Efesios 5:32 - Biblia Castilian 2003

³² Gran misterio es éste, quiero decir, el de Cristo y la Iglesia.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³² Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³² Eso es un gran misterio, pero ilustra la manera en que Cristo y la iglesia son uno.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³² Es éste un misterio muy grande, pues lo refiero a Cristo y a la Iglesia.

La Biblia Textual 3a Edicion

³² Grande es este misterio, pero yo digo esto° respecto al Mesías y la iglesia.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³² Gran misterio es éste, quiero decir, el de Cristo y la Iglesia.

Efesios 5:32 Referans Kwoze

Isaías 54:5

Porque esposo tuyo será tu creador, Yahveh Sebaot es su nombre; y tu redentor, el Santo de Israel, Dios de toda la tierra se llama.

Juan 3:29

Es el novio el que tiene a la novia; pero el amigo del novio, que está con él y lo oye, se llena de alegr a al o r su voz. Pues bien, esta alegr a m a se ha cumplido ya.

2 Corintios 11:2

Estoy celoso de vosotros con celo de Dios, porque os desposé con un solo marido para presentaros, como virgen pura, a Cristo.

Efesios 5:31

Por eso, dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y vendrán a ser los dos una sola carne.

Efesios 5:33

En fin, vosotros también: que cada uno ame a su mujer como a s mismo, y que la mujer respete a su marido.

Efesios 6:19

y también por m, para que Dios ponga su Palabra en mis labios y me conceda anunciar con valent a el misterio del Evangelio,

Colosenses 2:2

para que se consuelen sus corazones, caminen unidos en amor y alcancen toda la riqueza de la plenitud de la inteligencia en el profundo conocimiento del misterio de Dios, Cristo,

1 Timoteo 3:16

Sin lugar a dudas, grande es el misterio de la religión: Él ha sido manifestado en carne, justificado en esp ritu, visto por ángeles, proclamado entre gentiles, cre do en el mundo, ascendido en gloria.

1 Timoteo 3:8

Igualmente, los diáconos han de ser dignos, sin doblez en el hablar, no dados a la bebida ni a sórdidos oficios,

Apocalipsis 21:2

Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo de parte de Dios, preparada como esposa ataviada para su esposo.