne a todos los jud os que se encuentran en Susa y ayunad por m. No comáis ni bebáis durante tres d as, ni de d a ni de noche. También yo y mis doncellas ayunaremos. Y as, aun en contra de la ley, me presentaré al rey. Si tengo que morir, moriré'.


A la orilla de los r os de Babel estábamos sentados y llorábamos, recordando a Sión.


Cuanto a m, por tus mercedes infinitas podré entrar en tu casa y, de tu temor transido, ante tu lugar santo postrarme.


Condúceme, Se or, en tu justicia y, en vista de quienes me acechan, allana tus caminos a mi paso.


Oh Yahveh, Se or nuestro, ¡cuán grandioso es tu nombre sobre toda la tierra! Sobre los cielos mismos tu majestad se eleva.


En todos tus caminos reconócele y él enderezará tus senderos.


y tus o dos oirán una palabra detrás de ti que dice: 'Éste es el camino, seguidle tanto si vais a la derecha como si vais a la izquierda'.


Habrá all una senda, una v a. V a Sacra se la llamará. No pasará por ella el impuro. Será para ellos cuando estén de camino, los inexpertos no se descarriarán.


Guiaré a los ciegos por camino que ignoran, por senderos desconocidos los encaminaré. Cambiaré ante ellos la oscuridad en luz, y lo escabroso en llanura. Éstas son las cosas que haré y no las abandonaré.


No tendrán hambre ni sed, no los herirá el bochorno ni el sol, pues quien se apiada de ellos los gu a, y a los manantiales de agua los conduce.


'¿Por qué ayunamos, y no lo ves; nos mortificamos, y no lo adviertes?'. Mirad: el d a de ayuno tratáis de negocios y explotáis a todos vuestros obreros.


¿Es ése el ayuno que yo eleg para el d a en que el hombre se mortifica? ¿Doblar la cabeza como un junco y hacer un lecho de saco o de ceniza? ¿A esto lo llamáis ayuno, d a agradable a Yahveh?


Reconozco, Se or, que no es el hombre due o de su camino, ni de quien anda el dirigir sus pasos.


para que Yahveh, tu Dios, nos indique el camino por donde hemos de ir y lo que debemos hacer'.


Volv mi rostro al Se or para dirigirle oraciones y súplicas, en ayuno, saco y ceniza.


Promulgad un ayuno, convocad una asamblea reunid a los ancianos, a todos los habitantes del pa s, en la casa de Yahveh, vuestro Dios, y clamad a Yahveh.


Es ley perpetua para vosotros: el mes séptimo, el d a diez del mes, ayunaréis y no haréis trabajo alguno, ni el nativo ni el forastero que mora entre vosotros;


Será para vosotros sábado, d a de reposo, y ayunaréis. Es ley perpetua.


Quien ese d a no ayune, será extirpado de su pueblo.


La gente de N nive creyó en Dios; proclamó un ayuno y grandes y peque os se vistieron de saco.


Luego hizo repetir esta proclama en N nive: 'Por orden del rey y de sus magnates, que ni hombres ni animales, ni ganado mayor ni menor prueben bocado, ni pasten ni beban.


¿Por qué Yahveh nos quiere llevar a esa tierra, para que caigamos a espada, y que nuestras mujeres y nuestros peque os formen parte del bot n? ¿No ser a mejor para nosotros volver a Egipto?'.


Pero a vuestros peque uelos, de los que habéis dicho que servir an de bot n, yo les haré entrar, y ellos conocerán el pa s que vosotros habéis despreciado.


porque esta promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos cuantos, estando lejos, el Se or nuestro Dios se dignare llamar'.


Subieron entonces todos los israelitas, todo el pueblo, a Betel a lamentarse; y permanecieron all en presencia de Yahveh, ayunaron aquel d a hasta el atardecer y ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión ante Yahveh.


Congregáronse, pues, en Mispá y sacaron agua, que derramaron delante de Yahveh; ayunaron aquel d a y dijeron: 'Hemos pecado contra Yahveh'. Y Samuel administró justicia a los israelitas en Mispá.


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