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Esdras 4:20 - Biblia Castilian 2003

20 Hubo en Jerusalén reyes poderosos que reinaron en todo el territorio de la Transeufratina, a los que se pagaban tributos, impuestos y gabelas.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

20 y que hubo en Jerusalén reyes fuertes que dominaron en todo lo que hay más allá del río, y que se les pagaba tributo, impuesto y rentas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Reyes poderosos han gobernado Jerusalén y toda la provincia al occidente del río Éufrates, y han recibido tributos, derechos aduaneros y peajes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Poderosos reyes reinaron en Jerusalén en la provincia más allá del Río, a los que se les pagaba tributo, impuestos y peaje.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 y que en Jerusalem hubo reyes fuertes que dominaban toda la región de Más Allá del Río y que se les pagaban tributos, contribuciones e impuestos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Hubo en Jerusalén reyes poderosos que reinaron en todo el territorio de la Transeufratina, a los que se pagaban tributos, impuestos y gabelas.

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Esdras 4:20
23 Referans Kwoze  

En aquel d a hizo Yahveh alianza con Abrán, diciéndole: 'A tu posteridad entrego yo esta tierra desde el torrente de Egipto hasta el gran r o, el r o Éufrates:


Dominaba Salomón sobre todos los reinos, desde el R o hasta el pa s de los filisteos y los confines de Egipto: todos le pagaban tributo y le estaban sometidos durante todo el tiempo que vivió.


Dominaba sobre toda la tierra del lado de acá del R o, desde Tafsaj hasta Gaza, sobre todos los reyes de este lado del R o, y estaba en paz con todos los pa ses lim trofes.


Estableció luego guarniciones en Edom y as todos los idumeos quedaron sometidos a David. Yahveh, pues, conced a la victoria a David por dondequiera que éste iba.


David batió también a Hadadézer, rey de Sobá, en Jamat, cuando éste iba a establecer su dominio sobre el r o Éufrates.


Puso David gobernadores en la región aramea de Damasco, y as los arameos quedaron sometidos a David y le pagaban tributo. Yahveh conced a la victoria a David por dondequiera que éste iba.


Entonces los súbditos de Hadadézer, viéndose derrotados por Israel, concertaron la paz con David y le quedaron sometidos. Desde entonces, los arameos ya no se atrevieron a prestar auxilio a los amonitas.


Incluso algunos filisteos tra an a Josafat regalos y plata como tributo. Hasta los árabes le trajeron ganado menor: siete mil setecientos carneros y siete mil setecientos machos cabr os.


sin contar los impuestos de los mercaderes y del tráfico de mercanc as y las contribuciones de todos los reyes de Arabia y de los gobernadores del pa s, que tra an oro y plata a Salomón.


Sepa el rey que, si éstos reconstruyen la ciudad y restauran sus murallas, no pagarán ya más tributos, impuestos ni gabelas, y en definitiva, serán los reyes los perjudicados.


Hacemos saber al rey que, si esta ciudad es reedificada y sus murallas restauradas, pronto dejarás de tener territorios en la Transeufratina'.


Por orden m a se han hecho averiguaciones, y se ha descubierto que esa ciudad, desde tiempos antiguos, se ha sublevado contra los reyes, y que en ella se han producido revueltas y sediciones.


Por consiguiente, ordenad que se interrumpan las obras que están haciendo esos hombres, de modo que esa ciudad no sea reconstruida mientras yo no decida otra cosa.


Os hacemos saber también que no se podrán imponer tributos, impuestos ni gabelas a ninguno de los sacerdotes, levitas, cantores, porteros y donados, ni a ninguno de los servidores de ese templo de Dios.


Desde un mar a otro mar dominará, desde el r o hasta el extremo de la tierra.


¡Ay, cómo se sienta solitaria Álef la ciudad populosa! Es como una viuda la grande entre las naciones. La princesa entre las provincias está sujeta a tributo.


Echó robustos vástagos para cetros soberanos, su estatura alcanzaba hasta las nubes, descollaba por su altura y su abundante ramaje.


Cuando Jesús se marchaba de all, vio a un hombre llamado Mateo, sentado en su despacho de cobrador de impuestos, y le dijo: 'S gueme'. Él se levantó y lo siguió.


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